...NOS ESTÁN TIMANDO?

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... cuando les sirvió sus tragos, les guiñó un ojo, a la vez que les acarició la mano sutilmente con el meñique.

-Debe buscar, una buena propina  -comentó divertido Shinnosuke-.

-¡Ja! Yo creo, -daba un sorbo a su trago, sin dejar de mirar a la barwoman-  que extraño, esta bebida no sabe igual a la que tomamos en el restaurante.

-Cada bartender lo prepara distinto, -probaba el suyo y hacía un gesto de desaprobación-  pero tienes razón, no le noto el vodka y por el precio, mejor tomaba una tónica.

-En el viaje a Osaka,  -se sonrojó-  probé el whisky, luego pediré uno.

-¡Uy! Ahora tienes gustos refinados, avión privado y ahora whisky.

-No empieces, es sólo un trago, además tú también has viajado en avión privado con Haruhiko y él también bebe whisky, tal vez te invite algún día.

-Ya no digo nada, -ríe divertido-  bien dicen que por la boca muere el pez, pero pediré uno para probarlo y saber que tal.

-Algo de comer, estaría bien, de lo contrario terminaremos ebrios.

Pidieron unos entremeses y siguieron platicando, Misaki no le quitó ojo a esa mujer, notó cosas extrañas, cada que preparaba un trago, no lo hacía sobre la barra, lo hacía más escondida y luego de entregarlo, metía en una especie de copa grande; a veces olivas, cerezas o rodajas de limón, hasta vio como ponía cacahuetes... pidieron whisky en las rocas, así lo probó el castaño, pero otra vez, sabía distinto.

-Esto no se parece en nada a lo que probé con Ryūichi.

-¿Tal vez, es la marca? -lo probaba, pero no le agradaba-  primera vez que lo bebo y se me hace un poco insípido.

-Puede que sea la marca, pero hasta el color es distinto y date cuenta que hemos bebido ya dos tragos y yo por lo menos, que no acostumbro beber, no me siento mareado ni nada, en otras ocasiones con el primer trago ya siento los efectos del alcohol.

-Misaki ¿no será que nos están timando?

-Es lo mismo que estoy pensando, esto no es lo que yo creía al comienzo, por hoy nos iremos a casa, mañana quiero que subas a presidencia.

-Y ¿para qué? ¿Comeremos ahí?

-Sí, pero también para que me ayudes a distinguir los sabores de diferentes bebidas alcohólicas.

-¿Qué, nos emborracharemos en la oficina? ¿Y de dónde sacarás alcohol?

-Tanto así no, sólo será probar y en la oficina de Ryūichi, hay un mini bar, allí tiene de todo.

-¿Y para qué haremos todo eso? ¿No nos meteremos en problemas?

-Mañana volveremos aquí y pediremos otros tragos y compararemos, si es lo que pensamos, alguien está haciendo pasar gato por liebre y todo ese alcohol y más, lo está sustrayendo, faltaría averiguar quién o quiénes y cómo. Y si hubiese algún problema, yo me responsabilizo.

Shinnosuke, a pesar de la situación, está orgulloso de su amigo, piensa y maquina planes de forma natural, no se parece en nada al Misaki nervioso, tímido que le huía a los problemas, frente a él hay un hombre astuto, tenaz, sólo espera que no se exponga demasiado y corra peligro.

Se retiraron del bar y otra vez a emprender la travesía, pero ahora para salir, Tōdō puso a Misaki delante de él y prácticamente a empujones salieron del lugar, aunque no ilesos, más de alguno se aprovechó y manoseó o jaló al par de amigos, una vez fuera tuvieron que estirar sus ropas y arreglar sus cabellos, antes de coger un taxi que los llevase a casa, el viaje fue silencioso, cada uno iba sumido en sus propios pensamientos, ya en el departamento sólo se fueron a descansar, ni ganas de comer tenían.

Para Misaki, la mañana en la oficina se le pasó entre trabajo, una larga llamada con Asami, dónde parecía que llevaban sin verse semanas, el mayor se iba a Rusia y con el cambio de hora y sus compromisos, hablarían menos o ya muy tarde, luego de peticiones mutuas de cuidarse, te amo y te extraño, se despidieron para seguir cada uno con sus cosas. También buscó recetas de tragos, ya cuando Shinnosuke subió a la hora de la comida, tenía la salita de descanso con las botellas de alcohol, algunos zumos, hielo, tónica, agua mineral, etc...

-¡Vaya! Sí que te lo tomas en serio, -el pelinegro veía todo con sorpresa-  de aquí ya saldremos ebrios.

-Ya te dije que sólo probaremos, no nos beberemos una copa de cada trago,  -arrugó la nariz-  hasta pretendo escupirlo, no lo tragaré, sólo quiero degustar.

-Pues manos a la obra,  -se quitaba la chaqueta y arremangaba su camisa-  pero primero comemos ¿no crees?

-Sí, con el estómago lleno, no nos sentará tan mal.

Después de comer, Misaki puso hielo y whisky en un vaso y lo probó, luego le dio el vaso a su amigo, para que hiciese lo mismo.

-¡Mmm! Esto es distinto, muy distinto,  -el pelinegro carraspeaba-  te quema un poco la garganta, pero el sabor es agradable.

-Te lo dije, el que bebimos en el bar, espera... -cogió agua mineral y le puso al vaso, para después probarlo-  estaba adulterado con agua al parecer -le extendía el vaso, otra vez-.

-¿Y eso es normal?

-Por supuesto que no, te contaré todo,  -Misaki se sienta y mira decidido a su amigo-  en un principio creí que robaban dinero de las ventas, pero estas están en orden, aun así algo no me cuadraba, mis sospechas se confirmaron cuando escuché a ese hombre, sólo tenía que averiguar el qué, seguí investigando, revisé los inventarios, las compras, las ventas, todo y ahí descubrí que era, de alguna manera se llevan mercancía de las bodegas, pero no pensé que para lograr su objetivo, timasen a los clientes por el camino.

-¿Cómo estás tan seguro?

-Te daré un ejemplo, supongamos que para el bar se compran 20 cajas de whisky a la semana, sin contar lo demás, como agua o tónica, etc... si bien este se puede vender por botella o por trago, todo queda registrado en las ventas, también se hacen informes diarios de las mermas, ya sea por una copa que se derramó o una botella que "accidentalmente" se cayó, todo ello se rebaja del inventario, las ventas dice que se vendieron 18 cajas y más con los informes de perdidas suman las 20 cajas -hizo una pausa- ¿me sigues?

-Creo que sí.

-Bien, pero las ventas e inventarios, no cuadran con los otros suministros, las compras reflejan que se piden cantidades excesivas de agua mineral, tónica y hielo y no se ve reflejado en las ventas, según los informes de mermas, son cortesías dadas a los clientes, pero viendo lo que vimos ayer, las personas que asisten a ese lugar, no van a beber agua, ni tampoco las estaban regalando.

-Tú dices que ese agua mineral, tónica y hielo, no se dan por cortesía, sino que alguien los utiliza para adulterar los tragos.

-Exacto, si bien son suministros baratos, ese hecho puede afectar el prestigio del negocio,  -lo señaló-  tú sabes de esos temas más que yo.

-Se les puede acusar de engaño de forma deliberada y con total intención, pueden haber multas o cierre del negocio ¿Seguirás investigando o con lo que tienes hasta ahora te basta para informar a Kirishima-san?

-Necesito más pruebas, quiero descubrir quién o quienes están involucrados y cómo se llevan la mercancía. Por eso hoy volveremos.

-Está bien, pero prometiste no correr riesgos,  -Shinnosuke se está preocupando-  si se pone feo el asunto, lo dejas e informas con lo que tienes a Kirishima-san.

-Lo prometo.

A pesar de ya estar seguro de que va todo el asunto del bar, siguió preparando algunos tragos que probaban con Tōdō, ya para cuando acabó la hora de la comida, tenían la lengua entumecida con tanto alcohol, su amigo le ayudó a ordenar todo antes de volver a sus respectivos trabajos.

Otra vez en ese lugar, miraban buscando como llegar al bar de forma más segura, pero nada, por todos lados había gente bebiendo, bailando o jugando en el casino, decidieron de una vez avanzar, ya no podía ser peor que el día anterior, al llegar se instalaron en una mesa alta, cerca de la barra, esa noche los atendió un barman, le pidieron unos Gin Tonic, por lo que probaron en la oficina, no sería tan fuerte y considerando que tal vez esté adulterado, no llevaría nada de alcohol, pero grande fue la sorpresa al degustarlo.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora