Imagen de Google.
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—————————Vieron todas las películas y ambos se quedaron dormidos. Al día siguiente, cuando Hermione despertó, en el suelo, junto al sofá, había una bandeja con el desayuno y una nota de Draco:
He ido a comprar unas cosas, te dejo el desayuno, luego te veo.
Draco.Hermione sonrió ante el detalle y comenzó a desayunar pensando lo increíble que estaba resultando todo. No entendía como se podía llevar tan bien con Draco pero le gustaba poder hablar de todo con él y además tenía una pasión por el cine contagiosa.
Cuando acabó de desayunar no sabía muy bien si esperar a Draco o qué hacer pero tenía que ducharse y cambiarse de ropa así que le dejó una nota diciendo que iba a su hotel y se marchó. Draco regresó al cabo de un rato y colocó la comida que había comprado. Cuando bajó al sótano vio la nota de Hermione se sintió extrañamente solo por la ausencia de la chica así que se le ocurrió una idea genial, pero la necesitaba a ella y no sabía dónde estaba su hotel. Decidió esperar y mientras ordenó la improvisada sala de proyección que habían montado y se sentó al piano a ver si se acordaba de tocar algo.Hermione se duchó y se vistió y, sin pensar en otra cosa que no fuese la noche de películas, cogió una chaqueta y se marchó de nuevo a casa de Draco. Cuando llegó y vio que él no abría la puerta por mucho que llamase al timbre, decidió usar un Alohomora, si estaba abajo probablemente no oiría el timbre. Según fue llegando al sótano fue oyendo una música y al llegar, vio a su causante. Draco estaba poniendo todo su empeño en tocar el piano y, en ese momento, le pareció que el chico era muy interesante. Era cabezota y algo egocéntrico pero también era inteligente y culto y no la trataba como si fuese una heroína de guerra ni como alguien incapaz. No, él la trataba de igual a igual y aunque el tema de los prejuicios de la sangre no había salido, no parecía que sus orígenes muggles, que en el colegio fueron la causa de sus disputas, fuesen un problema.
Draco no la oyó llegar y se sobresaltó cuando ella tocó su hombro.
—Lo siento, no quería asustarte, es que al no abrir pensé que estarías aquí abajo —se disculpó la chica sentándose en una silla que estaba junto al instrumento.
—No te preocupes. Oye, he tenido una idea: podemos ir a tiendas de antigüedades a ver si tienen películas de estas para que las veamos en el proyector —él estaba muy emocionado y la idea hizo que Hermione también se emocionase.
—Me parece bien —su respuesta provocó una gran sonrisa en la cara de Draco.Estuvieron todo el día buscando películas y metiendo las que encontraban en el inseparable bolsito de Hermione con mucha más capacidad de la aparentaba.
Al volver a su sótano colocaron las películas ya vistas en un montón y fueron poniendo las otras colocadas en cajas. Draco fue a por almohadas y mantas y algo para comer y beber y estuvieron viendo películas durante el resto del día.
Y así fue al día siguiente, y al siguiente, y durante lo que restó de semana. Y así estuvieron todo el mes. Al final el sótano se convirtió en una sala de proyecciones que poco a poco fueron adecentando: usaron los muebles que había allí para colocar las películas, barrieron y limpiaron la estancia y un encantamiento iluminador les aportó la poca luz que necesitaban para sus sesiones de cine.Todos los días pasaba igual: Hermione se despertaba en el sofá, tomaba el desayuno que Draco había dejado para ella mientras él se duchaba y se cambiaba de ropa. Después, mientras él se preparaba, ella se iba al otro baño de la casa para prepararse también porque sí, al final como prácticamente vivía allí, dejó de alojarse en el hotel y trasladó sus cosas a la pequeña casa de Draco que vagamente le recordaba a Grimmauld Place, la casa de Sirius. Cuando salía del baño y bajaba al sótano siempre encontraba a Draco en el piano, con el cual había ido mejorando poco a poco, y ella se sentaba a escucharle hasta que acababa de tocar. Después ambos salían en busca de las cosas que debieran comprar, comían y volvían para una sesión cinéfila hasta altas horas de la madrugada.
Así continuaron durante varios meses hasta que un día, cuando Hermione bajó al sótano tras salir del baño, Draco, sentado frente al piano, no tocaba.
—¿Hoy no tocas? —preguntó extrañada. Draco se volvió con la mirada algo ausente y ella se acercó preocupada—. ¿Qué ha pasado? —encima de la tapa del piano había una carta.
—Mi... Mi padre ha muerto —susurró el chico.
—¡Oh, Draco! —Hermione le abrazó impactada.
—Estoy... Estoy bien. Es solo que me ha sorprendido —dijo Draco correspondiendo al abrazo.
—Pero era tu padre... —Hermione comprendía la difícil situación que vivía y sabía que iba a comportarse de manera fría, como siempre que el tema tenía que ver con sus padres.
—Solo por sangre. Nunca se portó como un verdadero padre —rebatió con resentimiento.
—Draco...
—No te preocupes, lo único malo es que tengo que ir a Londres a arreglar unos papeles —Draco se levantó del banco del piano.
—Está bien, te acompaño —afirmó con rotundidad Hermione.
—No, iré solo. No te haré pisar Londres.
—Pero quiero acompañarte...
—Hermione, si nos ven juntos los rumores correrán y llegarán a oídos de tus amiguitos y empezarán a buscarte —Hermione tembló ante la idea de volver a encontrarse con ellos después de tanto tiempo.
—Vale, pero vuelve pronto que si no no tengo con quién ver películas —ambos sonrieron y se fundieron en un abrazo antes de que Draco se fuese.
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Dramione One Shots
FanfictionBreves historias sobre Dramione. La autoría es completamente de JK Rowling, yo únicamente uso sus personajes y su universo para un fin lúdico. Portada por: captbexx. Créditos a los dueños de las imágenes (especialmente a Upthehillart). Para que no...