Cenas (parte 2)

2.8K 191 11
                                    

  Los nervios por ver a Narcisa no eran nada comparados con los que sentía en ese momento por ir a cenar con sus amigos. Se cambió de ropa varias veces y dio decenas de vueltas por el salón.
  —Tranquila, todo saldrá bien —Draco la abrazó intentando que se relajase y ella se apoyó bajo su barbilla.
  —Es que tengo miedo... —confesó. Quería recuperar a sus amigos, eran importantes para ella.
  —No te preocupes, seguro que se disculpan —aseguró besando su cabeza.
  —No estaría yo tan segura —suspiró.
  —Pues si no lo hacen es que son estúpidos, pierden más ellos que tú —declaró molesto.
  —Draco... —su voz sonó algo incómoda.
  —Es cierto, tú puedes hacer más amigos porque eres buena y cariñosa, pero ellos no van a encontrar otra Hermione jamás —afirmó. Ella se separó y sonrió levemente antes de darle un rápido beso.
  —Bueno, pero ahórrate estos comentarios en su presencia, prometiste ser bueno —Draco puso su mejor cara de inocencia y estiró la palma de su mano izquierda a un lado de su cabeza mientras se llevaba la otra mano al corazón.
  —Lo juro, hacemos el juramento inquebrantable si quieres —Hermione negó sonriendo.
  —No hace falta, me fío de ti —le besó de nuevo.
  —Si algo va mal nos iremos en cuanto lo decidas —le aseguró mirándola fijamente. Ella asintió lentamente—. Pero no te preocupes, todo irá bien —besó su frente y fue en busca de sus abrigos.
  —Eso espero —susurró para sí misma.

————————————

  Ambos se aparecieron en la puerta del número 12 de Grimmauld Place y Hermione no tardó ni medio segundo en entrelazar sus manos. Draco sonrió y dejó que fuese ella la que llamase al timbre. Se oyeron unos pasos y la puerta se abrió.
  —¡Herms! —Ginny rápidamente la estaba abrazando y besando su mejilla. Ella contestó algo turbada por tanto entusiasmo.
  —Ho... Hola Ginny —balbuceó sin poder evitar sonreír y mirando a Draco que sonrió suavemente, feliz por ver a su novia recuperar a sus amigos.
  —¿Cómo estás? ¿Qué tal el trabajo? Tenemos muchas cosas que contarnos. ¡Me han aceptado en las Arpías de Holyhead! —paró de hablar y se volvió hacia Draco—. Draco Malfoy —y antes de que él pudiese decir nada, Ginny le había dado un rápido abrazo y un beso en ambas mejillas—. Encantada de conocerte ahora que ya no eres un hurón malévolo —él sonrió.
  —Igualmente, Ginny —Hermione sonrió satisfecha.
  —Bueno, pasad, Harry está dentro —se dirigió hacia el interior—. Me alegro tanto de verte, Herms, de verdad —exhaló la chica—. Te echaba un montón de menos.
  —Yo también a ti Gin, yo también —contestó.

  Draco y Hermione fueron conducidos hacia el salón por una entusiasta Ginny que no dejaba de parlotear con Hermione intentando ponerse al día a toda velocidad. Harry estaba de pie, visiblemente nervioso, y en cuanto entraron sonrió.
  —Hermione —se acercó a ella y la chica no dudó ni un segundo en abrazarle—. Lo siento, siento haber juzgado tu relación y haberme portado como un capullo —dijo en cuanto se separaron.
  —Gracias por tus disculpas, yo... Te perdono —él sonrió y besó su mejilla—. Pero ya te advierto que como vuelvas a hacerme sentir mal... —su advertencia era en broma pero Harry sabía de lo que era capaz su amiga y asintió vehementemente.
  Draco, que había observado la escena con una sonrisa en la boca, no pudo evitar compadecerse de él, conocía a su novia y si quería podía destruirle.
  —No te preocupes, Herms, Ginny también me ha advertido de eso... —las dos chicas rieron y entonces Harry se percató de que, junto a Hermione y con las manos unidas, estaba Draco Malfoy—. Malfoy —estiró la mano y Draco no pudo evitar recordar su encuentro en el tren. Qué ironías de la vida. Con una sonrisa de lado estrechó su mano firmemente.
  —Potter —respondió de manera cordial.
  —Bueno, mientras ellos siguen con su efusividad ven, porque tienes que contarme todo y yo a ti —Ginny tiró del brazo de Hermione hacia el comedor y ella miró a Draco en una muda pregunta de si él estaría bien. Él asintió con una sonrisa.

Dramione One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora