UN ESTRATEGA NATO

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Asami ha pasado el día ocupado, desea acabar pronto todos sus asuntos en Rusia, está ansioso por volver a Japón, que ha pedido tener el avión listo para volar a la hora que sea, en cuanto se desocupe de sus asuntos. Ahora está con Mikhail, Haruhiko y Kirishima, los arquitectos e ingenieros ya se habían retirado, oficialmente se daba marcha a la construcción del proyecto, no había nada pendiente, así que podía irse, llegaría a Japón el viernes por la tarde, le daría una sorpresa a Misaki, al menos eso pensaba, se despidió de su amigo, ofreció a Haruhiko llevarle, pero éste se negó, porque ya tenía todo preparado para viajar por la mañana, salió con su asistente directamente al aeropuerto, en la limusina revisó su móvil y tenía un mensaje de su castaño.

Vio la hora y no respondió, en Japón era tarde y no quiso despertar a Misaki, más tarde desde el avión le envió un mensaje e inmediatamente recibió otro de vuelta

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Vio la hora y no respondió, en Japón era tarde y no quiso despertar a Misaki, más tarde desde el avión le envió un mensaje e inmediatamente recibió otro de vuelta.

Vio la hora y no respondió, en Japón era tarde y no quiso despertar a Misaki, más tarde desde el avión le envió un mensaje e inmediatamente recibió otro de vuelta

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Misaki se despertó por la notificación de mensaje a su móvil, rápidamente lo cogió para leerlo.

Responde y se levanta, para comenzar con su día, ese mensaje le llena de energías, a los minutos de salir a la sala, su amigo estaba acompañándole haciendo estiramientos, para salir a correr y hacer un poco de ejercicio como acostumbran, luego de ...

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Responde y se levanta, para comenzar con su día, ese mensaje le llena de energías, a los minutos de salir a la sala, su amigo estaba acompañándole haciendo estiramientos, para salir a correr y hacer un poco de ejercicio como acostumbran, luego de realizar su actividad física, se bañaron y después prepararon el desayuno y sus bentos con la comida. A su hora se fueron al trabajo, donde se despidieron con la intención de verse a la hora de comer, otra vez en presidencia, tendrían más privacidad para hablar del loco plan para esa noche.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora