El viaje hasta Australia les dejó destrozados. Como era un destino tan alejado no habían podido usar un traslador ni los polvos flu, y mucho menos la aparición, así que tuvieron que coger un avión. Draco no estaba acostumbrado a volar en avión y cuando llegaron al aeropuerto de Essendon, en Melbourne, Hermione estaba cansadísima pero a él parecía que le habían dado una paliza.
—Hermione, no me dejes subir nunca más a un trasto de esos —protestó él mientras recogían sus maletas.
—Lo siento cariño, para ser tu primer vuelo son muchas horas —le besó en la mejilla con una sonrisa cariñosa.
Anduvieron hasta salir del edificio y cogieron un taxi.
—Buenos días —saludó el taxista.
—Buenas.
—¿A dónde van?
—Llévenos al hotel Atlantis por favor, en la calle Spencer —pidió Hermione mirando la reserva del hotel.
—Ahora mismo —el conductor arrancó.Media hora más tarde ambos llegaban a su hotel y tras despertar a Draco, que se había dormido en su hombro, y pelearse con el cambio de divisa para poder pagar al taxista, entraron en la recepción. Draco estaba tan cansado que se dejaba guiar por Hermione sin ser consciente de adónde iba, por ello, hasta que no se metieron en el ascensor no habló.
—¿Cuál es nuestra habitación? —Hermione le acarició la mejilla.
—Tienes un aspecto de cansado... —le besó rápidamente—. Estamos en la 617, en la tercera planta —él asintió y se apoyó contra la pared del ascensor, Hermione se apoyó en su hombro.
Cuando el ascensor paró en su planta, ambos salieron y recorrieron el enmoquetado pasillo hasta llegar a la habitación.
—Aquí es —Hermione abrió la puerta y entraron.
La habitación era bonita, de decoración sencilla pero muy luminosa. Dejaron las maletas en la puerta y Draco fue directo a la cama.
—Cariño, ¿crees que...?
—Sí, podemos echarnos una siesta —cortó ella sonriente.
—¿Qué hora es aquí?
—Las... —miró el reloj de la mesilla—. La una y cuarto.
—¿De la mañana o de la noche? —preguntó el pobre sentándose en la cama y quitándose los zapatos con cansancio.
—De la mañana, es de día —aseguró Hermione imitándole.
—Cariño, han sido veintiún horas de vuelo, que junto a las ocho horas y media de diferencia horaria superan el día. Ahora mismo no sé ni si es lunes o jueves—se tumbó en la cama sin molestarse en quitarse la ropa.
—Chico, qué poco aguante —bromeó ella trepando por la cama para apoyarse en su pecho.
—¿Hasta cuándo podemos dormir? —preguntó abrazándola con el brazo izquierdo.
—Hemos comido en el avión así que... Hasta las cinco.
—Bien —contestó cerrando los ojos con la firme idea de dormir una buena siesta, hecho que le hizo medio sonreír.
—Lo siento —se disculpó ella.
—¿Por qué? —dio igual que estuviese agotado, abrió los ojos y se inclinó preocupado.
—Por hacerte venir aquí en busca de mis padres.
—No digas tonterías, estoy deseando encontrar a mis suegros —su respuesta hizo sonreír a la chica.
—Eres muy bueno —murmuró besándole.
—Te quiero —dijo antes de volver a tumbarse con ella apoyada en su pecho.No pasaron ni cinco minutos y la respiración de Draco ya era lenta y pausada. Ella le miró: las ojeras surcaban su pálido rostro pero en ese momento parecía tan tranquilo y feliz... Hermione se quedó observándole, era algo que últimamente disfrutaba mucho, despertarse antes o dormirse después para quedarse un ratín viéndole dormir tranquilo o luchando contra el edredón. Le entraba como un calorcillo por el pecho y se le encogía o le explotaba algo dentro. Volvió a apoyarse en su pecho y acarició la alianza que llevaba en su dedo. Casi le parecía irreal que fuesen a casarse, tenía tantas ganas... Esa era otra de las motivaciones para encontrar a sus padres, necesitaba que le conociesen y se enamorasen de él como lo había hecho ella. Draco emitió un ronquido suave y Hermione comenzó a quedarse dormida envuelta en esa melodía que tanto le gustaba.
Cinco minutos después ambos estaban completamente dormidos, con las maletas en medio de la habitación, vestidos, sobre las sábanas revueltas y sin ningún plan acerca de cómo encontrar a sus padres, que creían ser Mónica y Wendell Wilkins. Todo parecía estar a medias pero ellos estaban juntos y eso era todo lo que necesitaban.

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Dramione One Shots
FanfictionBreves historias sobre Dramione. La autoría es completamente de JK Rowling, yo únicamente uso sus personajes y su universo para un fin lúdico. Portada por: captbexx. Créditos a los dueños de las imágenes (especialmente a Upthehillart). Para que no...