SIEMPRE QUIERO DESPERTAR CON ESTA IMAGEN

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... dos cuerpos caen ya sin fuerzas en la cama, abrazados, agotados, pero pletóricos.

-Descansa cariño,  -Asami se debatía en decir lo siguiente o no, al final habló-  en unas horas tengo que salir, sólo...

-Puedo irme en un taxi,  -interrumpió Misaki-  no quiero interferir en tus asuntos, sé que eres un hombre ocupado y no quiero ser una molestia.

-Eso nunca,  -se sintió molesto consigo mismo-  sólo estaré fuera una hora como mucho,  -afianzó el abrazo-  estaré contigo para desayunar juntos.

-¿De verdad, no estoy interfiriendo con tu trabajo? -hundiendo su rostro en el pecho de Asami-.

-Misaki,  -levantándole el rostro-  jamás pienses eso  -besó su frente-  esta "reunión" no pude aplazarla, pero es algo que sólo requiere mi presencia un momento, si pudiese, créeme que no iría.

El castaño no podía dejar de mirar a Asami, que le hablaba y observaba con seguridad, todo esto le provocaba cosquillas en el estómago, se sentía feliz, sólo vuelve a acurrucarse entre los brazos del mayor, antes de hablar.

-Si deseas, puedo preparar el desayuno...  -se mordió el labio, nervioso, recordó que no era su casa-.

-¿Qué pasa, ya te arrepentiste de tu oferta?

-No, sólo recordé donde estamos y que no tengo lo necesario.

-Dime que necesitas y pediré que lo traigan,  -le besa la cabeza-  quiero probar tu comida.

-¿En serio?

-Sí, estoy seguro que será delicioso.

Asami, después de enviar un mensaje con lo requerido por el castaño, se metió a la cama, Misaki al sentirlo, a pesar de estar casi dormido, se acercó y lo abrazó, él lo estrechó entre sus brazos, sintió su calidez, le oyó suspirar y luego sólo su pausada respiración, señal que se había dormido profundamente, estuvo un rato admirándole, hasta que terminó dormido.

Pocas horas había dormido, pero debía levantarse, con cuidado y mucho pesar, se puso en pie sin despertar a Misaki, se metió a bañar, se vistió y salió de la habitación, en la sala envió unos mensajes y a los minutos estaba subiendo en una de las camionetas, camino a su "reunión". Tal como le había dicho su asistente, fue rápido, sólo estuvo para el intercambio, de lo demás se encargaban sus hombres.

Volvió con el castaño, encontrándolo profundamente dormido todavía, se veía hermoso, sin despertarlo, se recostó en la cama, nuevamente Misaki a pesar de estar dormido, le abrazó, utilizando no sólo un brazo, sino que esta vez, le había rodeado con una pierna, parecía un koala, sonrió encantado por esas reacciones, afianzó el abrazo y se dejó llevar a los brazos de Morfeo.

Misaki abrió los ojos perezosamente, aún tenía sueño, pero el hambre era más, notó que tenía muy agarrado a Asami, levantó el rostro sonriendo, lo vio durmiendo, es tan guapo, pensó, estaba vestido...

-Ya volvió de su reunión, -susurró-.

Con cuidado se levantó, se duchó rápidamente y se escabulló a la cocina, allí estaban todos los ingredientes que había pedido, se dispuso a preparar el desayuno. Estaba dando los últimos toques cuando unos fuertes brazos le envolvieron la cintura, haciéndolo saltar del susto, para luego oír esa sensual voz en su oído.

-Buenos días,  -dio besos en el cuello del castaño-  huele delicioso.

Asami despertó, sintiendo el frío de la cama vacía a su lado, se levantó y fue a la sala, desde allí observó al castaño, éste se movía por la cocina totalmente relajado, se veía feliz y que disfrutaba de cocinar, algo se removió en su interior, deseaba siempre despertar con esa imagen... después de varios minutos, se acercó al menor.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora