NO ES MOMOTARO

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-Yo diría que está bostezando  -Haruhiko por primera vez intervino-.

-Yo opino lo mismo,  -sensei terminaba la eco y tecleaba en su ordenador-  la pequeña ha estado muy activa y ahora querrá dormir.

-Entonces nos vamos ya,  -Misaki limpiaba su vientre-  yo también me siento más cansado hoy.

-Respecto a eso,  -la doctora levantó la vista de su ordenador y miró a los futuros padres-  recomiendo que por esta noche, mantengas reposo, espera a mañana para viajar en coche.

-No se habla más,  -Haruhiko habló-  pediré a Tanaka que prepare la habitación con lo necesario y os traiga algo de comer.

-Pero,  -Misaki siente incomodidad de encontrarse con Akihiko- yo no quiero volver a...

-Cariño,  -Asami interrumpió, entendía a su castaño-  no te preocupes, no dejaré que nadie te moleste, sólo será esta noche, hagámoslo por Sayumi.

-Está bien,  -Misaki asiente-  gracias por todo Haruhiko.

-No hay de qué, somos familia  -Haruhiko abraza a Shinnosuke-  y la familia se protege.

-Mi presencia aquí ya no es necesaria,  -el doctor Miura recogía sus cosas-  me alegro que todo vaya bien con el bebé, buenas noches a todos y Feliz Año Nuevo.

-Buenas noches doctor Miura,  -el castaño inclina su cabeza-  gracias por sus servicios y Feliz Año Nuevo.

El resto se despidió a coro del doctor.

-Misaki, ten,  -sensei le extendía una memoria USB-  aquí está la ecografía al completo, nos vemos como lo teníamos agendado, te haré las pruebas del tercer trimestre y hablaremos de las clases de preparación al parto, os entregaré unos folletos por si les interesa.

-¿Clases? -interrogó Asami-.

-Son cursos que se imparten a los futuros padres, donde se tratan temas que van desde cuidados generales del embarazo, como ejercicios, técnicas de relajación y respiración,  -explicaba de forma general la doctora-  el desarrollo del parto, cuidados post parto y del recién nacido y entrenamiento para la lactancia.

-Me interesa,  -Misaki asiente repetidamente-  sobre todo para lo del desarrollo del parto.

-¿El parto?  -Asami un poco ido, hablaba psra él mismo-   no había pensado en ello.

-¿Y cómo crees que vendrá nuestra pequeña?  -el castaño le mira severo-  de un melocotón no saldrá, no es Momotaro (cuento tradicional japonés, un niño que sale del interior de un melocotón).

Asami abrió enorme los ojos, al imaginar la escena y los demás rieron por la reacción del ojimiel. De a poco todos abandonaron la habitación, Fuyuhiko y Natsuko se presentaron y se disculparon a nombre de su hijo, se sentían avergonzados por el actuar de Akihiko, les dijeron que no se preocupasen por él, según los informes de sus guardaespaldas, había abandonado Japón, Asami y Misaki, se sintieron aliviados al oír esa noticia, el castaño agradeció la preocupación y les quitó la carga moral por las acciones del peliplateado, le conocía y sabía que era egoísta y orgulloso, pero que esta vez, además había sido cruel y eso era única y exclusiva responsabilidad de Akihiko y que por ahora prefería no saber más de él, los Usami entendieron y aceptaron la decisión de Misaki, se retiraron, dejando a la pareja a solas. A los minutos entraba Tanaka con una de las mujeres del servicio, traían algo ligero para comer y arreglaron la habitación para los invitados, luego comieron en silencio.

-Quiero darme un baño,  -el castaño se ponía de pie-  necesito relajarme.

-Pedí a Takai que nos trajese lo necesario para esta noche,  -miraba su reloj-  no debe tardar.

-Gracias Ryūichi,  -el castaño se acercaba para abrazarle-  esta noche me asusté.

Dejó salir todo el llanto que llevaba conteniendo, esa noche había sido intensa, pero agradecía que no hubiese pasado a mayores, su pequeña, Asami y él mismo, estaban bien. Asami soltó aliviado el aire y no dejaba de abrazar a su castaño, aún tenía el corazón acelerado, el cúmulo de emociones, sumado al miedo de perder a quienes se han convertido en la razón de su existencia, lo tienen agotado.

-Iré a preparar la bañera,  -Asami besaba la frente del castaño-  yo también necesito ese baño.

-Está...  -golpes en la puerta le interrumpieron-.

-Ha de ser Takai  -Asami fue a abrir-  ¿estáis haciendo lo que os pedí?  -le hablaba al guardaespaldas que le entregaba una pequeña maleta-.

-Sí señor  -Takai miraba al castaño-  ¿cómo estás Misaki y la pequeña?

-Estamos bien,  -el castaño le sonreía-  gracias por todo, creo que hemos arruinado tus planes.

-¿Qué? ¡No!  -Takai respondía rápido-  no tenía plan, antes que lo olvide, Aikawa preguntó por ti y te envía saludos, mañana te llamará.

-Gracias, veo, que le quitaste los honoríficos a Aikawa,  -el castaño subía y bajaba sus cejas repetidamente-  eso quiere decir que sí puede haber plan en el futuro.

-Yo me retiro,  -el guardaespaldas huyó de sus jefes-  qué descanséis, buenas noches, adiós.

Asami miraba la escena con los brazos cruzados, negando con la cabeza sin dejar de sonreír. Se acercó a Misaki y le besó.

-Eres tremendo,  -besaba cortamente los labios del castaño-  pusiste en aprietos a Takai y salió huyendo.

-Sería mal cupido  -hacía un puchero-  si dejo que esos dos se ignoren.

-¡Vamos! -mordía el labio del castaño-  que ya es tarde y tienes que descansar.

-Tenemos que descansar.

Asami puso a llenar la bañera y se quitaba las vendas de las manos, mientras Misaki buscaba lo necesario para luego, una vez dentro de la bañera, sintieron como el agua caliente, relajaba sus músculos, haciéndoles exhalar sonoramente, el ojimiel puso al castaño de espaldas a él y le vertía agua por los hombros.

-¿Qué le pediste a los muchachos?  -Misaki se dejaba consentir-  ¿tiene que ver con nuestros ex?

-Les pedí que los tuviesen vigilados, aunque el escritor ya se haya ido, se los advertí,  -apretaba los puños-  si algo os pasaba a ti o a Sayumi, no tendría consideraciones.

-Tranquilo,  -el castaño besa las manos heridas de Asami-  no pasó nada, mejor ignorarles.

-No puedo, si se trata de ti y de Sayumi, tengo que estar alerta, no debo ignorar nada de lo que hagan.

-Entiendo, tener a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más  -se giró para ver al ojimiel-  ¿no es así como dice el dicho?

-Exacto,  -Asami le besaba el cuello a Misaki-  gracias por la sorpresa, ver a mi pequeña fue emocionante.

-La ocasión no fue la mejor,  -el castaño acomoda su cabeza en el pecho de Asami-  pero ver a mi princesa me alivió.

-Lo confieso, a mi también,  -llevó sus manos al vientre del castaño-  esta señorita será un terremoto.

-Ya lo es,  -rio el castaño-  pero es perfecta.

-Sí señor, perfecta.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora