Domingo muy temprano, Akihiko estaba esperando el taxi que le llevaría al aeropuerto. Después de los acontecimientos acaecidos en la editorial con Misaki, esa noche pensó y analizó su situación, no cambiará de opinión respecto a lo de formar una familia, por mucho que quiera retener al castaño, éste merece ser feliz y él no lo hará, las palabras de Misaki ese día le calaron hondo... "déjame recordarte como algo bonito" así que decidió dejarlo en paz para siempre, ese joven que le dedicó 4 años; cediendo y cumpliendo sus caprichos, es digno merecedor de cumplir sus anhelos y sabe de sobra que con él eso jamás pasará... después de pensarlo en profundidad y hablar con Isaka, comprometiéndose a cumplir con los manuscritos, se va a Londres de forma permanente. Se despidió sólo de su amigo Takahiro, éste le contó que estaban en Tokio por la graduación del castaño, así que como ofrenda de paz y disculpas le envío algo, de su familia no se despidió, sólo les informó que se iba y se los hizo saber por teléfono, no quería ni tenía ganas de verles. Sonó el timbre y respondió, le avisaban que su transporte ya había llegado y estaba esperando, cogió una pequeña maleta y se marchó...
-Adiós Japón -dijo cuando estaba sentado en el asiento del avión, antes de despegar, cogió un libro y se puso a leer-.
☆
Misaki despertó temprano, bueno teniendo en cuenta la noche anterior, las nueve de la mañana es pronto, pensar en Asami, no lo deja seguir durmiendo, se levantó y fue a la habitación de su amigo y éste dormía como marmota... no hubo caso que se moviese para que estuviese más cómodo, el castaño optó por cubrirlo con una manta y le dejó descansar. Fue a la cocina a intentar comer algo, estaba nervioso, aún siente los estragos de la noche pasada, sigue sin creerlo; estuvo a punto de tener relaciones sexuales con un "desconocido", de sopetón recordó que era doncel, que si hubiesen llegado hasta el final, podría haber tenido consecuencias, porque claramente ninguno estaba en sus sentidos y en lo último que pensaban, era en protección... pensando en ello, decidio buscar ayuda profesional, necesita información certera de su condición de doncel, aprovechará esta semana que tiene libre... inconscientemente sonríe, otra vez, no puede dejar de hacerlo, el timbre sonó sacándolo de su ensueño, fue a ver quien era.
-Buenos días, busco a Takahashi Misaki -era un repartidor, traía flores-.
-Soy yo -extrañado-.
-Esto es para usted, -le extendió unas flores- necesito su firma aquí -señaló un albarán-.
-Gracias -recibió las flores y firmo, se fijó que el remitente era Akihiko y le agrió el humor un poco-.
-Adiós.
Las flores traían una tarjeta, primero pensó en tirarlas, pero le dio cosa... las flores eran bonitas, leyó el mensaje.
Gracias por compartir un pedacito de tu vida conmigo, por hacerme reír, por cruzarte en mi camino… fuiste la forma más hermosa, que tuvo la vida para decirme que se puede tener todo, sólo que yo, no era el indicado para acompañarte, sé feliz, te lo mereces… Felicidades por tu graduación, adiós. Akihiko.
No sabía qué era, pero lágrimas salieron de sus ojos... tenía claro que no amaba a Akihiko, pero ese "adiós" le provocó mucha pena, salió a la terraza y mirando el cielo, dijo...
-¡Adiós Akihiko! -con esa frase estaba seguro que cerraba una etapa-.
Entró a casa y se fue nuevamente a la cocina, preparó algo rápido y después volvió a su cuarto, en una semana comenzaba a trabajar, esta vez sí usaría traje, pensó invitar a Tōdō al centro comercial cuando despertase, ya que sólo tiene un par que le regaló Akihiko, pero recordó su cita para cenar y como invocación su móvil sonó, anunciando un mensaje.
Decir que estaba feliz era poco, ese hombre era muy directo, respondió el mensaje y se metió a dar un baño para relajarse, estuvo metido en el agua hasta que esta se enfrió, estaba nervioso, no sabía qué esperar... fue otra vez, a ver a su amigo, quería contarle todo lo que ha pasado desde la fiesta, pero Tōdō seguía durmiendo, no quiso despertarlo, además ya era casi la hora de que vendrían a por él, le escribió una nota y se la pegó en el frigorífico, ya más tarde o mañana hablarían. Asami le escribió que en 5 minutos estaba ahí, buscó sus llaves, cartera y móvil y bajó al lobby del edificio.
☆
Asami despertó relajado, hacia años que no descansaba tan bien, pensó en Misaki; su aroma y sus ojos, estaba seguro que eran la causa, cogió su móvil y le envió un mensaje, al rato obtuvo contestación.
Se levantó, quiere asegurarse que todo sea perfecto, le prometió algo sencillo y se lo cumpliría... pero para ello debe cerciorarse de que su seguridad sea "invisible", hombres de traje negro y gafas oscuras, podrían asustar a Misaki, tiene claro que llegado el momento le dirá lo de su otra vida, pero por el momento, trata de no pensar en ello, por primera vez teme ser rechazado, no se cree capaz de retenerlo a la fuerza y ver esos ojos mirarlo con tristeza o miedo.
Dejó esos pensamientos de lado y siguió con sus planes, ya con todo preparado se fue a dar un baño, salió de su habitación y no encontró a nadie, otra vez... intentó prepararse un almuerzo, pero su frigorífico, normalmente no cuenta con lo necesario para cocinar, él, por lo general come fuera, bebió un poco de café y un sándwich, llamó para comprobar que todo estuviese como lo pidió, confirmó sus planes, fue a vestirse, ya era hora de ir a por su castaño, le mandó un mensaje avisando que estaba llegando, aparcó e iba a llamarle, cuando le vio salir del edificio, se acercaba a la camioneta, rápidamente se bajó y aceleró sus pasos, lo cogió de la cintura y le dio una vuelta antes de esconder su cabeza en el cuello de Misaki.
-Te extrañé -inhaló su aroma-.
Misaki vio llegar la camioneta y salió del edificio, caminaba hacia donde estaba Asami, pero éste bajó y casi corriendo le dio alcance, lo cogió por la cintura y le dio una vuelta, sintió escalofríos cuando le habló, tan apegado a su cuello, de forma natural, le abrazó.
-Yo también te extrañé -respondió entre un suspiro-.
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Y... Por qué no?
FanfictionDicen que cuando nos enamoramos de una persona a primera vista, es porque esa persona fue nuestro amor en otra vida. Eso les pasa a Misaki y Asami... sólo les bastó cruzar miradas para reconocerse, soñarse, desearse, pero sobre todo AMARSE. Mi prime...