Dramione One Shots

Orgullo

  Draco se aflojó la corbata con cansancio, llevaban muchas horas allí haciendo los deberes y él estaba agotado. Dejó de escribir y observó a Hermione, ella también estaba cansada, tenía unas profundas ojeras y se mordía el labio mientras buscaba pesadamente con la mirada en un libro.

  Llevaban buscando mucho rato la respuesta a una tarea de Pociones para Slughorn.
  —No encuentro nada más —suspiró con pesar soltando la pluma para dejarse caer sobre el libro.
  —Pues va a tener que conformarse con eso, llevamos horas aquí —contestó él levantándose y poniéndose detrás de ella. Comenzó a masajear sus hombros y Hermione dejó escapar un suspiro.
  —Sabes que quiero sacar un extraordinario —murmuró con los ojos cerrados.
  —Lo sacarás igualmente, eres la mejor en Pociones —dejó un beso detrás de su oreja y volvió a sentarse.
  —Tú eres mejor.
  —Sabes que no.
  —¡Draco! —levantó la cabeza y le miró acusadoramente—. Tú eres el mejor de todo el colegio en Pociones, reconócelo.
  —Yo soy muy bueno porque es lo que se me da mejor y porque me gusta, pero tú tienes más técnica, te sabes mejor los pasos de todas las pociones y conoces trucos para perfeccionarlas. Desde Snape nunca he visto a nadie tan bueno como tú, hasta Big Slughorn lo dice —comenzó a recoger los pergaminos y las plumas y Hermione le imitó.
  —¿Big Slughorn? —preguntó divertida.
  —¿Le has visto? Parece que se ha comido un balón —la chica sonrió y le golpeó en el brazo.
  —No seas malo, que es muy majo.
  —No es majo, es un clasista de mierda —contestó con molestia—. Si no fueses la mejor alumna del colegio seguro que ni te trataría tan bien —se levantó y con un movimiento de varita devolvió los libros a los estantes.
  —Bueno... Un poco de razón sí tienes —Hermione observó a Draco acabar de recoger y no pudo reprimir una sonrisa.
  —¿Por qué sonríes? —preguntó echándose la mochila al hombro. Ella se acercó a él y le abrazó con fuerza.
  —Porque estoy muy orgullosa de ti —Draco contestó al abrazo extrañado.
  —¿Por qué?
  —Porque has demostrado que eres una buena persona, capaz de cambiar y de ayudar a los demás. Y me siento muy orgullosa por haber apostado por ti —le besó con ímpetu y él la atrajo hacia sí.
  —Yo también estoy orgulloso de mí —dijo cuando de separaron. Ella le miró con una sonrisa irónica—. En serio, mira que pedazo de novia tengo. A ver quién puede presumir de tener una novia tan lista, buena, guapa y perspicaz. Me ha tocado lo mejor —Hermione escondió la cabeza en su pecho.
  —Cállate —Draco rió y pasó los brazos por su espalda.

  Estiró la mano y cogió la mochila de la chica y, sin dejar de abrazarla, siguió andando hacia la puerta.
  Una vez fuera de la biblioteca se detuvo en el pasillo y ella se soltó de su cuerpo.
  —Anda, ponte la mochila y vámonos a dormir, es tarde y estás cansada —ella se la puso y, agarrada a su brazo, comenzó a andar junto al chico en dirección a la torre que compartían.

  Un rato después, ambos estaban tumbados en la cama, al borde del sueño.
  —Draco, ¿estás despierto? —susurró ella.
  —Mmm —murmuró medio dormido. Hermione besó su hombro.
  —¿Sabes qué?, no recuerdo que mi cama fuese tan cómoda, es mejor cuando estás en ella —el chico se giró y la abrazó.
  —Mmm —volvió a murmurar—, eso está bien, sinceramente, no quiero dormir en ningún otro sitio.