...Misaki ¿Aceptas ser mi compañero de vida? ¿Quieres casarte conmigo?
Misaki parece estatua, jamás imaginó que Asami le pidiese matrimonio, nunca han hablado del tema, tampoco vio señales de que pudiese ocurrir, cualquiera diría; viven juntos, serán padres y lo más lógico sería casarse, pero ni en sueños se vio en esta situación, con el ojimiel arrodillado frente a él, pidiéndole que sea su esposo... reaccionó a la sorpresa inicial, fija sus acuosos ojos en la cajita aterciopelada, dentro hay un par de alianzas de compromiso a juego en oro blanco, la pequeña que asume es para él tiene unos bordes en negro, parece ser de alguna piedra preciosa y en el centro una hilera de pequeñas esmeraldas y la otra tiene el centro en negro, alza su vista y Asami le observa impaciente y espera su respuesta, traga saliva para desatorar su garganta, pestañea varias veces, pero es imposible contener sus lágrimas y él habla no le sale, sólo atina a asentir con la cabeza, parecía un pollito picoteando.
Asami está con el corazón desbocado, desde que Misaki le pidió que lo acompañase a visitar la tumba de sus padres, sintió que era el momento del siguiente paso, aunque ellos hayan empezado al revés; los hijos, vivir juntos y casarse, pero el orden no altera el resultado y ese es que formarán una familia y ese fue el otro motivo por el que se ausentaba de la oficina, pidió el permiso de Takahiro, como único familiar y responsable de Misaki, quien emocionado, al borde de las lágrimas, le dio su bendición, luego tocó decírselo a Kirishima, su asistente estaba de acuerdo, pero le juró mucho dolor si su angelito en algún momento sufría debido a su causa, después se dio a la labor de buscar los anillos de compromiso, él mismo los eligió... ahora espera la respuesta de un petrificado Misaki, que observa la cajita en sus manos y luego le mira a él, tratando de contener las lágrimas, pero fallando en el intento, sólo le dice sí repetidamente con la cabeza, se levantó y atrapó los labios del castaño, en un tierno beso.
-Con tus padres de testigo, -sacó una de las alianzas y se la puso a Misaki- juro protegerte a ti y a nuestros hijos y cumplir todas mis promesas, -volvió a besarle- te amo Misaki.
-Y yo, juro -cogió la otra alianza y se la puso a Asami- estar a tu lado y velar por el bienestar de nuestros hijos, sabes que nadie estará a salvo si alguien se mete con nuestra familia, -le besó cortamente- te amo Ryūichi.
Takai en cuanto vio las intenciones de su jefe, se alejó unos metros, para darles intimidad... se alegraba por ambos, desde la primera vez que los vio juntos, en el estanque de los Jardines Koishikawa Koraku-en, luego de que ese pequeño castaño les diese de cenar, se dio cuenta que eran el uno para el otro, lleva años al lado del yakuza y nunca le había visto feliz, enamorado, hasta que apareció Misaki y éste otro es tan transparente, que nadie puede negar que se le caen las babas por el jefe, además que se había convertido, sin mucho esfuerzo en los más preciado para todos, les aportaba paz con su sola presencia, era un ángel, aunque cuando te metías con sus seres queridos, se convertía en el mismo demonio, su jefe y el castaño, eran almas gemelas. Ahora desde su escondite ve como su amigo, dice sí con la cabeza y al jefe besándole y luego ponerse los anillos, ese par como siempre, se enajena del entorno y crean su propio universo, donde no hay cabida para nadie más.
La parejita, se mantuvo abrazados frente a la lápida de los padres del castaño, Asami se deleita con el aroma que emana Misaki, disfrutando de la calma que proporciona el lugar y el castaño como siempre, se complace de estar entre los brazos del ojimiel, cree nunca cansarse de ese calor que le relaja, como ahora, que siente como se le comienzan a cerrar los ojos.
-Ryūichi -la voz le sale adormilada- ¿nos vamos a casa?
-Pensaba llevarte a cenar, -sonríe al ver la carita de sueño del castaño- pero veo que no te mantendrás despierto por mucho tiempo.
-¡Mhm! -asiente, mientras bosteza- tengo hambre, pero el sueño es más grande.
-Entonces, despidámonos.
Ambos se pusieron frente a la lápida e hicieron una reverencia.
-Hasta pronto padres, -el castaño se acarició el vientre- cuando nazca mi pequeña, la traeré para que le conozcáis.
-Señores Takahashi, prometo cumplir todas mis promesas -Asami volvió a reverenciarse-.
En completo silencio, comenzaron a deshacer el camino que rato antes habían hecho, Takai se había adelantado y ya les esperaba en la camioneta, antes de subir el guardaespaldas habló.
-Felicidades a ambos, -se reverenció- sois el uno para el otro.
-Gracias Takai -el castaño le abrazó fugazmente-.
Asami sólo asintió, ayudó a Misaki a subir a la camioneta y luego él le acompañó dentro.
-Todavía nos queda un viaje largo, -Asami habló- mejor nos vamos al hotel y descansas allí, en tu estado, dormir en la camioneta no es muy cómodo y ya pedimos la cena a la habitación.
-Acepto tu oferta, -intenta acomodarse en el asiento- estoy cansado, me parezco a Sid, el personaje de Ice Age.
-¿Sid? -Asami le mira curioso- ¿Ice Age?
-Sí, la película de dibujitos, -sigue buscando la mejor posición- Sid es un perezoso gigante, que para dormir se da mil vueltas.
-¡Jajaja! -ríe divertido- Te lo he dicho, adoro tus ocurrencias, cargar con esta señorita, -le reclina el asiento y le besa la barriguita- ya no es tan fácil.
-Para que te digo que no, si... -estira la mano para peinar los cabellos de Asami y ve su alianza, sus ojos volvieron a aguarse-.
-¿Qué pasa cariño? -tomó la mano del castaño, pensando que se ha hecho daño y se fijó en la alianza, comprendió todo- ¿Misaki, aceptas casarte conmigo?
-¿Qué? -el castaño le mira confundido- Sí Ryūichi, acepto, pero ya lo había hecho.
-... -Asami sonrió y le besó la mano- te lo volví a preguntar, porque hace un rato, parecías no creértelo.
-Es que aún no me lo creo, -miraba su mano- o sea ¿por eso estuviste ausente estos días?
-Sí, fue uno de los motivos -entrelazaba su mano con la de Misaki- y te haré la pregunta, hasta que te lo creas ¿Misaki, aceptas casarte conmigo?
Misaki se incorpora y se lanza sobre Asami, abrazándole del cuello y le besa.
-Sí... sí... -no deja de besar a Asami- acepto, todas las veces, diré que sí.
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Y... Por qué no?
FanfictionDicen que cuando nos enamoramos de una persona a primera vista, es porque esa persona fue nuestro amor en otra vida. Eso les pasa a Misaki y Asami... sólo les bastó cruzar miradas para reconocerse, soñarse, desearse, pero sobre todo AMARSE. Mi prime...