Kirishima se pasó la tarde organizando todo lo que su jefe le había ordenado, cuando se dio cuenta ya pasaba de las nueve de la noche, apagó su portátil y se retiró a descansar, pensaba que era una lástima que no viese a Misaki por lo tarde que era, subió al ascensor desde el parking y este se detuvo en el lobby, se sorprendió cuando vio subir al castaño, venía con los ojos hinchados y el rostro con evidentes muestras de haber llorado, subió como un zombie, no reparó en su presencia, sólo hasta que éste le saludó.
–Buenas noches Misaki, ¿estás bien? -usó un tono paternal, se notaba la preocupación en su voz-.
–¡Oh! Buenas noches Kirishima-san, disculpe mi torpeza -hizo una reverencia y trató de ocultar su rostro- sí estoy bien, sólo algo cansado -mintió-.
Obviamente Kirishima no le creyó, pero no quiso presionarle para que le contase, qué fue lo que ocurrió, sólo le observaba atentamente, se notaba la tristeza en esos apagados ojos. Quería conocer la identidad del que puso a su ángel en ese estado y hacerle una visita para "hablar".
Llegaron al piso donde cada uno se disponía a entrar a sus respectivos departamentos, pero a Misaki se le cayeron las llaves, ese simple acto o tal vez, el tono paternal que usó Kirishima en el ascensor, le provocó llanto, tanto que sus ojos competían con unas cataratas, se sentía estúpido, patético por estar llorando, otra vez, frente a un desconocido, el mayor se acercó y sólo atinó a abrazarle sosteniendo su cabeza, que el castaño había hundido en su pecho, no le dijo nada, le permitió que se desahogase, notaba que sufría y mucho.
Tōdō estaba en la sala y oyó ruidos fuera del departamento, por la hora sabía que era Misaki, pero al pasar los minutos y no ver ingresar al castaño, se preocupó y abrió la puerta, fuera se encontró a su amigo desconsolado, fuertemente abrazado al mayor.
–Misaki, ¿Qué pasó? ¿Te han hecho daño? -preguntaba su amigo, también se preocupó-
El castaño sólo negó con su cabeza, sin dejar de llorar ni de abrazar a Kirishima, ese abrazo le recordaba a su padre; aunque era pequeño cuando murió, si recuerda que era muy cariñoso con él y su hermano Takahiro. Después de un rato, deshizo el abrazo, sorbió por su nariz y entre hipidos, se disculpó con el mayor.
–Lo...lo siento, he arruinado su traje, yo puedo enviarlo al tinte...
–No es nada, es sólo ropa, ahora me preocupas tú -habló calmadamente Kirishima-.
Entraron todos al departamento y se sentaron en los sofás.
–Estoy bien -como siempre restando importancia a sus problemas, para no molestar- sólo que hoy tuve mucho trabajo y...
–¿No será que lo viste a "él" en la editorial y te trató de convencer para que volviesen a estar juntos? -le interrumpió Tōdō-.
–Sí y no -respondió Misaki- le vi y no trató de convencerme para volver, pero sí me humilló, tratándome como a un cualquiera, que me metía con quien sea para alcanzar mis sueños... -a pesar de haber decidido no volver a llorar por Akihiko, ahí estaba como una Magdalena- m... me due... me duelen mucho sus palabras -lo dijo cubriendo su rostro con sus manos-.
El mayor que se mantuvo en silencio, no entendía nada, pero estaba seguro que su ángel no se merecía ser tratado de esa manera, él es muy bueno leyendo el interior de las personas y a leguas se notaba que el castaño era alguien de corazón puro. Estaba pensando cómo sacarle el nombre de ese malnacido que lo hizo sufrir, hasta que oyó a los amigos hablar
–¡ES UN PENDEJO! No merece tus lágrimas -decía Tōdō, muy enfadado- durante estos cuatro años, jamás se preocupó por conocerte, saber tus gustos, sueños, lo siento amigo, aunque te duela, pero tengo que decir esto, él no te ama, de lo contrario nunca te hubiese tratado así, él quiere; tus cuidados y completa atención, te alejó de cualquier amigo que hacías en la universidad o trabajo, por sus celos injustificados, yo sigo a tu lado porque me importa una mierda lo que piense ese egocéntrico, te anuló como persona, siempre haciendo su voluntad, cumpliendo sus caprichos, más que su pareja... eras su esclavo.
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Y... Por qué no?
FanfictionDicen que cuando nos enamoramos de una persona a primera vista, es porque esa persona fue nuestro amor en otra vida. Eso les pasa a Misaki y Asami... sólo les bastó cruzar miradas para reconocerse, soñarse, desearse, pero sobre todo AMARSE. Mi prime...