Sueños inapropiados (parte 2)

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  Al principio intentó no dormirse, quería observarla allí, abrazada a él, pero el sueño acabó ganando. Pero no duró mucho, hacia media noche se despertó agitado. Era Hermione, estaba moviéndose frenéticamente y se había desplazado hasta colocarse encima de él. No fue capaz de reaccionar, los movimientos de Hermione eran de todo menos ambiguos. Ella no paraba de gemir y sus gestos eran muy esclarecedores: estaba teniendo un sueño húmedo, y seguramente con Weasley. Comenzó a molestarle el hecho de que estuviese soñando con la odiosa comadreja mientras estaba encima de él pero de repente...
  —¡Oh, Dios mío, Draco! —gritó antes de relajarse por completo y quedar agarrada a él como un koala a su eucalipto.

  Su nombre, había sido su nombre el que había dejado escapar mientras soñaba eso. Una sonrisa se formó en su cara y la observó, ahora parecía muy relajada durmiendo sobre él. Intentó quitársela de encima, necesitaba salir urgentemente de allí. Le costó bastante, ella estaba muy cómoda agarrada a su pecho y eso a él, en cualquier otro momento no le habría importado. Pero ese no era un momento de abrazos. Con esfuerzo logró soltarla y dejarla en la cama y él salió corriendo al baño.
  Entró totalmente agitado: la chica de la que llevaba enamorado desde hacía años acaba de tener un orgasmo en un sueño con él y mientras estaba subida encima. Por todos los dioses, estaba excitadísimo. Necesitaba una ducha fría urgente. Se quitó los calzoncillos y se metió rápidamente en la ducha, la abrió en la mayor frialdad que soportaba y se metió debajo. Y un cuerno, ni aunque se bañase en un glaciar iba a ser capaz de bajar eso. No le quedaba más remedio que echar mano, no le gustaba nada pero no podía continuar así mucho más. Se rozó pero ya con eso una oleada de placer le batió el cuerpo.
  —Joder, Hermione —se le escapó mientras intentaba controlarse.
  Apagó el grifo y salió de la ducha muy tenso. No podía tocarse porque le dolía, tendría que relajarse. No recordaba haber estado en ese estado nunca en su vida. Se colocó una toalla alrededor de la cintura e intentó concentrarse para que la sangre desapareciese de esa zona. Decidió que si se iba a su cuarto tal vez podría aislarse. Abrió la puerta del baño sin hacer ruido y salió, pero, al salir, Hermione estaba esperando. No pudo ni hablar porque ella se lanzó sobre su cuello y comenzó a besarlo con fervor. Él habría respondido encantado pero se separó al temer que ella siguiese dormida—. Hermione, ¿qué haces? —sentía que su entrepierna iba a estallar.
  —Me has despertado al levantarte, al principio pensé que tenías que ir al baño pero luego oí la ducha. Es evidente que he vuelto a soñar —se señaló con vergüenza— y me había levantado con la intención de pedirte disculpas... Pero te he oído —Draco se ruborizó y se ciñó la toalla.
  —¿Me has... Me has oído? —preguntó mientras retrocedía pegándose a la pared.
  —Has dicho mi nombre —susurró ella mientras se acercaba de nuevo con la mirada turbia—. Bueno, más bien lo has gemido —y Draco no aguantó más, la besó con pasión y ella hizo lo mismo.
  —Me gustas, Hermione, desde hace mucho tiempo —dijo entre besos.
  —Mira, tú a mí también me gustas pero en este instante no quiero oírte hablar —le soltó la toalla y esta cayó al suelo. Draco se sintió totalmente expuesto pero su excitación era mayor. La besó con algo más de calma mientras le quitaba el camisón que llevaba, que también cayó al suelo.
  —No, quiero decírtelo: estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo —ella se separó y sonrió.
  —Yo creía que me estaba volviendo loca. ¿Por eso me miras tanto?
  —Sí... —se rascó la nuca avergonzado—, siento si te he molestado.
  —¿Cómo vas a molestarme? Yo también estoy enamorada de ti. Bueno, o al menos eso creo. Nunca he estado enamorada de nadie —susurró ella volviendo a pegarse a él.
  Al pegarse se rozaron y Draco soltó un ruido que a los oídos de Hermione sonó terriblemente excitante.
 
  Comenzaron a besarse con más frenesí y él la pegó a la pared y besó su cuello. Las sensaciones que cada beso mandaba a su organismo no eran comparables con ningún sueño que hubiese tenido.
  —¡Draco, por dios! —exclamó cuando él bajó y comenzó a besar sus senos.
  El placer irracional que la envolvía estaba ocasionando que se moviese y, por miedo a que se diese con la pared, él pasó los brazos por su espalda y sus rodillas y la cogió en volandas. Continuó besándola más lentamente mientras avanzaba hacia la cama y la depositó allí.
  —¿Estás segura de todo esto? —preguntó cuando, tras separarse, ella tiró de su cuello y volvió a besarlo con fuerza.
  —Llevo soñando contigo meses, no es que quiera, es que lo necesito —hablaba con tanta dificultad por su excitación que Draco tuvo que controlarse para no morir allí mismo de lo mucho que le gustaba oír eso.
  La besó mientras se subía encima de ella pero Hermione era la que había soñado con él, ella era la que necesitaba tener una idea material, no un sueño. Le dio la vuelta y le tumbó sobre el colchón mientras se sentaba a horcajadas sobre él. Draco soltó un gemido de placer cuando ella se colocó, entró y comenzó a moverse. No pudo aguantar mucho, la imagen de la chica subiendo y bajando junto a las sensaciones que le envolvían fueron suficiente. Eyaculó con fuerza provocando que ella también llegase al orgasmo. Hermione se tumbó encima de él mientras recobraban el aliento y él besó su cabeza.
  —¿Mejor que los sueños? —preguntó entrecortadamente.
  —Mucho mejor —contestó con una sonrisa.
  —Quizá no es el mejor momento para preguntar pero... ¿Esto significa algo? —él quería ser su novio pero tenía miedo de su respuesta. Hermione se incorporó y se quitó de encima.
  —No lo sé. ¿Tú qué dices? —preguntó con miedo.
  —Yo estoy enamorado de ti —contestó con simpleza. Hermione sonrió y le besó en los labios.
  —En ese caso, a partir de este momento somos oficialmente novios —Draco sonrió como un niño abriendo los regalos de Navidad y la besó con pasión.
  —Necesitas más puntos de vista para comparar con tus sueños —susurró mientras la dejaba en la cama y se subía encima. Ella dio una risita pero rápidamente se convirtió en un suspiro cuando él comenzó a besar su cuello de nuevo y fue bajando...

Dramione One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora