Dramione One Shots

Durante todo el tiempo

  Imagen de Upthehillart.

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  Durante todo el tiempo que Hermione estuvo con Ron, que no fue mucho pero sí se hizo muy largo, Harry pudo observar que la amistad y el amor no siempre son compatibles.

  Ginny y él eran buenos amigos y su matrimonio, aunque breve, iba viento en popa. Pero sus amigos no, sus amigos habían empezado a salir tras aquel beso en la guerra y, sinceramente, él siempre pensó que serían la pareja perfecta: fueron amigos durante años y siempre se habían gustado el uno al otro. Pero cuando comenzaron a salir se dio cuenta de que no, que eran totalmente incompatibles, principalmente porque Ron era un completo inútil y trataba a Hermione como cuando eran amigos, es decir, ella aportaba todo a la relación y Ron solo sacaba beneficios y siempre estaban discutiendo. Además, últimamente Hermione estaba totalmente frustrada y era tan mandona como lo había sido en el colegio y él era muy mal novio y un irrespetuoso. Harry ya veía venir la catástrofe, especialmente desde que se enteró de que su amigo salía frecuentemente por ahí... El chico de gafas sabía que a Ron se le había subido la fama a la cabeza y que, desgraciadamente, resultaba muy atractivo para las chicas. Era consciente de que había engañado varias veces a Hermione y sospechaba que ella también era conocedora de este hecho.
  Ron era muy tonto, era un estúpido daltónico frente al arco iris que era Hermione.

  Hacía ya unos meses que ambos habían roto pero Ron no había sabido aceptar el hecho de quedarse solo, a pesar de que no valorase a Hermione lo más mínimo durante el tiempo que estuvieron juntos. Aun así, a pesar de que no había acabado bien, Harry nunca se imaginó un final como el que tenía delante: Hermione estaba muy furiosa y discutía con Ron, también iracundo, en mitad del jardín de la casa donde antes vivían. Pero eso no era lo mejor, lo que daba totalmente el giro a todo era que ella estaba siendo acompañada por el mismísimo Draco Malfoy, con el que parecía que Hermione estaba rehaciendo su vida y eso Ron... No lo estaba llevando nada bien.
 —¡No te atrevas a decir nada, Ronald! No mereces ni que te escuche —chillaba la chica bastante desesperada.
  —¡PERO NO VES QUE TE ESTÁ UTILIZANDO! ¡JAMÁS TE QUERRÁ COMO LO HAGO YO! —gritaba el pelirrojo tan colorado como su pelo y mirando con odio a Draco, que lucía bastante tranquilo.
  —¿Como tú lo haces? ¡JA! —Draco pasó la mano por la espalda de la chica para que se tranquilizase y pareció funcionar, ella respiró, sonrió con agradecimiento al rubio y, más relajada, continuó—. Mira Ron, tú nunca me has querido, pero ni como amiga ni como novia. Tú lo único que querías de mí era la seguridad de tener una amiga que iba a ayudarte con todo y una novia que permanecería ahí siempre porque no soportas estar solo. Pero no te preocupes, seguro que Alisson, Carol, Amanda, Diane, Eve y a saber cuántas más, están dispuestas a que pases una noche en casa de cada una para que no te sientas abandonado —ante la lista de nombres que Hermione soltó, con bastante desdén, Ron se tambaleó y sus ojos replegaron un poco la ira hacia Draco y dieron paso a un miedo que Harry solo recordaba de aquel día en la tienda de campaña. El Niño que vivió negó con la cabeza porque había acertado, su amiga estaba enterada de todo.
  —Espera, puedo explicarlo... —trató de decir Ron.
  —Yo también puedo explicarlo, es muy sencillo: no te importo una mierda y nunca lo he hecho. Pero, ¿sabes una cosa? Que me da completamente igual. Deberías agradecer a Draco porque él me ha ayudado a comprender que no mereces mi ira porque no mereces nada por mi parte —Draco miró a Hermione con una ternura abrumadora y volvió a pasar la mano cariñosamente por la espalda de la chica.
  —Él es un estúpido hurón que no tiene por qué meterse, ni siquiera debería estar aquí —escupió Ron furioso.
  —Él es mi pareja y tiene todo el derecho del mundo a estar aquí, y es más, deberías darle las gracias porque gracias a él no te mataré —rebatió muy seria Hermione pasándose la mano por el pelo con cansancio y suspirando—. Mira Ron, yo te diría que ojalá encuentres a alguien que te quiera como mínimo la mitad de lo que yo te quise pero no lo haré. Pero no es que no lo quiera hacer porque te odie o porque no lo merezcas, que bueno, no es que te lo hayas ganado... Da igual, el asunto es que no creo que encuentres a nadie porque yo te quise con todas mis fuerzas y va a ser difícil que alguien lo iguale y entonces te arrepentirás y pensarás: 'joder, nunca debí dejarla ir'.

  Harry pudo observar como, al volverse, Draco le preguntaba a Hermione si estaba bien, como ella afirmaba, se besaban y, despidiéndose de él bastante sonrientes, se marchaban de allí. Miró a su amigo: Ron seguía en la posición en la que se había quedado y observaba a ambos irse bastante impresionado. Antes de desaparecerse, Hermione se volvió, y, con una mirada seria, dijo:
  —Adiós, Ron, que te vaya bien.

  Y resulto que, así como mientras estuvo con Ron, Hermione sufrió mucho, durante todo el tiempo en el que su novio, y más tarde su marido, fue Draco, nunca había visto a su amiga tan feliz. Ese hurón, al final, sí que la merecía.