Hermione estaba molesta: ella siempre se portaba bien y trataba de respetar las normas todo lo posible y, encima, acababa de ser crucial en la batalla para derrotar a Voldemort. Pero, al parecer, eso no la inmunizaba por golpear a Ron.
Por una parte entendía el razonamiento de McGonagall, ella no era más que nadie, pero es que su amigo había sido un grandísimo estúpido, como siempre.Ron había decidido que el hecho de Hermione fuese novia de Draco era intolerable y se había puesto a chillar como un poseso. Eso la estresó mucho y cuando a su pelirrojo amigo no se le ocurrió otra cosa que decir que era una cualquiera y que cuando el sucio mortífago se cansase de ella se quedaría sola, no pudo controlarse y le golpeó en la cara. De no haber sido por Harry y Draco, que la sujetaron, le habría partido la cabeza.
Para acabar con su desgracia, Slughorn observó todo y la castigó a reproducir pociones curativas simples argumentando que ella era una bruja brillante y había que aprovechar su talento en el castigo.Así que ahí estaba, en un aula vacía, castigada. Eran las diez de la noche y Slughorn se acababa de ir a dormir ordenando que siguiese allí hasta las doce. Es decir, que le quedaban casi dos horas de seguir con su elaboración.
Echó el jugo de murtlap y comenzó a remover con pesadez cuando de repente oyó un ruido. Se volvió y casi le da un infarto cuando se encontró con Draco.
—¡Ah! Draco, ¿qué haces aquí? —preguntó abrazándole.
—Vengo a verte —la besó con delicadeza—, no estas acostumbrada a los castigos, y este prácticamente ha sido por mi culpa.
—No ha sido tu culpa —dijo mientras volvía a unir sus bocas.
—Yo tenía que haberle pegado, no tú. A mí me da igual estar castigado.
—Es que me molestó que me insultase pero lo que de verdad me cabreó fue que te insultase a ti y que te acusase de... —no fue capaz de continuar porque se escondió en el pecho del chico.
—¿No le habrás creído? —Hermione no dijo nada y Draco tomó su rostro entre sus manos y la obligó a mirarle—. Yo nunca podría cansarme de ti, jamás. La única opción de que nos separásemos sería que tú me dejases a mí, y en ese caso estoy seguro de que te sobrarían los pretendientes —la besó y con un rápido movimiento la sentó en la mesa donde estaban los ingredientes y comenzó a repartir besos por su cuello.
—Ah, Draco... —susurró agarrada a su cuello. Él acarició sus piernas y le levantó levemente la falda con una mano mientras con la otra acariciaba su nuca. Hermione reaccionó y le devolvió a su boca mientras intentaba quitarle la capa.Él volvió a besar su cuello y su mandíbula provocando leves suspiros por parte de la chica. Continuó besando mientras descendía así que desabrochó un par de botones y la camisa de la chica cayó hasta debajo de los hombros dejando al descubierto su sujetador. Hermione se sonrojó así que Draco volvió a besarle el cuello.
—Eres jodidamente preciosa, Hermione. Por dentro y por fuera —murmuró mientras la observaba de cerca y acariciaba su mejilla. Ella terminó de quitarle la capa y puso sus piernas alrededor de su cintura para acercarle.
—Cállate, que me vas a hacer llorar —dijo antes de besarle e introducir las manos por debajo de su camisa acariciando su torso. Al notar sus manos él dejó escapar un gemido ronco y continuó besando y desabrochando botones.
—Por todos los dioses, eres tan perfecta —susurró besando sus senos por encima de la tela. Ella dio un pequeño grito que hizo que él parase. Se separó de la chica, que permaneció con los ojos cerrados y la respiración entrecortada, y se acercó a la puerta varita en mano. Bloqueó la entrada e insonorizó la habitación para evitar problemas y volvió dispuesto a seguir besando a su novia.
—Draco —la chica se había recuperado un poco pero hablaba con dificultad de lo excitada que estaba—, tengo que acabar estas pociones o Slughorn me volverá a castigar.
—Acábalas luego —volvió a pegarse a ella y a besarla pero Hermione se separó sonriente.
—No puedo, de verdad que no puedo. Ayúdame y acabaremos antes —dejó un corto beso sobre sus labios y se colocó la camisa.
—Está bien, espera un momento y te ayudaré —contestó con fastidio dándose la vuelta y recogiendo la capa del suelo.
—Gracias —le abrazó por la espalda y dejó un beso sobre su camisa.
—No me toques ahora, por favor —pidió él.
—¿Por qué? —preguntó extrañada.
—Pues porque necesito relajarme y si me tocas no lo voy a conseguir —Draco se volvió con la capa puesta alrededor de la cintura y, al darse cuenta de la situación en la que estaba su novio Hermione comenzó a reírse—. Sí, muy graciosa, ya me gustaría a mí verte a ti en este estado.
—Anda, vamos a acabar con las pociones, pervertido —contestó divertida antes de dejar un beso sobre su mejilla y acercarse a la mesa seguida del chico.
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Dramione One Shots
FanfictionBreves historias sobre Dramione. La autoría es completamente de JK Rowling, yo únicamente uso sus personajes y su universo para un fin lúdico. Portada por: captbexx. Créditos a los dueños de las imágenes (especialmente a Upthehillart). Para que no...