Cuando se terminó de vestir él aún seguía sujetando su camiseta, apoyado en el borde de la mesa de billar. Llevaba de nuevo los vaqueros en su sitio, y la mirada tan perdida como cuando ella le vio. Hacía tiempo repeinándose o ajustándose la ropa con tal de no tener que empezar una conversación que la tenía acostumbrada al malestar, pero no dejaba de mirarle por si conseguía empezarla de alguna forma y así no alargar la espera.
Kimi repasaba la tela de su camiseta no sólo con la mirada, sino también con las manos. La iba paseando por sus dedos con cautela, como si buscase entre las costuras algún imprevisto que le impidiese enfundarse de nuevo en ella. Aunque su cabeza estaba en todos lados menos en la prenda que sujetaba.
Ya más calmado que hacía unos minutos, analizaba si había actuado correctamente frente a una amiga a la que había hundido. Se decía que sí, dándose razones de sobra para no tener remordimientos por un trato que en parte le empezaba a parecer injusto. Quiso pensar en su amigo, el cual no sabía dónde estaba, armándose con ello de valor para afianzar su posición frente a lo que había hecho.
Fue entonces cuando alzó la mirada, dando con Sandra fija frente a él, ocultando o intentándolo un claro nerviosismo que ahora se exageraba más al recibir la mirada de Kimi. Decidió desviar los ojos hacia un lado, insistiendo en no demostrar su debilidad en ese instante que tanto temía. Aunque él se sentía muy lejano a otra discusión, resistiendo la mirada esperando la suya de vuelta.
- ¿Estás mejor?-se vio obligada a hablar al sentirse tan observada. Tampoco sabía por qué le preguntaba algo así, sintiéndose por ello una doctora tras intentar curar a un paciente. Él asintió sin esmero.
- Supongo.-sentía que necesitaba hablar, aunque no sabía de qué.- ¿Se sabe algo de Seb?-ella negó, quitándole las esperanzas.
- Has hablado con ella...-se lo preguntaba dándose ella la respuesta, a lo que él asentía por confirmación. Sabía que no había ido bien desde el momento en el que le vio la cara, y aun así no se atrevía a confirmarlo.- ¿Quieres hablarlo? –esta vez la negó, algo que Sandra esperaba.- Tan mal ha ido...
- No sé cómo calificarlo, la verdad.-pausó.- Pero supongo que he sido justo.-Sandra no supo cómo interpretar eso, pero no quiso indagar, y él decidió creerse su propia palabra con tal de no pensar mucho más en ello. Resopló unas cuantas veces, agachándose sin despegarse del tablero de billar, necesitando ese pequeño punto de apoyo. No permaneció encogido mucho tiempo, irguiéndose de nuevo y respirando con profundidad mientras se enfundaba en su camiseta. Sandra entendió que ahí acababa todo.
- B-bueno, pues...-se atrevió a comentar. Él la miró con el ceño levemente fruncido, pero sin continuar nada, dándola paso a lo que quisiese decir.- Que... Espero que estés mejor.-asintió viéndola darse la vuelta. Sin entender nada.
- ¿Tú estás bien?-volvió al frente alterada por los nervios. Asintió.
- Sí, sí...-señaló a su espalda, a la puerta.- Es sólo que, bueno, me iba al salón.-pausó.- M-me mandaron a por bebidas y han de estar un poco hasta las narices de esperar.-rió nerviosa. Él asintió.
- Pídeles perdón de mi parte, entonces.-Sandra volvió a reír, a la misma baja intensidad pero más segura del gesto. Él sonrió sin dejar de mostrarse exhausto por la situación que le rodeaba.- Me alegro de que estés bien.-confesó, sintiendo temor al haber provocado lo contrario. Ella asintió, aceptándolo como remate final a su conversación y tomando la puerta yendo hacia el gran salón de esa casa. Pese a que todos habían sobrellevado aquel día con un estado de incertidumbre, y más tras la marcha fortuita de un aún desaparecido Sebastian, no evitaron soltar algún comentario y carcajada disimulados cuando Sandra regresó.
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MAPS
Fiksi PenggemarTemporada 2014. Necesitaba darle un giro a su vida, y para ello se enfundó en su mejor vestido e ideó el mejor plan posible... un plan que se le iría de las manos y que acabaría llevándola a ella y a su amiga al lugar más deseado de la manera más in...