Hermione se despidió de Draco en la Sala de los Menesteres. Habían estado juntos, cosa que últimamente cada vez se producía menos, él debía continuar con su misión y ella tenía que ayudar a Harry. Se limpió una lágrima una vez que él se hubo ido, estaba muy triste por su novio, el pobre debía llevar a cabo una tarea injusta.
Llegó a la sala común de Gryffindor en busca de sus amigos pero el único que estaba allí era Ron.
—Hola, Ron, ¿donde está Harry?
—No lo sé, simplemente se ha ido —contestó mientras se comía una rana de chocolate.
Justo en ese momento Harry entró como una exalación.
—¿Qué pasa, amigo? —preguntó el pelirrojo.
—El libro, hechizo, Malfoy... —contestó mientras agarraba su libro de pociones y el de Ron y salía corriendo de nuevo.Un escalofrío batió el cuerpo de Hermione y salió corriendo detrás de él.
El chico iba muy rápido y le perdió. Deambuló en busca de su amigo y le volvió a ver pasar como un rayo hacia el baño de la segunda planta.Echó a correr tras él y entonces casi se muere al ver el espectáculo: en el suelo estaba Draco, lleno de cortes y cubierto de sangre. Snape, arrodillado junto a él, le estaba curando y al verles llegar se levantó.
—Señorita Granger, haga el favor de llevar al señor Malfoy a la enfermería. Señor Potter, usted y yo tenemos que hablar —Hermione se acercó llorando y le llevó levitando mientras Snape se quedaba con Harry, que se debatía entre observar llorar a su amiga y mirar asustado a su profesor.Al llegar a la enfermería la señora Pomfrey acudió corriendo.
—¡Por todos los dioses! ¿Qué le ha ocurrido a este chico? —la enfermera no esperó respuesta, directamente comenzó a curarle. Igualmente Hermione no podría haberla respondido, en ese instante solo podía llorar. Al cabo de un rato la heridas de Draco dejaron de sangrar—. Las cicatrices permanecerán un poco más de tiempo, tendrá que estar aquí unos días —Hermione asintió y se sentó en una silla junto a su cama. La señora Pomfrey observó la escena y dudó antes de preguntar—. Señorita Granger, ¿qué ha ocurrido?
—Tuvo un problema con un compañero, el profesor Snape está al tanto —contestó con un hilo de voz.
—Está bien —hizo amago de irse pero se dio media vuelta y añadió—: niña, el chico está bien, puedes dejar de llorar. Toma una poción y duerme un poco —Hermione negó con la cabeza.
—Si no le molesta me gustaría quedarme aquí —tomó su mano y le observó.
—Como quieras. Si pasa algo me avisas —la señora Pomfrey se marchó a su despacho y Hermione se inclinó sobre su novio: la sangre ya no estaba y muchas de las cicatrices tampoco, aun así, Draco estaba más pálido de lo normal y tenía algunos cortes muy profundos. Le agarró la mano con más fuerza y apoyó la cabeza en la cama.
—Deberías hacer caso a la señora Pomfrey, toma una poción y duerme —murmuró una tenue voz.
—¡Draco! —gritó abrazándole.
—Ay —se dolió.
—Perdón, perdón —ella se retiró corriendo y le miró, hasta estando cerca de la muerte era guapo.
—¿Qué ha pasado con Potter y Snape?
—No lo sé, algo hizo Harry con el libro.
—Has llorado —acarició su mejilla con pesadez.
—Me he asustado. ¿Duele mucho? —preguntó acercando la cara a sus heridas y besándolas con suavidad.
—Pues no es agradable, son muchos cortes —Hermione siguió besando las cicatrices de su pecho—. Jodido Potter —murmuró molesto. Ella se separó y le miró, colocó un poco su pelo
—¿Qué ha pasado con Harry?
—Lo de siempre, discusión entre ambos.
—Pues siempre no acabas lleno de sangre.
—Nos lanzamos hechizos. Nunca había oído el que usó él. Dijo algo así como sectusenda. No sé, pero es doloroso como un cruciatus.
—Lo siento mucho —le besó en los labios y se volvió a sentar junto a él—, pero siendo sincera yo tampoco lo conozco... ¡YA SÉ! Fijo que venía en el libro.
—¿Qué libro? —Draco se movió para mirarla e hizo un gesto de dolor.
—Como Harry no sacó la nota necesaria con Snape, no se metió a Pociones, pero como Slughorn no pedía un extraordinario, acabó viniendo, seguro que te acuerdas. El caso es que como no tenía libro el profesor le prestó uno de un armario al fondo de la clase...
—Pero yo tengo el libro de Pociones y no viene ningún encantamiento para hacer carne picada con la gente.
—Es que el libro de Harry estaba ya usado, por alguien llamado 'Príncipe mestizo'. Está lleno de anotaciones, debía de ser muy bueno porque Harry logró hacer la mejor poción y obtener la Felix felicis —dijo eso último con algo de enfado y Draco dio una carcajada a pesar del dolor de las heridas—. ¿De qué te ríes?
—No me puedo creer que tengas envidia de Potter en Pociones.
—No tengo... —se defendió.
—Hermione... Te conozco. Te ha molestado que él hiciese mejor la poción.
—Pues sí, pero porque solo lo consiguió gracias al dichoso libro —admitió con frustración.
—Es que si no... Es malísimo en el noble arte de hacer Pociones —dijo imitando a Snape y provocando la risa de Hermione.
—Siento mucho que Harry te haya hecho esto —dijo al rato.
—No te preocupes, cuando lleve a cabo mi misión me querrá matar así que... —contestó él tumbándose mejor.
—¿Te encuentras bien? ¿Te duele mucho? —preguntó al ver su gesto de dolor.
—Estoy bien, voy a dormir un poco.
—Vale, estaré en el sofá —señaló el mueble.
—¡No! Por favor, túmbate conmigo —se desplazó hacia un lado para dejar espacio en la cama.
—Pero Draco...
—Por favor, no sé cuánto tiempo podremos seguir viéndonos —no pudo negarse, su mirada estaba cargada de dolor.
—Vale, pero si te hago daño me lo dices —se tumbó junto a él y Draco la abrazó apoyándose en su hombro.Y allí durmieron, en la pequeña cama de la enfermería. Él abrazándose a ella, sabiendo que sería uno de sus últimos momentos juntos, echándose de menos antes siquiera de haberse separado.
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Dramione One Shots
FanficBreves historias sobre Dramione. La autoría es completamente de JK Rowling, yo únicamente uso sus personajes y su universo para un fin lúdico. Portada por: captbexx. Créditos a los dueños de las imágenes (especialmente a Upthehillart). Para que no...