MI NIETA

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Tal vez no sea suficiente con un gracias, pero ahí les va, GRACIAS, he recibido sus mensajes de apoyo y preocupación, no les mentiré, hay momentos que me siento psicológicamente derrotada, pero como vosotr@s decís, mis hijas me infunden energías y sigo remando... sin más dilación, aquí les dejo otro capítulo.

Salud y saludos para tod@s 😉
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Ambos rieron por ese comentario, imaginando a Kirishima, impaciente por verles... más precisos, queriendo conocer a su nieta.

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No muy equivocados estaban, Kirishima estaba dormido cuando recibió la notificación de que una publicación se había subido a las redes sociales de Asami, pensó que estaban sufriendo un hackeo, pero cuando vio el contenido, una sonrisa se dibujó en su habitual rostro serio, intentó comunicarse con el ojimiel y el castaño, pero nadie respondía a los mensajes, llegó otra notificación, era un mensaje de su jefe, pidiendo seguridad, llamó al guardaespaldas que sabe está de turno esa noche, éste le confirmó que estaban en la clínica y que él y Takai, que al enterarse se fue hasta allí, estaban resguardado la seguridad de los jefes, sin nada que pensar, se levantó para ir al centro sanitario, tenía que saber, cómo se encontraban su hijo y su nieta...

-Mi nieta,  -dijo al aire, quedando paralizado a pasos de abrir la puerta, se sobaba con insistencia el pecho, su corazón latía desbocado-  creo que sufriré un infarto, ahora tengo 2 nietos  -lo decía muy solemne, pero sin dejar de sonreír-.

Salió del edificio, aún no despuntaba el sol y fue directo a la clínica, alguien allí, tenía que darle información. Llegó al lugar, al mismo tiempo que Takahiro, que también, apenas se enteró y al no tener respuesta a sus mensajes, se dirigió al centro sanitario.

-Buenas noches Kirishima-san  -el Takahashi mayor se notaba ansioso-  ¿sabe cómo están mi hermano y mi sobrina?

-Buenas noches Takahiro,  -mientras se adentraban a la clínica-  sólo sé que mi nieta ya nació.

Takahiro sólo asintió y sonrió, mientras más trata a Kirishima, más le recuerda a su padre, incluso, hasta a Mahiro le agrada este hombre y es mutuo, el mayor ni se molestó cuando el pequeño, comenzó a llamarle ojï-san (abuelo) cada vez que se ven.

                  ☆

En la recepción de la clínica, una señorita muy nerviosa, trata de controlar su miedo, frente a ella, un hombre muy serio, la interroga acerca de uno de los pacientes, no entiende razones y exige respuestas ya.

-Se lo vuelvo a repetir,  -la recepcionista trata de sonar lo más serena posible-  por protocolo, no puedo dar informes de ningún paciente, hasta que ellos mismos lo autoricen.

-Ese paciente,  -Kirishima la mira con seriedad, acomodando sus gafas-  es mi hijo...

-Y mi hermano,  -interrumpe Takahiro-  eso tiene que valer.

-Como se lo he dicho a su padre,  -la mujer evita mirar a Kirishima y se dirige a Takahiro-  no puedo hacer nada.

Takahiro no sacó de su error a la mujer, en este momento, sólo quiere saber de Misaki y Sayumi, observa a Kirishima que aprieta los puños, como tratando de contenerse por no irse sobre la pobre recepcionista, de repente lo ve sacar su móvil y alejarse para hablar, a los minutos volvió con él.

-Sayumi está perfecta,  -una leve sonrisa se asomaba en su rostro-  pesa 2,620 kilos y mide 49,5 centímetros, Misaki también está bien.

-¿Cómo lo supo?  -Takahiro también sonreía, pero sin contenerse-  ¿Le han contestado Asami o Misaki?

-Hablé con Aoki-sensei.

-¿Y cuándo podemos verles?

-Siguen en la habitación de parto,  -el mayor le hace señas a Takahiro para ir a sentarse-  no han querido separarse aún de Sayumi.

-Entiendo...  -el Takahashi mayor, soltó el aire un poco más aliviado y sacó su móvil-  es preciosa mi sobrina.

-Es igual a su madre,  -negó con su cabeza, un poco divertido-  eso significa más trabajo.

-¿Trabajo?

-Estoy seguro que él,  -refiriéndose a Asami-  no dejará que nadie se acerque a su hija.

-¡Jajaja!  -Takahiro se ríe de su cuñado-  ¿tan celoso es? Bueno mi hermano no se queda atrás, esos dos, son tal para cual.

-Así es, tal para cual,  -Kirishima masajea su ceño-  ambos ya son celosos y posesivos entre ellos, ahora con Sayumi serán peor.

-Como los felinos,  -Takahiro lo dice con burla-  no dudarán en sacar las garras y mostrar los colmillos.

Kirishima sólo asintió, pensando que no solamente Asami y Misaki protegerán a esa pequeña con garras y dientes, estaban los guardaespaldas, Takai el primero, también estaban; Takahiro, Shinnosuke, los Usami y él mismo, que no teme pudrirse en el infierno, con tal de quitar cualquier estorbo que ponga en peligro a Sayumi o a cualquiera de su familia.

                     ☆

Mientras, con los recién estrenados padres, estos fueron trasladados a otra habitación, que parecía la de un hotel, la cama era grande, tenía una cuna, una pequeña sala, un baño completo y una terraza.

-Dentro de unos minutos  -la enfermera ayuda a Misaki a recostarse en la cama-  os traerán el desayuno y las visitas podrán entrar cuando vosotros lo autoricéis.

-Gracias,  -el castaño termina de acomodarse-  nosotros ya les avisaremos.

-Hasta ahora  -la enfermera se retira-.

Misaki observa a Asami, que no ha querido separarse de Sayumi, se opuso a trasladarla en un cunero, según él, era muy peligroso y le puso varios ejemplos, cómo; que las ruedas podían bloquearse y hacer que su pequeña cayese o que su princesa se moviera y se hiciese daño o sintiese frío, lo mejor era que él mismo la llevase en sus brazos, eran más seguros.

-La acostumbrarás a estar siempre en brazos,  -el castaño protesta-  además, yo también quiero cargarla.

-No le veo el problema,  -el ojimiel se acerca a la cama-  para eso tengo brazos fuertes  -besa la nariz de Sayumi, antes de dársela a Misaki-  ¿cierto princesa?

-Hola mi pequeña,  -Misaki la mira con adoración y sus ojos se ponen aguados-  desde ya, te pido disculpas por sobreprotegerte, pero junto a tu papi, sois lo más importante que tengo en la vida  -sintió los brazos de Asami envolverle-  y os cuidaré siempre, hasta de las "moscas".

-No que Takai  -Asami bromeó-  se encargaría de eso.

-Yo hablo de otras moscas,  -el castaño miró a Asami con una ceja alzada-  estas son un poco descaradas y a veces hasta sueltan babas.

Asami sólo rio por lo bajo, sin dejar de abrazar a Misaki.

-Te amo gatito huraño,  -besó la sien del castaño-  yo también te ayudaré a espantar esas moscas babosas.

-... -Misaki soltó una risa-  yo también te amo Ryūichi.

Luego de desayunar, alimentar a Sayumi, cambiarla, volverla a dormir y que Asami se diese un baño, revisaron sus móviles.

-Takahiro me ha llamado más de 100 veces y enviado otras decenas de mensajes,  -Misaki le enseña la pantalla del móvil a Asami-  Shinnosuke otro tanto y Kirishima-san... ¡ufff! Será cansador responderle a todos, lo mejor es crear un grupo y enviarles un mensaje.

-Kirishima también ha llamado y escrito,  -sonrió divertido-  espero que no sean muchas las víctimas allá afuera.

-¡Jajaja! La enfermera no ha dicho nada,  -seguía riendo-  así que no hay víctimas.

-¿Entonces? -Asami miró a Misaki con cara complicada-  ¿autorizamos a que entren las visitas?

-... -el castaño suspiró audiblemente-  entiendo la ansiedad de la familia, así que sí, da la autorización.

Asami llamó a la enfermera y le dio la orden.

-¡¡Qué comiencen las visitas!!








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