Cuando Hermione y Draco comenzaron a salir, hubo ciertas reticencias por parte de los amigos de ella. El día en que fueron a la Madriguera, la tensión se palpaba en el ambiente, aunque los señores Weasley se mostraron muy amables y rápidamente le acogieron. No tardó mucho en ganarse a los hijos mayores, que se sorprendieron de la inteligencia y madurez del muchacho, a pesar de ser bastante más joven que ellos. George no dijo nada, la muerte de su hermano le había quitado cualquier fuerza de voluntad. Y sus mejores amigos... Sus mejores amigos fueron otra historia. Harry había firmado con él un mental pacto de paz pero de ahí a que fuese casi su cuñado había un gran salto. Aún así aguantó, lo mismo que Ginny. Y Ron... Bueno, no estuvo muy contento pero se calló.
Este aparente rechazo podría haber desmoralizado a cualquiera pero no, Draco tenía que conseguir que esa gente, que era como la segunda familia de Hermione, se llevase bien con él. Así que, cuando a la semana siguiente Harry dejó a Teddy en casa de Hermione porque tenía que ir a una redada a un mortífago, él trató de demostrar que los Weasley podían confíar en él.
—En serio Hermione, vete a trabajar, es una emergencia y yo cuidaré de Teddy —dijo con el niño en brazos.
—Pero Draco, ¿estás seguro?
—Que sí, no te preocupes. Al fin al cabo es mi sobrino segundo, podré cuidarle.
—Bueno, vale, pero si pasa cualquier cosa me llamas —le puso el móvil delante de la cara.
—Sí, vete sin problema —la acompañó hasta la puerta.
—Sí pasa cualquier cosa...
—Te llamo con el cacharro muggle, sí, lo sé. Ve a tu emergencia —se dieron un beso y ella se marchó.
Draco se dio la vuelta con el pequeño Teddy en brazos.
—¿Y qué se hace con un niño tan pequeño? —le preguntó al aire.Todo fue bien a lo largo de la tarde, jugó con él, le dio de comer, le cambió el pañal y le bañó. El niño parecía feliz, simplemente cambiaba su color de pelo a los estímulos.
Todo fue bien hasta que empezó a llorar. Draco no estaba preparado para eso. Volvió a cambiarle el pañal y trató de jugar con él. Le preparó un biberon que Teddy vomitó sobre su camiseta y entonces cayó en que el niño quería dormir. Le llevó a la cuna portátil que había traído su padrino y le metió dentro, pero el niño no se dormía, seguía llorando.
Draco le cargó en brazos, le paseó por la habitación y le susurró palabras para que se calmase pero no había manera. Se sentó en una silla derrotado, cuidar de un bebé que llora como un loco era agotador.Necesitaba hacer algo, algo para dormirle.
—¡Ya sé! —exclamó de pronto.
Metió al niño en la cama de Hermione y fue a tumbarse con él pero estaba lleno de leche vomitada. Se quitó la camiseta y buscó algo que ponerse. El jersey de su novia tejido por la señora Weasley fue el elegido. Era tan grande que le valía así que se lo puso y se metió en la cama con Teddy.Tres horas después, Hermione llegó a su apartamento después de solucionar su emergencia.
—Hola Draco, ya llegué —no obtuvo ninguna respuesta, es más, la casa estaba en completo silencio.
Anduvo buscando a su novio y al ahijado de su mejor amigo hasta llegar a la habitación. Sonrió con ternura al observar a Draco dormido con el pequeño. Se apresuró a sacar la cámara que le habían regalado sus padres y les hizo una foto. Después, puso el modo vídeo.
—Aquí podemos observar —susurró al micrófono del aparato— como Draco dormita junto a Teddy, el que ha tenido que pegarle una paliza considerable —acarició la mejilla del chico y este se removió. Hermione volvió a sonreír y cortó el vídeo.Dejó la cámara sobre la mesilla y cogió al niño para llevarle a su cuna. Estaba tan dormido que no se movió.
Después regresó a la habitación y se puso el pijama, a continuación se metió en la cama junto a Draco. Como si de un autómata se tratase, él pasó los brazos alrededor de su cuerpo y la abrazó.
—Hola —murmuró medio dormido.
—Hola. ¿Qué tal?
—Bien, pero los bebés lloran —contestó con los ojos cerrados. Ella sonrió.
—Oh vaya, me olvidé de advertírtelo.
—Qué graciosa, Granger —dejó un besó en el sitio más cercano a su cara, que resultó ser la sien de la chica—. Uf, qué calor —se separó y se sentó en las cama para quitarse el jersey. Una vez sin él volvió a tumbarse.
—¿Por qué llevabas mi jersey?
—Teddy vomitó en mi camiseta.
—Oh —Hermione contuvo la risa al imaginarse al chico lleno de vómito de bebé.
—Te ríes de mí, eres mala —susurró abrazándola un poco más.
—No me río de ti, es que eres gracioso —ella se dejó abrazar y buscó su lugar favorito en el mundo: el cuello de Draco.Y así ambos se quedaron dormidos. Esa noche marcaría un punto en sus vidas y sería recordada como La noche de Draco y Teddy, a partir de la cual todos los conocidos de Hermione a los que Draco había ofendido en el pasado, que no eran pocos, miraron al muchacho con nuevos ojos.
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Dramione One Shots
Fiksi PenggemarBreves historias sobre Dramione. La autoría es completamente de JK Rowling, yo únicamente uso sus personajes y su universo para un fin lúdico. Portada por: captbexx. Créditos a los dueños de las imágenes (especialmente a Upthehillart). Para que no...