Draco salió de su Sala Común y se dirigió al séptimo piso. Cuando llegó al tapiz de Barnabás el Chiflado pasó tres veces frente a él con un único pensamiento: quiero ver a Hermione.
Una puerta se materializó y él la cruzó con rapidez. Dentro ya se encontraba la chica, que paseaba dando vueltas con vehemencia. En cuánto oyó que la puerta se cerraba se volvió y se encontró con Draco que ya se precipitaba sobre ella. Sus labios chocaron y sus brazos buscaron sus cuerpos, en menos de tres segundos se besaban como si su vida dependiese de ello. No se separaron a pesar de que se dirigieron torpemente hacia el sofá que siempre aparecía en esa sala.Cayeron sobre él y Draco abandonó su boca para mirarla.
—Hola —susurró acariciando su mejilla.
—Hola —contestó mientras volvía a besarle, esta vez con menos necesidad.
—Te echaba de menos —dijo mientras besaba su cuello.
—Nos hemos visto esta mañana —contestó con una risita mientras sus manos jugaban con el rubio pelo de su nuca.
—Pero esta mañana no he podido besarte —volvió a su boca.
—Yo también te he echado de menos —dijo ella antes de besarle con intensidad. Sus lenguas chocaban y sus labios se mezclaban.Draco volvió a besarle el cuello, la mandíbula y la oreja. Ella dejó escapar un suspiro y quiso tocarlo. Buscó a tientas el cuello de su camisa y se deshizo de los dos primeros botones para introducir las manos y acariciar su espalda. El rápido contacto hizo que él también reaccionase y dejó una pequeña mordida en su cuello. Draco también quería tocarla así que deslizó las manos por debajo de su ropa. El simple roce con su estómago bastó para que Hermione temblase de pies a cabeza.
—Dra... Draco —dijo con dificultad—. Para... No... No... —él se detuvo y abandonó su refugio de besos en su cuello para mirarla a los ojos.
—¿Qué pasa? ¿Te he hecho daño? —preguntó preocupado.
—No, no. Es solo que... —sintió que la sangre inundaba sus pómulos.
—Dime —dijo acariciando su mejilla y mirándola con cariño.
—Tengo miedo —confesó.
—¿Qué te asusta? —la cara de Hermione estaba muy roja y no pudo evitar desviar la mirada hacia abajo, en concreto hacia la entrepierna de Draco, y él lo notó—. Ey, no, no, nada de miedo. Nunca haremos nada que no queramos —la besó suavemente en los labios.
—Yo... No... Lo siento... Es que... —Draco puso un dedo sobre sus labios haciéndola callar.
—Nada de decir lo siento. Todo está bien, cuando estés preparada —la besó en la frente y se quitó de encima. Se sentó en el sofá y la ayudó a incorporarse.
—Es que no quiero que pienses... —él la miró con sus ojos de plata, con esa calma que les caracterizaba cuando estaba con ella. Daba la impresión de que sus ojos la besaban y eso... Eso tenía peligro—. Draco, me gustas mucho, yo... —las palabras no salían de su boca, parecía que se habían puesto de huelga.
—No te preocupes Hermione, en serio. Tú a mí también me...
—¡No! —exclamó poniendo ambas manos en su boca sorprendiéndole—. No me digas que yo te gusto, no me digas que no me preocupe y que todo va bien. No lo hagas. Yo... —se la veía bastante afectada—. No quiero esa declaración...
—Pues tenemos un problema —dijo apartando sus manos—, porque se viene declaración —sonrió levemente—: estoy enamorado de ti —susurró.
—¡Qué! —el miedo volvió a cruzar su rostro.
—Hermione, esto no es un "me gustas y quiero liarme contigo", no pretendo eso, no busco sexo. Ahora mismo estamos teniendo una relación oculta y peligrosa. Me gustas, estoy enamorado de ti, te quiero. Todo eso y más. Perdóname si eso te asusta o molesta.
Ella se sentó en el borde del sofá y escondió la cabeza en sus manos.
—No me molesta, no puede molestarme —musitó y levantó la cabeza mirando al infinito—. Creía que nos unía una atracción fruto de nuestro pasado odio. Tú eres, bueno, mírate, tengo el novio más atractivo de todo el maldito colegio. Por eso no quería... —Draco se sentó junto a ella y pasó el brazo por sus hombros para darle apoyo—. Por eso no quería que nos acostásemos. No estaba preparada para que te fueses, yo... No creo poder vivir sin ti —se giró y le miró—. Yo también estoy enamorada de ti —Draco la abrazó lentamente y besó su cabeza.
—En ese caso no tengas miedo, ni de mi, ni de ti, y mucho menos de nuestra relación. Todo irá bien, por necesidad —ella le miró.
—Todo irá bien —corroboró y una sonrisa cruzó ambos rostros. Y lentamente volvieron a besarse y en pocos segundos la temperatura de la sala volvió a subir. Cuando Hermione ya volvía a tener las manos dentro de su camisa y en mitad de su apasionado beso mordió su labio, él se separó.
—Vamos —dispuso levantándose después de besarle en la frente.
—¿Adónde?
—A pasear, veremos las estrellas. Y lo más importante, esto se bajará y podré controlar mis ganas de quitarte la ropa —Hermione no pudo evitar mirarle y la verdad es que con esos pantalones se marcaba todo. Comenzó a reírse.
—No te rías, no puedes pretender besarme de esa manera y que mi cuerpo no reaccione —protestó metiéndose la camisa por dentro de los pantalones.
—Habías dicho que no pretendías desnudarme —rió mientras se colocaba también la ropa.
—Y esa no es mi idea de mi relación contigo, pero eso no quiere decir que no me parezcas muy atractiva y que cuando te sientas encima de mí y me besas, me gustase continuar hasta que no quedase ni una prenda de ropa. Te quiero, te quiero mucho, pero además me gustas —Hermione se detuvo y le observó mientras se mordía el labio.
—¿Eso significa que te he dejado con las ganas?
—Pues un poco, pero eso no quiere decir nada. El día en el que ocurra será más... Especial —contestó con una sonrisa antes de echar a andar con ella de la mano.
—Tú también me gustas mucho en ese sentido —soltó. Él se giró.
—Y no me puede parecer mejor —la besó en la boca y después en la frente—. Ahora vámonos antes de que mi amigo decida permanecer activo —dijo mirando hacia abajo.
—No seas tan gráfico —pidió ella.
—¿Te da vergüenza? —preguntó mientras la abrazaba con una sonrisa.
—Sí, pero eso no es lo que importa ahora —y le bajó la cara para besarle con mucho más deseo del esperado por parte del chico—. No está bien quedarse con las ganas —susurró antes de empujar a un sorprendido Draco al sofá y comenzar a desabrocharle la camisa.
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Dramione One Shots
FanfictionBreves historias sobre Dramione. La autoría es completamente de JK Rowling, yo únicamente uso sus personajes y su universo para un fin lúdico. Portada por: captbexx. Créditos a los dueños de las imágenes (especialmente a Upthehillart). Para que no...