Dramione One Shots

Patronus

  Era inútil, jamás lo iba a conseguir. Le había quedado muy claro cuando se lo dijo su tía Bellatrix: los magos oscuros no pueden realizar un Patronus. Se sentó en el suelo con cansancio. Daba igual cuantas horas practicase, cuantos recuerdos felices tuviese, nunca iba a ser capaz de invocar el estúpido Encantamiento patronus.

  Siempre hacía lo mismo: cuando no podía dormir, se vestía, se ponía la capa y se metía en el despacho para practicar el dichoso encantamiento. Pero daba igual, nunca le saldría.

  Menudo mago estaba hecho, ni siquiera era capaz de hacer ese hechizo, que la mitad de Hogwarts lo sabía hacer desde quinto. ¿De qué le servía dominar la oclumancia si luego no era capaz de repeler unos dementores?

  Tan deprimido estaba que no notó que alguien entraba en la habitación. De repente Hermione se apoyó en su espalda y le abrazó.
  —¿Qué haces aquí, cariño? —preguntó besándole en la mejilla.
  —No podía dormir.
  —Pero estás vestido. Y... —Hermione le notó triste— Draco, ¿qué te pasa?
  —Nada...
  —Vamos, dime —le rodeó y se sentó frente a él cogiéndole las manos.
  —Es solo que... Soy incapaz de hacer un Patronus —susurró con voz apenas audible. La tristeza con la que habló provocó que Hermione quisiese abrazarlo con fuerza.
  —Pero has...
  —Sí, tengo un pensamiento positivo y pronuncio con claridad el hechizo y realizo bien el movimiento de la varita —contestó con rabia poniéndose en pie y lanzando su varita a la otra punta del cuarto—. Simplemente no me sale, no me sale porque... —Hermione se levantó también y le instó a continuar hablando—. Pues porque soy un jodido mago oscuro, Hermione, no hay ningún mortífago que haya sido capaz de hacer esta cosa.
  —A ver, Draco, escúchame —puso las manos en sus mejillas y le obligó a mirarla atentamente—. Tú no eres un mortífago, nunca lo has sido ni lo serás —él intentó hablar pero ella no le dejó—. Y si lo fueses, que no lo eres, daría igual. El profesor Snape fue un mortífago y era capaz de realizar el Encantamiento Patronus. Así que ahora vas a tener un pensamiento positivo y vas a hacer ese hechizo mejor que nadie.
  —Pero Hermione...
  —Cariño, tú puedes conseguirlo. Eres un mago brillante capaz de dominar los hechizos no verbales y la oclumancia, con rapidez en duelos y facilidad para el vuelo. Vamos —la varita voló hasta la mano de Hermione y esta se la dio a Draco, después le besó rápidamente y le obligó a girarse y a prepararse.

  Draco se dio por vencido, llevarle la contraria a su mujer era algo imposible, así que se mentalizó para intentar hacer el dichoso encantamiento. Buscó un pensamiento feliz: tal vez su boda con Hermione, su primer beso, cuando comenzaron a salir...
  —Tú puedes, Draco. Además, tienes que saber hacerlo para enseñar a nuestro futuro bebé —susurró Hermione en su oído.
  Draco se quedó estático y se giró despacio. Cuando miro a su mujer esta le observaba emocionada.
  —¿Nuestro futuro qué? —preguntó conmocionado. Hermione colocó una mano en su vientre —¿Estás...? ¿Vamos a tener un...? —ella asintió con una enorme sonrisa mientras unas lágrimas caían por sus mejillas —Vamos a ser... ¡Vamos a ser padres! ¡Vamos a tener un bebé! —Draco la abrazó con fuerza y la levantó por los aires mientras le caían las lágrimas a él también.
  —Sí, Draco, vamos a ser padres —contestó ella riendo.
  —¿Cuándo...? ¿O sea, de cuánto...? —comenzó a preguntar nervioso.
  —Dos semanas, cariño. Iba a decírtelo mañana por la mañana.
  —Merlín santo, vamos a ser padres —volvió a susurrar abrazando a su mujer.
  —Ven —Hermione tomó su mano y le llevó de nuevo al centro de la estancia. Se limpió las lágrimas de la cara y limpió las suyas, después le besó en los labios—. Vamos —él entendió el mensaje. Vació su mente hasta que se quedó en blanco, únicamente recordaba el subidón al enterarse de que sería padre con la mujer de su vida...
  —¡Expecto Patronum! —gritó alto y claro.

  Ambos sonrieron cuando una luz plateada en forma de animal les cegó: ella de orgullo, él de euforia. Por fin había logrado dejar de ser un mago oscuro, había logrado invocar un Patronus y encima iba a ser padre con Hermione. Ya tenía un pensamiento positivo.