APÚNTALO A MI CUENTA

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-Ryūichi,  -parecía que tenía convulsiones-  lo... lo intento, pero esto es ¡Ahhh!  -respiraba agitado-  demasiado.

Asami embistió unas cuantas veces más y logró el ansiado orgasmo, se mantuvo enterrado en Misaki, presionando su entraba, apretaba con fuerza las caderas del menor, tenía los ojos cerrados y su respiración era errática, pasado un rato estabilizó su respiración y se relajó, con cuidado salió del interior de su novio y se acomodó en la cama.

-¿Ya estás cansado o aún te falta ejercicio?

-Ahora estoy hambriento,  -reía juguetón-  pero de comida.

El mayor ríe con ganas, abraza a Misaki y lo estrecha con fuerza al sentir como se estremece.

-Te amo Misaki  -le besa la cabeza-.

-Y yo te amo Ryūichi,  -le pellizca el abdomen-  pero de verdad, tengo hambre, necesito comida.

-¡Jajaja! Entonces,  -se levanta con el castaño al hombro y le da una nalgada-  vamos a darnos un baño y luego a desayunar.

-¡Bájame! -aprovechando la posición le devuelve la nalgada y ríe ruidosamente-  oye, tienes bonitas nalgas.

-Gracias, pero no tanto  -le masajea el culo-  como las tuyas.

Entre toqueteos, besos y algo más que restregarse la espalda, se dieron un baño, vistieron y se fueron a preparar el desayuno, comieron abundante, Asami le ponía comida cada que veía el plato vacío del castaño, aludiendo que debía comer suficiente para no volver a desmayarse y Misaki comía todo, porque su novio era un bobo exagerado... su bobo exagerado.

Llegaron a la oficina temprano, iban en el ascensor y Misaki le advierte a Asami que aunque ya Kirishima sepa de su relación, todo seguirá siendo igual, en horario laboral son jefe y empleado.

-¿Pero ni un beso de buenos días,  -Asami le besaba el cuello-  cuando no duermas conmigo?

-En ese caso,  -ladeaba el cuello-  apúntalo a mi cuenta  -soltó una risilla-  y fuera de la oficina te pago, con intereses.

-Podría vivir sólo de los intereses,  -lo estampa en una de las paredes del ascensor- pero prefiero - le besa apasionadamente-  cobrar por anticipado.

Lo que quedó de viaje en ascensor, se besaron, Misaki paró el beso, aprovechando el espejo que había, se acomodó su traje, corbata y cabello, después ayudó a Asami con su corbata, justo a tiempo para bajar en su planta.

-¡Qué tengas buen día! Nos vemos en la noche.

-Nos vemos cariño, tú también ten un buen día.

Cada uno se fue a su oficina, Kirishima esperaba a que llegasen, quería saber cómo estaba Misaki, pero antes debía informar a su jefe de un viaje de última hora y quisiese o no tenía que acompañarlo, el viaje en sí no le molestaba, sino que tenían que reunirse con Feilong y Mikhail, eso sólo significa "peleas infantiles", resignado se adentró a la oficina de Asami.

-Buenos días señor,  -repasaba la agenda-  me temo que no traigo buenas noticias.

-¿Qué pasa, Kirishima?

-Requieren de su presencia, en China y Rusia, es algo relacionado con el proyecto, antes de iniciar la construcción.

-¡Tsk! -chasquea la lengua-  ¿tan pronto comenzamos con los viajes?

-Así es, pero este viaje será de unos cuantos días, el fin de semana estaremos de vuelta.

-¿Los Usami ya están informados?

-Sí, Usami Haruhiko irá en representación.

-Siendo así ¿ya sabes qué hacer? ¿Cuándo nos vamos?

-Esta tarde, ¿Misaki irá con nosotros?

-Lo dudo,  -sonrió, recordando la amenaza del castaño-  si quieres proponérselo, adelante, tal vez a ti no te amenace con golpearte por interferir en su trabajo.

-¿Amenazarme? No entiendo.

-Yo me entiendo.

-Está bien, ahora me iré a finiquitar todo, con permiso.

-Adelante.

Kirishima salió un poco confundido de la oficina de Asami, no entiende lo de que Misaki le amenace, en fin, se fue donde su angelito para saber cómo sigue.

Misaki, en cuanto llegó a su oficina, puso manos a la obra, con lo ocurrido el día anterior, no avanzó nada en su investigación y más encima se retrasó en su trabajo, tendría que sumergirse de lleno en sus labores, a la hora de la comida quiere proponerle algo a Shinnosuke, para investigar en terreno, tiene una idea de lo que pasa, pero necesita conocer el o los cómplices y cómo operan, la entrada de Kirishima lo hizo levantar la cabeza de una de las carpetas.

-Buenos días Misaki ¿Cómo te sientes hoy?

-Buenos días Kirishima-san, bien,  -soltó una risa-  después de dormir más de doce horas y ser alimentado en exceso, estoy repuesto, era todo lo que necesitaba, dormir y comer, se los dije ayer, pero ustedes exageraron.

-No exageramos, sólo nos preocupamos por ti.  -acomodaba sus gafas-  Bien, si vine a verte es por dos razones, la primera para saber cómo seguías y la segunda para informarte que con el jefe tenemos un viaje por lo del proyecto, estaremos fuera un par de días, pero no entendí algo,  -con su seriedad de siempre-  el jefe dijo que tal vez a mí no me amenazarías con golpearme, si te invitaba al viaje ¿por qué habrías de hacerlo?

-¿Qué? -negaba un poco enfadado con Asami por exponerlo-  yo no haría algo así, a usted no.

-Entonces  -sonrió sutilmente- ¿al jefe sí?

-¡Ay! Este Ryūichi  -se sobaba la frente con la palma de la mano-  Kirishima-san, mi presencia en el viaje no influye en nada, no veo necesario desatender todo el trabajo que hay aquí, no iré... y lo de la amenaza con golpear a quien interfiriese en mi trabajo,  -se mordió el labio avergonzado-  fue el calor del momento por descubrir que mi novio era mi jefe.

-Comprendo,  -aunque no lo demostrase, estaba encantado con la actitud de su angelito-  pero hubieses sido de ayuda.

-¿En qué podría ayudar?

-Amansando bestias,  -con la seriedad que lo caracteriza-  ya sabrás que el trío cuando se junta, son peores que niños.

-¡Jajaja! -limpiaba unas lágrimas, por reír-  sí lo sé, más a mi favor, me quedó aquí en Japón.

-Al menos lo intenté, ahora me voy a mi oficina, tengo que terminar los detalles del viaje, antes de irnos hablamos.

-Nos vemos en un rato.

Una vez Kirishima abandonó su oficina, siguió con su trabajo, quiere por lo menos estar al día, ahora con Asami de viaje, podrá seguir sus planes para investigar, espera que al regreso del viaje ya tenga todas las pruebas y presentárselas a Kirishima.

Casi al medio día fue llamado por Asami, estaba entrando en la oficina y ya le estaban comiendo la boca.

-Asami-sama,  -apenas podía hablar-  deténgase.

-No, Takahashi,  -seguía besando con desesperación-  me voy de viaje y no te veré en varios días, necesito cobrar por anticipado.

Misaki se aferró al cuello de Asami, él también necesitará a su novio, se besaban con ansias, ya se extrañaban y eso que todavía no se separan, sólo porque el aire es imprescindible para subsistir se detuvieron.

-Ya te extraño Misaki  -siente algo en el pecho, no sabe que es, pero lo abraza con fuerza-  ¿por qué no quieres venir con nosotros?

-Yo también te extrañaré Ryūichi, serán sólo unos días, pero serán eternos  -tiene ganas de llorar, le parece absurdo-  y no voy con vosotros, porque como se lo dije a Kirishima-san, mi presencia no influye en nada, en cambio aquí hay mucho trabajo que atender.

-Está bien, no insistiré, te llamaré a diario.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora