¡BENDITOS CELOS!

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Shinnosuke puntual salía del ascensor del parking, allí estaba su amigo, sonriendo de oreja a oreja, esperándole.

-Ya estoy aquí, ¿por qué nos vemos en este lugar?

-Porque, -no dejaba de sonreír-  de aquí nos vamos a cenar, iremos a celebrar... mi ascenso.

-¿Qué? -se contagió de la alegría del castaño-  no me digas que para eso te citó Kirishima-san.

-¡SÍÍÍ! -chilló-  aún no me lo creo, este día ha estado lleno de sorpresas, pero a partir de mañana, seré el asistente de Kirishima-san.

-Felicidades amigo,  -le abrazó y daba golpecitos en la espalda del castaño-  te lo tienes merecido, hiciste un gran trabajo y todos se dieron cuenta.

-Gracias hermano,  -lágrimas traicioneras salían de sus ojos-  tú siempre crees en mi.

-Ya te lo he dicho antes, te faltaba confianza, tú eres muy capaz de lograr cualquier cosa que te propongas, entonces ... -tratando de aligerar el momento, no quiere llorar, junto a su amigo-  vas a invitarme a cenar, pero ¿por qué vernos aquí? no me digas que tu ascenso incluye un coche de empresa, con chófer.

-¡Jajaja! No,  -secaba sus lágrimas-  lo que pasa es que no iremos solos, Kiri...

El sonido del ascensor lo interrumpió, dejando ver al trío de amigos y a Kirishima, rápidamente escondió su rostro y quitaba cualquier rastro de lágrimas y Shinnosuke quedó estático, pensando que no puede ser lo que está imaginando... ¿Irán a cenar con el dueño, su mano derecha y sus socios?

                       ☆

El trío de amigos y Kirishima salieron del ascensor, encontrando a los jóvenes allí esperando, Asami notó que su castaño estuvo llorando y trataba de esconder su rostro, para que nadie lo notase, iba acercarse para cerciorarse que estuviese bien, pero Misaki adivinó sus intenciones, levantó su rostro y le miró sonriendo, mientras negaba levemente con la cabeza, señal de que estaba bien, resignado no hizo nada. Su asistente fue el primero en hablar.

-Hola Shinnosuke,  -Kirishima le puso la mano en el hombro-  estuviste muy bien en la junta, felicidades.

-Hola Kirishima-san,  -inclinó su cabeza-  gracias, sólo hice mi trabajo.

-Hola Shinnosuke,  -Feilong hizo acto de presencia-  fue una sorpresa verte aquí, buen trabajo.

-Sí muchacho,  -coincidía Mikhail-  buen trabajo.

-Asami-sama, señor Feilong, señor Arbatov -se reverenció- buenas noches.

-¿Ustedes se conocen? -intervino Asami, está seguro que sus amigos le mandaron a investigar-.

-Sí, -el chino rió de lado-  hace unos meses nos conocimos en una cafetería.

-Ya vámonos,  -el ruso no quiere que se profundice en el tema, Kirishima ya tiene una mirada asesina-  la noche es corta y tenemos que celebrar.

-Muchachos,  -Kirishima quitaba el seguro de su coche- vosotros vendréis conmigo.

-¡¡Sí!! -respondieron a coro, para subir luego al coche-.

Los demás se fueron en la limusina, Asami hubiese querido ir con su novio, pero estaban sus amigos y también que no había una excusa para esa acción, sin levantar sospecha, aunque a él no le importa que todos sepan, pero entendía que a Misaki le incomodaría ser comidilla de comentarios mal intencionados.

Llegaron al restaurante de la bahía, Misaki recordó que fue en ese lugar, donde vio a su ahora novio por primera vez y sonrió por ese recuerdo, buscó con la mirada a Asami, que también sonreía y le observaba fijamente. Entraron y nuevamente fueron golpeados por el lujo, Asami iba adelante y fue recibido por el encargado, quien inmediatamente los acompañaba al lugar que siempre tienen apartado para el dueño, iban caminando y de una de las mesas, una hermosa mujer se le acercó a Asami, era extranjera porque le saludó de besos en la mejilla y la muy descarada no le quitaba las manos de encima, el castaño apretaba los puños, no le gustaba que alguien más se acercase así a su novio, por suerte éste se despidió rápidamente de ella y siguieron caminando, pero aún así, no conseguía tranquilizarse, bullía por dentro, antes de entrar al privado habló.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora