... ¿y por qué se pondría feliz de verte?
-Es el creador de The Kan, nuestro manga favorito, -Tōdō quiso poner en aprietos a su amigo- siempre es amable con Misaki, quiere enamorarlo.
Misaki asentía muy contento a lo que decía Tōdō, hasta que dijo que sensei quería enamorarlo.
-¿QUÉ? No... ¡Shinnosuke! -si pudiese matar con la mirada, lo hubiese hecho- no digas tonterías.
-No son tonterías, -aguantaba la risa- sensei, siempre te ha pedido que lo aceptes.
-Eso... eso -la mirada de Asami lo estaba poniendo nervioso- ya no es así.
-¿Y cómo estás tan seguro? -Asami ya se acordó quien era ese tal Ijūin- creo que iré contigo.
-Porque antes de salir de la editorial, sensei estaba en una relación con Yanase y por lo que me dijo, estaban muy enamorados y no me digas que estás celoso, no ves que Shinnosuke sólo lo hace para molestarme.
-Y para cobrármela, -Shinnosuke reía burlón- Asami-san, no se preocupe, sólo quería devolvérsela a Misaki, ahora me retiro, iré a descansar, buenas noches.
-¡¡Buenas noches!! -respondieron los demás-.
-Yo también me retiro, -Kirishima huía de la zona de guerra, esos dos, posiblemente, tendrían una discusión por celos, ya vio la cara de su jefe, pero igualmente se va tranquilo, su angelito sabe cómo calmar el ánimo de Asami- buenas noches, que descansen.
-¡¡Buenas noches!! -Misaki y Asami-
Misaki, recogió todo y lo llevó a la cocina, Asami se mantuvo en silencio, sigue celoso, no le agrada ver a otros hombres cerca de Misaki y menos a quien ha demostrado interés romántico en el pasado, cuando el castaño apagó las luces y se acercaba, lo cargó y le hizo enrollar las piernas a su cintura.
-Estoy celoso, -le hablaba bajito y muy ronco al oído- me hierve por dentro, siquiera pensar a otros cerca... -siseó, Misaki le había lamido el cuello-.
-¿No confías en mí?
-En ti sí, -besaba el cuello del castaño- pero en ese tal Ijūin, no.
-Ya te lo he dicho, -hacía su cabeza para atrás, para que su novio no dejase de besarle- sensei está enamorado de alguien más y yo sólo le veo como mi mangaka favorito y de verdad ¿piensas acompañarme a la firma de The Kan, para asegurarte que sensei no está interesado en mí? Yo no tengo problema con ello, pero no quiero que te expongas.
-¿Exponerme? -Asami le miró confundido-.
-Será difícil asegurar tu protección, esos lugares suelen estar atestados de gente y llamarán demasiado la atención tus guardaespaldas -no dice nada, pero algo le preocupa-.
-Hablas como Kirishima -le mira a los ojos- ¿qué pasa cariño?
-Tal vez sea paranoia, -le da un beso esquimal- pero creo que quien ideó ese plan para perjudicarte, está buscando algo más que desprestigiar tus negocios.
-De eso no te preocupes, -quiso aligerar el momento- creo que pasarás a formar parte de mi equipo de seguridad.
-No te lo tomes a broma, -arruga el ceño- prometiste no correr riesgos innecesarios.
-No lo haré, lo prometí, -caminaba hacia la habitación, mientras le besaba- te he extrañado Misaki.
-Yo también Ryūichi, -continuando el beso- por favor, borra cualquier rastro de ese hombre, sólo quiero que tus besos me abrasen la piel.
Asami entró a la habitación sin dejar de besar al castaño, cerró la puerta y lo apoyó de espaldas a ella, le abrió el albornoz y besaba, lamía y mordía su cuello, para seguir bajando a sus pezones que pellizcaba antes de meterlos a su boca, chupaba con fuerza, sabía que a Misaki le gustaba, quería oírle gemir pero éste mordía la manga del albornoz para que no se le oyese.
-Quiero oírte, -le mordisqueaba un pezón- sabes que eso me calienta.
-¡Mmm! -negaba mientras ahogaba sus gemidos con la tela- nos pueden oír.
-¿Y qué haremos cuando se ponga más interesante la cosa? -simulaba una embestida-.
-Amordázame, -cogía el cinturón del albornoz y se lo extendía a Asami- la última vez, eso también te calentó -se movió sobre la erección del mayor- y yo lo disfruté mucho.
-¿Dónde dejaste a mi dulce castaño? -su sonrisa era torcida, la actitud de Misaki lo enciende-.
-Perdido en el placer, que me provocas.
Asami puso a Misaki de pie y le besó con desesperación, el otro respondía de la misma manera, así, literalmente comiéndose la boca, comenzaron a despojarse de sus albornoces, quedando sólo en bóxer, el castaño arrastraba sus uñas por los musculosos brazos del mayor y Asami como respuesta le apretaba los glúteos, como necesitaban el oxígeno para subsistir, se detuvieron, sus respiraciones eran agitadas, el castaño subió sus manos a la nuca de su novio y enterró sus dedos por sus cabellos, jalo un poco, atrayéndolo para verle a los ojos.
-Te amo Ryūichi, -Misaki le miraba intensamente- lo que dije antes, es cierto... quiero envejecer contigo.
-Y yo te amo Misaki, -su mirada era de completa adoración- yo quiero más que envejecer contigo, quiero formar una familia con hijos, muchos si fuese posible, -rio porque Misaki abría los ojos enormes- con mascotas incluidas.
-¡Jajaja! -el último comentario le causó gracia- eso sería mucho trabajo, niños y mascotas, me volveré loco.
-Entonces -lo recostó en la cama- sin mascotas.
Comenzó a descender con besos, desde el cuello, deteniéndose en los pezones y succionarlos.
-Quiero ver cómo nuestros hijos -succionaba con más fuerza- se alimentan de ti.
-¡Mmm! Ryūichi, -mordía su mano para reprimir sus gemidos- no sigas.
Asami desoye la petición del castaño y sigue succionándole los pezones, cuando estuvo satisfecho, siguió bajando con besos y lamidas hasta el plano abdomen que mordisqueó un par de veces.
-Y aquí, -acariciándole el abdomen- deseo que lleves a nuestros hijos.
-¿Y cuándo esté enorme? -hacía un puchero- ¿te seguiré gustando?
-Siempre, aunque te pongas como una pelota, que no podrá ni verse los pies.
-Eso no tiene gracia, -aunque lo dijese serio, el brillo de sus ojos, demostraba cuánto le gustaba la idea- ¿incluso si por estar tan gordo y no verme los pies, me pusiese zapatos distintos?
Asami se carcajeó por las ocurrencias de su castaño, subió hasta su rostro y le besó cadenciosamente.
-Con más razón, -masajeó la entrepierna del castaño, haciéndole gemir- porque verte con zapatos distintos, me recordará que llevas en tu vientre el fruto de nuestro amor.
Misaki se retorcía por las caricias de Asami, cogió una almohada y la acercó para morderla, ya no podía seguir mordiendo su mano para ahogar sus gemidos, aunque en realidad él deseaba gritar y liberar toda esa pasión que le provoca su novio, el mayor quería oírlo y sujetándole ambas manos a los costados, se dedicó a besar, lamer y chupar sus pezones.
-¡Ahhh! -gimió jadeante y miraba severo a Asami- no quiero darle motivos a Shinnosuke para que se meta conmigo, si no quieres amordazarme, deja que me cubra con la almohada, -enrollaba sus piernas en la cintura del mayor y lo atrae hacia él- no quiero que te detengas, te necesito.
ESTÁS LEYENDO
Y... Por qué no?
FanfictionDicen que cuando nos enamoramos de una persona a primera vista, es porque esa persona fue nuestro amor en otra vida. Eso les pasa a Misaki y Asami... sólo les bastó cruzar miradas para reconocerse, soñarse, desearse, pero sobre todo AMARSE. Mi prime...