SÓLO ESTAR

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Ese mes, esos 30 días, pasaron como un suspiro... Misaki cada día lo dedicaba, principalmente a su familia, a finiquitar detalles de su boda en el Resort, que gracias a la ayuda de Manami, Shinnosuke, Kaoruko y Feilong, fueron resueltos con prontitud y conformidad y los últimos días, los consagró a perseguir a Asami, tal como el cobrador del frac, fue implacable, aun así, el ojimiel se le escapó en todas las ocasiones, no es que huyera, no, pero éste lo "entretenía" con otras cosas y terminaba, por lo general, explotando en un orgasmo ocasionado sólo con sus toques y besos, pero a pesar de lo placentero que fue lo anterior, no era lo que él deseaba y lejos de aplacarle, lo dejaba más ansioso y con más ganas de conseguir su cometido.

9 de mayo, a 4 días de la boda y menos de 1 día para viajar a Okinawa.

–¡Ahhh!  -Asami jadeó ronco-  Misaki, detente...

El castaño hizo oídos sordos, nuevamente, a la petición, con el agua de la ducha cayendo sobre sus cuerpos, afianzó su agarre a las nalgas de Asami y continuó con la felación... hace unos días tuvo su control post natal y Aoki-sensei les dio luz verde para tener relaciones sexuales, pero el ojimiel no ha querido llegar hasta el final, sólo manosearse, ya no es suficiente, no para él, por ello, esa noche, luego de dejar a Sayumi dormida en su habitación, cogió el vigila bebés y se fue en busca de su presa, lo encontró dándose un baño, se quitó la ropa de prisa y se puso manos a la obra y nunca mejor dicho, utilizó ambas manos y apresó el miembro del ojimiel, sin perder el tiempo, se arrodilló e inició a masturbarlo, al tiempo que se metía la punta a la boca, combinaba movimientos bruscos como sabía que le gustaban a su pareja, con el jugueteo de su lengua y succiones en el glande, no se detuvo, el objetivo de esa noche era que Asami, por fin, le hiciese el amor, desoyó todas las petitorias de que no continuase y cuando el ojimiel quiso alejarse, llevó sus manos a los glúteos del otro y clavó sus uñas, se regocijó en su fuero interno, el siseo de Asami se oyó alto y no era de dolor, se contenía, lo supo por como reforzó el agarre de sus cabellos, aprovechando esa ventaja, engulló más profundo el palpitante falo e intensificó el movimiento de su cabeza.

Asami está al límite, lleva días conteniéndose, su futuro marido le persigue y tienta cada día y él no es de hierro, cualquiera que lo ve no se da cuenta, pero sólo él sabe que ha terminado la mayoría de las veces, encerrado en el baño, desahogándose con ayuda de Manuela palma y sus cinco hijos... estuvo presente en cada uno de los controles post natales de Misaki y es muy consciente que su castaño está bien, el leve desgarro del parto hace semanas que está curado, apenas si tuvo sangrado y en la última visita con Aoki-sensei, ésta, vio con buenos ojos que retomasen su vida sexual, pero su lado protector, prevalece por sobre su deseo, aún recuerda el estado de Misaki después de dar a luz, aunque nunca oyó quejas, siempre estuvo atento a todo lo que tuviese que ver con su castaño y con su hija, presenció en primera fila, su caminar lento y como palidecía por el dolor al moverse, hasta cuando tenía que permanecer sentado para amamantar a Sayumi, varias veces lo vio apretar la mandíbula y aguantar el dolor con su frente perlada de sudor frío, y como no, cada vez que le preguntaba cómo se sentía, él, le dedicaba una sonrisa y respondía que bien... precisamente son esos recuerdos, los que le ponen freno a su deseo y se contiene y más teniendo presente que en pocos días será la boda, lo último que quiere es que Misaki tenga molestias, anhela que ese día sea inolvidable para ambos y que no se vea empañado por nada, sin embargo, ahora, con el castaño empeñado en hacerle sucumbir, es difícil, muy, muy difícil, cerró los ojos, intentando aplacar las ganas de coger a Misaki y sumergirse profundo en su interior y apaciguar el deseo insatisfecho de ambos, afianzó el agarre de las hebras castañas y dejó que el otro devorase a gusto su ya sensible miembro, pero, no contó con que éste tuviese otros planes y estando a punto de culminar, hiciese lo que le pidió varias veces antes, detuvo sus movimientos.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora