Cuando su hija Rose nació, en el momento en que los sanadores de San Mungo le entregaron a su bebé, Draco solo pudo llorar. Había acompañado en todo momento a Hermione y se había mantenido fuerte para que ella pudiese acabar con el parto, pero en el momento en el que vio la cabeza de su hija se echó a llorar y no pudo frenarse. Tuvo que salir de la sala y fue Hermione la que cuidó durante los primeros segundos a la niña.
Aunque esto a su mujer le pareció algo precioso, él se cabreó mucho consigo mismo por no haber estado ahí cuando nació su hija. Por ello, cuando se enteró de que iban a tener otro bebé, se tiró nueve meses mentalizándose para poder aguantar al ver a su siguiente hijo.
Para los demás podría ser algo absurdo pero Hermione sabía que su marido estaba muy dolido consigo mismo, así que esperaba cualquier cosa para el nacimiento de Scorpius.
Aun así, no estaba preparada para lo que sucedió: cuando la sanadora que la atendió sacó a su hijo de su vientre y se lo entregó, ella directamente se lo dio a Draco y este le observó, sin decir nada, simplemente le miraba con una sonrisa en la cara. El resto podrían haber interpretado que era una sonrisa que no decía nada, pero Hermione conocía esa mirada: era la mirada de enamorado de Draco.Así la había mirado cuando se dieron el primer beso, cuando hicieron el amor por primera vez, el día de su boda y, en general, casi siempre que estaban solos. Así había mirado, aunque tras un mar de lágrimas, a Rose, y así estaba contemplando ahora a su hijo.
—Draco —susurró rozándole el brazo. Él se volvió y la miró con orgullo.
—Nunca te lo he dicho pero estoy muy orgulloso de ti —dijo con la voz pastosa.
—Yo también estoy orgullosa de ti —contestó sonriendo. Draco le entregó a Scorpius y ella le cogió permitiéndose derramar alguna lágrima.
—¿Lloras en mi lugar? —dejó un beso sobre su frente y apoyó la cabeza en su hombro observando al niño.
—La otra vez también lloré, pero menos que tú —le acarició la nariz al pequeño ser que dormitaba entre sus brazos.
—Lo siento mucho, no sé qué me pasó —se disculpó.
—No tienes nada que sentir, estabas menos preparado de lo que creías, ya está —se volvió y le besó en los labios—. Eres un padre fantástico —susurró en su boca.
—Todo es gracias a ti —susurró él de vuelta. En ese momento Scorpius comenzó a llorar.
—Alguien tiene hambre —rió Hermione acomodándose para darle de mamar.
—Voy a buscar a Rose para que conozca a su hermano —besó su mejilla y salió rápidamente en busca de su hija.Un minuto más tarde regresaba con su pequeña de dos años en brazos.
—Vamos, Rose, vas a conocer a Scorpius —se sentó en la silla en la que había estado durante el parto y colocó a su hija en sus rodillas para que observase a su hermano. Ella estiró la mano y acarició la mejilla del bebé, obteniendo una risa por parte de su madre.
—Hola, Scorpius, esta es Rose, tu hermana. Y yo soy mamá —besó su pequeña mejilla—, y este de aquí es papá —se giró pero Draco estaba apoyado sobre ella y abrazando a Rose mientras contenía las lágrimas.
—Papá llora —balbuceó Rose.
—Sí, cielo, vuestro padre está sensible —contestó Hermione sonriente mientras acariciaba la mejilla de Draco—. ¿Estás bien, cariño? —él asintió.
—Creo que me va a estallar el corazón —susurró.
—Yo también lo siento así.Y mientras Scorpius comía, su familia le observaba y Draco abrazaba a Hermione por los hombros a la vez que sujetaba a su hija. En ese momento toda su familia estaba ahí, eso era todo lo que necesitaba en la vida.
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Dramione One Shots
FanficBreves historias sobre Dramione. La autoría es completamente de JK Rowling, yo únicamente uso sus personajes y su universo para un fin lúdico. Portada por: captbexx. Créditos a los dueños de las imágenes (especialmente a Upthehillart). Para que no...