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C161 - Fuera de sí

No había hablado con Britta sobre su trabajo esa semana. Sabía que seguían a tope con la situación de Sebastian y su cambio de equipo, pero aun así nada la hacía querer madrugar. Se acurrucó un poco más abrazada a la almohada, sin querer abrir los ojos pese a que sabía que ya no podría dormirse más. Se ayudó para despejarse del sueño cuando sintió los labios de Sebastian en su cuello. Se sonreía, y también se removía abrazada aún a la almohada mientras el chico bajaba con sus labios por su desnuda espalda.

- N-no...-le susurró. Sintió su risa.

- ¿No?

- No...

Pese a que le pedía parar, Sebastian siguió besando su piel provocándola más sonrisas. Estaban realmente agotados. Tras regresar al cuarto de la chica la noche anterior, apenas pasaron tiempo de pie antes de meterse entre las sábanas para reencontrarse juntos. Sebastian ahora recordaba cada momento con ella horas atrás para, sentado sobre el colchón, seguir dejando besos por su cuerpo. Ella se estremecía, y daba la vuelta bajo la blanca tela para ponerse de cara él y recibir sus besos en sus labios.

Apenas pudieron pasar mucho tiempo haciendo eso. Sebastian daba la mala noticia a la chica de que debían partir al circuito en apenas un rato. El chico se vistió para ir a su cuarto y poder darse una ducha mientras ella hacía lo mismo en el suyo propio. Yaiza fue la primera en bajar, encontrándose con una Sandra que llevaba también un rato degustando una selección de frutas.

- Buenos días.-canturreaba Yaiza. Sandra rió al verla.

- Hola, florecilla.-la chica se sonrió.- ¿Qué tal?-fue a decir bien, pero se llevó la mano a la tripa.

- Creo que no muy bien.

- Vaya ¿estás mala?

- Puede.

- ¿Qué pasa?-como si hubiese venido pegado a ella, Sebastian se dejaba caer en la silla de al lado, mirando su rostro de preocupación.

- Me duele un poco la tripa.-él hizo una mueca.

- ¿Aún?-asintió. Sandra frunció el ceño.

- Me ha dado por saco esta semana, la comida japonesa no me ha de sentar bien.-rió.- En fin, pero se me pasa rápido, voy a por zumo ¿Quieres algo?-le dio una lista vocal larga de alimentos, y Yaiza fue a por ellos.

- ¿Qué tal la noche?-Sandra movía las cejas a gran velocidad para provocar que Sebastian se riese.

- Bien, bien... -no iba a decir mucho más, dejando que su sonrisa hablase por sí sola.- ¿Vosotros?-ella hizo lo mismo. Se había despertado pronto aquella mañana para poder ir a su cuarto y ducharse, y sólo en ese instante hablando con Sebastian se dio cuenta de que ya echaba de menos estar con Kimi.

Para su desgracia, no pudo ver al finlandés hasta el final del día. Su regreso a Red Bull supuso muchas cosas, entre ellas el volver a las viejas costumbres de pasar entre risas la jornada laboral con Dani. Era imposible centrarse en el trabajo, y pese a ello, consiguieron sacar adelante numerosas entrevistas mientras Yaiza hacía lo propio con Sebastian. Tras la rueda de prensa, los reportajes eran tantos que hasta la hora de la cena la chica no pudo liberarse.

Sandra la esperaba en la puerta de Red Bull, con el mismo rostro de cansancio que llevaba su amiga, que apenas podía caminar.

- No me acostumbro a vernos de nuevo de Red Bull.-decía Sandra. Yaiza asentía llegando a ella.

- Pues calla, que me han tenido que dar una talla más de camiseta. He de ponerme a dieta como sea.-Sandra rió.- Estoy reventada...-Yaiza se sentaba en la escalera tirando su mochila. Sandra asentía.- No recordaba Red Bull tan caótico.