FELIZ AÑO NUEVO

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-Misaki ¿cierto?

-¡Usami-sama!  -Misaki está sorprendido-.

-¡Tía Natsuko! Nos asustaste.

-Me disculpo,  -la mujer inclinó su cabeza-  pero no tuve la oportunidad de hablar con Misaki.

-No Usami-sama, no se disculpe,  -el castaño le cogió de las manos-  lo ocurrido con los periodistas, evitó que nos presentásemos correctamente.

-Hace mucho que quería conocerte,  -la mujer le peinó los cabellos-  gracias Misaki.

-¿Eh?  -fue lo único que dijo-.

-Gracias por cuidar de Akihiko durante cuatro años, me entristeció saber el final de lo vuestro,  -Natsuko se inclinó, otra vez-  gracias a ti, Fuyuhiko y Haruhiko abrieron sus corazas y se comportan como lo que son, padre e hijo y me motivó a cambiar y apreciar a mi familia.

-Usami-sama no...

-Natsuko,  -interrumpió la mujer-  Usami-sama es mi marido.

-Natsuko-sama,  -se ganó una risilla por parte de la mujer-  no tiene nada que agradecer, yo no hice nada y lo de Akihiko, fue lo mejor, lo nuestro no iba a ningún sitio, confundimos amor con compañía.

-Envidio tu valentía Misaki,  ¿puedo?  -refiriéndose a tocarle el vientre, recibiendo un asentimiento-  yo, en algún momento dije que lo mejor hubiese sido no tener un hijo,  -cerraba los ojos y los apretaba negando con su cabeza-  pero fue por estar enojada con mi esposo y Akihiko fue herido, pero él es mi niño, mi príncipe.

-¿Y por qué no se lo dice?  -Misaki le coge una mano-  yo estoy seguro que él se lo agradecerá.

-Porque ya es tarde, por orgullo lo aparté de mi lado de pequeño y él por orgullo no me aceptará.

-Si la montaña no viene a Mahoma,  -el castaño le acaricia las mejillas-  Mahoma irá a la montaña, Natsuko-sama, alguno tiene que ceder y doblegar ese orgullo, el no, ya lo tiene asegurado, quien quita y se lleva una sorpresa.

-Serás una gran madre,  -abrazó al castaño-  gracias hijo, ahora entiendo un poco más el afecto que te tienen todos en esta casa.

-... -Misaki lloró al recibir ese abrazo, ya ni se acordaba de los abrazos de una madre-  por... por nada Natsuko-sama.

Se mantuvieron abrazados un rato, ambos llorando, hasta que Asami les interrumpió, preocupado por la tardanza de Misaki, se fue a buscarlo y se encontró con esa escena.

-Misaki, cariño  -Asami le tocó la espalda-  ¿estás bien?

-Sí Ryūichi,  -deshizo el abrazo y se fue a los brazos de su novio-  sabes que estoy llorón.

-Buenas noches Asami-sama,  -Natsuko se inclinó-  disculpe por entretener a su novio, pero con el alboroto de los periodistas, no pudimos saludarnos apropiadamente.

-Buenas noche Usami-sama,  -Asami solo inclinó su cabeza, sin soltar a Misaki-  es cierto, gracias por la invitación a vuestra fiesta.

-Gracias a vosotros por haber asistido, nosotras,  -tomó a Kaoruko del brazo-  nos retiramos, ya pronto será medianoche y recibiremos el año Nuevo viendo los fuegos artificiales desde el jardín, nos vemos en otra ocasión, adiós, adiós Misaki.

-Adelante,  -el ojimiel asintió- adiós.

-Nos vemos Natsuko-sama,  -el castaño respondió sin salir de los brazos de Asami-  hasta pronto Kaoruko.

-Te llamaré Misaki,  -la pelinegra lo dijo como sentencia, había detalles que quería saber-  adiós Asami-san,  -se retiraba con su tía, pero se giró-  podéis ver los fuegos artificiales desde una de las terrazas, tendréis más intimidad.

-Gracias Kaoruko,  -el ojimiel sonrió levemente-  adiós.

Vieron partir al par de mujeres y seguían abrazados, el castaño miró al jardín y vio a Aikawa, conversando un poco desanimada con Isaka, giró su cabeza y Takai permanecía como estatua a un lado.

-Takai,  -el castaño le habló al guardaespaldas y le guiñó un ojo a Asami-  ¿me harías un favor?

-Dime ¿qué necesitas?  -Takai se puso alerta y se acercó a sus jefes-  ¿algo de beber o comer, tal vez una silla?

-¡Pfff!  -bufó Misaki-  vosotros, no tenéis remedio.

Asami ocultaba su risa, besándole la cabeza al castaño, quien tal vez tenga razón al decir que todos le trataban como si estuviese enfermo, pero era inevitable... provocaba cuidarlo y tratarlo como si fuese de porcelana.

-Perdón  -el guardaespaldas se rascó la nuca-  ¿qué quieres que haga?

-¿Podrías ir a salvar  -dramatizaba la situación, haciendo un puchero, le señalaba a la pelirroja-  a Aikawa del aburrimiento?

-¿Qué?  -Takai ladeaba su cabeza, creyó escuchar mal-  ¿Qué salve a quién, de qué?

-A Aikawa,  -aguantaba la risa, tenía que sonar convincente-  mírala, Isaka-san ni en una fiesta deja de hablar de trabajo, porque si fuese otro tema, ella estaría más animada, por eso...  -le puso los ojitos de gatito-  sálvala del aburrimiento, invítala a bailar ¿Sí?

-Pero...

-Pero nada, yo estaré con Ryūichi en esa terraza, viendo los fuegos artificiales,  -le señalaba el lugar-  además, qué mejor que recibir el nuevo año en buena compañía.

-No escuchaste a Misaki,  -Asami ordenaba-  ve y has lo que te dice.

-Como ordenen,  -se reverenció-  ahora nos vemos.

-¡No!  -se apresuró el castaño-  ya nos veremos el lunes, tómate estos días, tal vez te salga plan.

-Estás muy raro,  -Takai miraba al castaño con los ojos como hendijas-  pero se los agradezco, ¡Feliz Año Nuevo!

-¡¡Feliz Año Nuevo!! -respondieron Asami y Misaki-.

Una vez que Takai estuvo lejos, la parejita rio cómplice.

-Vamos a la terraza  -Asami riendo le coge del mentón a Misaki-  gatito manipulador.

-¡Uf! Y me costó mucho, quería reír al ver su cara de desconcierto.

-No sé qué has hecho con mis hombres, pero todos te obedecen...  -tuvo un recuerdo de su primera cita-  bueno, les diste de cenar en nuestra primera cita, yo creo que ahí comenzó todo.

-¿Lo recuerdas?  -el castaño ríe por ese recuerdo-.

-Me acuerdo de todo lo que tenga que ver contigo  -baja a besarle-  ¿vamos? Quedan diez minutos para medianoche.

Misaki sólo asintió y se dejó guiar hasta la terraza, agradeció que hubiese una banqueta, ya le dolían los pies de tanto andar de arriba abajo y Sayumi no ha dejado de moverse más de lo normal incluso, se quedaron observando la pista de baile y rieron al ver a Takai bailando con una animada Aikawa, los minutos pasaron rápido, cuando el cielo comenzó a llenarse de colores y el estallido de la pólvora, anunciaba la llegada del Año Nuevo, ambos se miraron y se acercaron para besarse, mientras los fuegos artificiales estallaban en el firmamento, se besaban con calma, Asami le sostenía de las mejillas y Misaki tenía sus dedos enredados en los cabellos del ojimiel, sólo porque hay que respirar, se detuvieron.

-Te amo Misaki,  -Asami suspiró, las emociones le sobrepasaban-  con todo lo que soy, con todo lo que tengo, te amo, Feliz Año Nuevo, cariño.

-Y yo te amo Ryūichi,  -el castaño derramó lágrimas-  no hay momento, forma, ni lugar, en el que no te ame, Feliz Año Nuevo, mi vida.

Iban a besarse otra vez, pero fueron interrumpidos.

-¿¿POR QUÉ?? -dos personas gritaban furiosas, dolidas-.

Asami y Misaki miraron en dirección a esas voces y se encontraron con sus ex.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora