Quidditch

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  El día anterior había estado hasta tarde trabajando y esa mañana, que se suponía que la iba a tener libre, había tenido que madrugar para coger un traslador e ir con Draco, Harry, Ginny, Ron, Luna, Theo, George y Angelina al Mundial de quidditch. A todos les gustaba el quidditch y después de conseguir que se volviese a celebrar en Gran Bretaña después de los altercados de la última vez, no podía negarse. Es decir, que estaba cansada y pasar un día oyendo hablar de deporte no era su plan ideal. Sin embargo, todos estaban muy emocionados y ella se dejo contagiar el entusiasmo y, además, Draco, pacientemente, le había explicado todo lo que no sabía, que realmente era poco, ya que ella leía sobre cualquier tema, incluido el quidditch.

  Cuando llegaron al campamento todo estaba muy cambiado pero se sintió igual de maravillada cuando se instalaron en las tiendas de campaña que la última vez.
  Ese mismo día, a las ocho y media de la tarde, era el primer partido entre Inglaterra y Perú y según llegaron se prepararon para el partido. Gracias a sus hazañas en la guerra lograron conseguir un palco que, según decía Ginny totalmente eufórica, era mejor que el anterior. A Hermione todos le parecían iguales porque no lograba ver casi nada. En Hogwarts los jugadores volaban más despacio pero aquí era como ver jugar a un montón de snitchs.

  El encuentro fue muy intenso, ambos equipos cometían muchas faltas y todo el mundo estaba muy irascible. Por suerte, esta vez, pudo estar con Draco durante todo el partido y, aunque él también lo vivió con intensidad, estuvo muy pendiente de ella y se lo pasó realmente bien.

  Finalmente, Inglaterra venció por 350 a 220, todo gracias a que cogieron la snitch.
  Cuando regresaban por la explanada a la tienda todos charlaban animosamente.
  —Yo creo que si no llega a ser por Parkin, que es un excelente buscador —argumentaba Theo—, no habríamos ganado ni de coña.
  —Pero si solo nos llevaban 20 puntos —intervino Hermione provocando una orgullosa mirada por parte de Draco.
  —Hermione lleva razón —dijo ginny—, y si Ocaña no hubiese hecho esa falta empujando la bludger con la mano y aturdiendo a Vosper y su guardián no hubiese tenido tanta suerte, ni siquiera nos habrían llevado esa ventaja.
  —Pero si Flitney ha regalado unas diez veces la quaffle —rebatió George—, hemos hecho un partido bastante malo, espero que lo hagamos mejor en los siguientes. Sobre todo si queremos ganar el Mundial.

  Siguieron hablando de quidditch hasta que llegaron al campamento. Todos se despidieron rápidamente y se fueron a dormir agotados tras el intenso día.
  —¿Estás cansada? —preguntó Draco deshaciendo la cama.
  —Apenas.
  —¿Te lo has pasado bien?
  —Sí, pero más que por el quidditch, ha sido por tu compañía —Draco sonrió y la besó en los labios. Ambos se pusieron el pijama y se metieron en la cama.
  —¿Quieres leer? —preguntó Draco acomodándose.
  —Pues la verdad es que me da un poco de pereza —admitió mientras se abrazaba a Draco usándolo como almohada.
  —¿Quién eres y qué has hecho con mi novia?
  —Qué gracioso eres... —dijo bostezando.
  —¿No me has dicho que no estabas cansada? —preguntó divertido mientras abría el libro que él estaba leyendo—. ¿Hermione? —ya se había dormido. Draco sonrió y, con la nariz pegada a la cabeza de la chica, se dispuso a leer. Estaba claro, ir a cualquier parte era mejor si iba con Hermione, todo mejoraba, incluso si ella asistía más por compromiso que por gusto. Qué afortunado era.

Dramione One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora