SÓLO NOS ENAMORAMOS

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-¡Cállate! -Akihiko encolerizado se lanzó sobre Asami-.

Misaki por instinto se refugió en el pecho de su novio,  sintió como Asami le envolvía con sus brazos para protegerle, oyó el golpe y se alarmó, el peliplateado había logrado asestarle un puñetazo en la mejilla al ojimiel, haciéndole retroceder unos pasos y casi caer, soltándole para evitar daños.

Takaba aprovechó el alboroto y cogió de los brazos a Misaki.

-¿Por qué no te vas con el escritor?  -lo zarandeó-  Asami es mío.

-¡Suéltame!  -el castaño forcejeaba para liberarse e ir con Asami-  Ryūichi ¿Estás bien?

Asami no tuvo oportunidad de responder, Akihiko, otra vez, le lanzaba un golpe, que logró esquivar y devolverlo con toda la rabia que llevaba acumulando desde que apareció esa noche y comenzó con su verborrea, haciendo al peliplateado caer de vuelta al suelo, dándole la oportunidad de ir con Misaki, pero poco avanzó, el escritor había enredado sus piernas a las suyas, haciéndole caer y comenzar a liarse a golpes en el suelo, Asami golpeaba sin contención, ese Usami ya le había agotado la paciencia, además tenía que proteger a su castaño, así que no tuvo consideración a la hora de propinarle los golpes. Akihiko con la rabia que sentía, aguantaba los leñazos y devolvía alguno de los tantos puñetazos, pero no podía compararse en fuerza, ni en agilidad con Asami, pero ahí estaba, soportando por mero orgullo.

Misaki ya no aguantaba, no quería poner en riesgo a su pequeña, que no dejaba de dar patadas, tal parecía que estaba nerviosa, pero no toleraba ver a Asami corriendo ningún tipo de peligro, ignorando el dolor en sus brazos, comenzó a forcejear con más fuerza, logrando liberar uno de ellos, Takaba iba a agarrarlo de nuevo y estiró más su brazo para atraerlo, pero el castaño fue más astuto y sacó ventaja de esa fuerza, dio un paso corto de refuerzo hacia atrás y golpeó en el lateral del abdomen del rubio con su pierna, por el impacto Takaba le soltó el brazo y se dobló por la pérdida de aire, Misaki no se detuvo, le cogió con rudeza los cabellos y le dio un rodillazo en el rostro, sin darle la oportunidad de caer, lo sostuvo con firmeza.

-Os lo advertí,  -jaló con más fuerza de los cabellos de Takaba-  puedo parecer dócil, pero si os metéis conmigo o con Ryūichi, me convierto en el mismo demonio, no por nada a la última persona que se atrevió a ponerle las manos encima a mi novio, terminó castrado y ahora está encerrado recibiendo su merecido.

-¿Qué tienes tú o qué hiciste para que Asami  -la voz de Takaba era quejumbrosa-  haya cambiado?

-No te equivoques,  -Misaki sonrió de lado y jaló un poco más, para que Takaba le viese-  Ryūichi no ha cambiado y no quiero que lo haga, sigue siendo el mismo diablo, yo no tengo, ni he hecho nada, sólo nos enamoramos,  -soltó los cabellos del rubio, dejándole caer al suelo-  es tan difícil para vosotros aceptarlo.

-NO LO ACEPTO,  -la voz le salía desgarrada-  te odio.

-Viviré con ello  -Misaki le dio la espalda para alejarse, pero antes giró su cabeza y advirtió-  y recuerda, no vuelvas a meterte con mi familia.

Misaki no volteó, a pesar de los gritos de Takaba, respiró profundo un par de veces, aguantó el dolor y fue con Asami que seguía golpeando a Akihiko, que ya no respondía a los golpes.

-Amor, ya basta,  -tocó el hombro de Asami-  pienso que ya es suficiente.

Asami enceguecido descargó contra el escritor, toda su furia, recibió algunos golpes, pero no le importó, ese Usami se había atrevido a insinuar que su pequeña no debiese nacer, eso no se lo perdonaba a nadie, cuando Misaki tocó su hombro, enfocó su visión y su castaño estaba a su lado, pidiéndole que se detuviera, pero algo no iba bien, dejó a Akihiko ya casi inconsciente y se levantó.

-Cariño ¿qué tienes?  -Asami lo sostuvo de un brazo y le tocaba el rostro pálido y sudoroso-  ¿qué te han hecho?

-Ryūichi,  -se agarró de las solapas del traje de Asami-  no dejes que me caiga -y se desvaneció-.

-¡Misaki!  -Asami afianzó el agarre y lo cargó como princesa, para llevarlo a la banqueta que estaba más próxima, luego sacaba su móvil, miró con odio a Takaba y a Akihiko-  no tendré consideración con vosotros si algo les pasa a Misaki o a Sayumi...  -esperaba que del otro lado de la línea le respondiesen-  ¡Mierda! Responde de una maldita vez  -volvía a marcar-.

                  ☆

Shinnosuke y Haruhiko buscaban a Misaki y Asami, querían darles los saludos de Año Nuevo, según Kaoruko, los encontrarían en una de las terrazas, cuando llegaron la escena los desconcertó, Akihiko semi inconsciente en el suelo, un rubio lloraba, a ambos les habían dado de golpes, el pelinegro, preocupado buscaba a su amigo, en una de las banquetas vio a Asami  maldiciendo al teléfono y a Misaki desmayado, corrió a su lado.

-¡Misaki!  -se quitaba la chaqueta y la puso a modo de almohada para el castaño-  ¿qué ha pasado?  -no recibió respuesta, Asami no dejaba de marcar en su móvil-.

-¡BUSCA LA CAMIONETA YA!  -Asami gritó al teléfono-  Misaki se ha desmayado.

-Mejor lo llevamos dentro,  -Haruhiko guardaba su móvil-  el médico no tarda, está en la fiesta.

Asami asintió y cargó a su castaño para seguir a Haruhiko hasta una de las habitaciones, lo recostó en la cama y con ayuda de Shinnosuke le quitaron los zapatos y la chaqueta.

-¿Akihiko tuvo algo que ver?  -Haruhiko preguntó a sabiendas-.

-... -Asami no apartaba la vista del castaño-  así ponga en riesgo nuestra sociedad, no dudaré en matarle si algo le pasa a mi familia.

-¿Qué hizo Akihiko?

-Se atrevió a reclamarle a Misaki que fuese feliz  -guardó silencio y acarició el vientre del castaño, sintió cierto alivio al sentir una patadita por parte de Sayumi-  y dijo claramente que mi pequeña nunca deb...

-No lo digas,  -interrumpió Fuyuhiko-  es mi hijo, pero ha pasado los límites ¿dónde está tu hermano?  -interrogó a Haruhiko-.

-Quedó tirado en el suelo de una de las terrazas  -Haruhiko habló como si hablase de un trozo de papel-.

El Usami mayor sólo asintió y con pesar miraba al castaño, luego salió para buscar a su hijo.

Todos guardaban silencio, esperando al médico, que llegó a la habitación con su maletín.

-Buenas noches a todos  -el médico saludaba y se acercaba a la cama-.

-Buenas noches doctor Miura,  -Asami saludó-  gracias por venir.

-Perdón la tardanza, pero tenía que ir a por mi maletín,  -descubría uno de los brazos de Misaki, las marcas del agarre eran muy notorias-  Asami-sama, ¿podría explicarme qué le ha pasado al joven Misaki? 

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora