¿ERES UN TESORO?

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Takaba y Akihiko, buscaban la oportunidad de acercarse a sus ex, pero estos no se despegaban ni un momento, los veían pasearse entre los invitados y mantener conversaciones fluidas.

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Usagi estaba muy sorprendido por la soltura con la que Misaki se desenvolvía, pero más por enterarse que trabajaba con su pareja y que no sólo era parte del proyecto en el que su familia participaba, varias veces escuchó como su padre y hermano le elogiaban frente a otros empresarios, diciendo el gran trabajo que había hecho al mejorar el presupuesto y logrando enormes ganancias para todas las partes, también tenía otros negocios a su cargo y que además tenía tiempo para colaborar activamente en una institución benéfica.

-¿Por qué nunca te vi así, cuando estabas conmigo?  ¿Ahora resulta que eres un tesoro, que nunca vi?

Akihiko se cuestionaba, dejó un momento la fiesta y se metió en el bosque, ver a Misaki tan cambiado, le provoca arrebatárselo a ese hombre y llevárselo lejos, donde toda su atención, fuese sólo para él.

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Takaba ardía de coraje, ese castaño era el centro de atención, varias veces escuchó como otros hombres y mujeres elogiaban su belleza, que su embarazo lo hacía ver adorable y lo afortunado que era el empresario por tenerlo como pareja, ya que para colmo se enteró que trabajaba con Asami y no era un "tontito" que vivía a costas de su novio, sino que se hacía cargo de importantes negocios, como el gran proyecto ese del que tanto hablan y la guinda del pastel, además era benefactor y colaborador activo de un orfanato.

-Y tú, no sólo se lo consientes, participas con él, porque aunque nadie lo haya mencionado, yo te vi Asami en ese lugar, te veías feliz con esa pequeña ¿de verdad anhelas esos hijos, una familia?

Se alejó del lugar, necesitaba tomar aire y poner en orden su cabeza, porque si seguía viéndole, cometería una tontería que pondría en riesgo su trabajo y el de su compañera.

                     ☆

Misaki y Asami, no han parado ni un segundo, constantemente son abordados por algún invitado, agradecían haber sido precavidos y cenar en casa, porque en lo que llevan de fiesta, no han probado bocado, Fuyuhiko y Haruhiko se había encargado de presentar al castaño a sus invitados y elogiarlo, alabando su trabajo y su ayuda en la institución benéfica, el ojimiel sólo asentía a lo dicho por los Usami, sin proponérselo, el castaño había conseguido varios donativos de esos millonarios.

-Los encargados del centro  -el castaño bebía un zumo-  estarán muy contentos.

-Sin duda  -Asami daba un sorbo a su whisky-.

-Si bebo un zumo más,  -dejaba su vaso en la mesa-  mi vejiga estallará, necesito...

-¡Misaki!  -una voz femenina lo interrumpió-  hace más de un año que no te veía, estás hermoso.

-¡Kaoruko!  -el castaño se levantó a abrazarla-  no te había visto en toda la noche, creí que no vendrías,  -por sobre el hombro de la chica vio que Asami le miraba serio, deshizo el abrazo y sonrió-  permíteme, te presento a mi novio, Asami Ryūichi, amor, ella es Usami Kaoruko, una amiga.

-Un gusto conocerle Asami-san,  -la pelinegra hizo una reverencia-  mi prometido habla constantemente de su trabajo.

-El gusto es mío  -el ojimiel le besó el dorso de la mano, ocasionándole un sonrojo a la pelinegra-  Kaoruko.

-¿Kaoruko, me acompañas al servicio?  -se acercó a Asami y le habló al oído-  ¡te pillé! estabas celoso, ahora vuelvo, tú atiende a los invitados,  -le señalaba a un par de hombres que se acercaban a la mesa, pero antes de irse, con la punta de su lengua, le delineó la oreja y le mordió el lóbulo, ocasionando que el ojimiel se tensara y rió travieso-  ya vengo y no te preocupes, mira,  -señalaba al guardaespaldas a su lado-  Takai ya está pegado a mí.

-Espera...  -lo atrajo y respiró varias veces en el oído del castaño, cuando este se estremeció, susurró-  no comiences un juego que no puedes jugar, ni ganar Takahashi,  -le dejó ir, pero antes volvió a respirar en su oído-  no demores.

-Sí...  -Misaki tragó en seco-  sí, ya vengo.

El castaño se fue a los servicios con la pelinegra y obviamente Takai, que se quedó afuera.

-¡Aww! Te ves adorable  -la pelinegra le tocaba con mucho cuidado la barriga-  ¿te duele?

-... -le causaba gracia la reacción de la pelinegra, siguió lavando sus manos-  no, cuando me patea, siento algo de molestias, pero dolor de muerte, no,  -se secó y le cogió una mano a Kaoruko y la puso a un costado-  siente, Sayumi te está saludando, hoy está muy alborotada.

-¿Sayumi?  -Kaoruko abría los ojos como platos-  ¿esa es una patadita o sea sí me está saludando?  -se agachó y le habló a la pequeña- ¡Hola Sayumi!, soy tu tía Kaoruko, yo te enseñaré a comportarte como la princesa que serás.

-Que loca  -Misaki ríe divertido-.

-Mi tío nos contó sobre vuestra ruptura con Akihiko,  -puso cara de pesar-  mi primo es un idiota.

-Tal vez,  -río por su respuesta-  pero era lo que tenía que pasar, no estábamos enamorados y a la larga nos haríamos daño.

-Pero Asami-san,  -ponía las manos en su pecho y mordía su labio-  es todo un monumento, es la primera vez que lo veo en persona y debo admitir que las fotos no le hacen justicia a toda esa belleza hecha hombre, eres un suertudo ¿cómo lo conociste?

Misaki se ríe, no discute lo dicho por la pelinegra, porque está en lo cierto, Asami es todo un monumento, sus pensamientos se pierden al recordar la imagen de su novio desnudo, sobre, bajo o detrás de él, mientras lo embiste salvajemente... sacude su cabeza para calmarse, el ojimiel tenía razón no debió iniciar un juego, que no podía jugar, respiró profundo un par de veces.

-Lo conocí en un restaurante, pero sólo cruzamos miradas,  -una sonrisa boba se le instaló en el rostro-  de ahí no lo vi hasta como un mes después o más, en mi fiesta de graduación y aquí estamos.

-No, no, no,  -Kaoruko se cruzaba de brazos y el rostro enfadado-  no puedes contar así vuestra historia, quiero detalles.

-Ahora no,  -el castaño se alistaba el traje-  otro día quedamos y te cuento todo, ahora me están esperando.

-Ok,  -salían de los servicios-  te llamaré para quedar y merendar, he aprendido a preparar unos postres deliciosos.

-Está bien, pero debes saber de ante mano que mi amigo  -señaló a Takai-  viene conmigo.

-Hola,  -soltó espontánea la pelinegra-  soy Kaoruko.

-Buenas noches Kaoruko-san,  -el guardaespaldas se inclinó-  yo soy Takai.

-Sí, sí,  -miró hacia arriba-  ya lo veo.

Misaki y Takai, sólo rieron por la reacción de la pelinegra, recordando la del castaño.

Casi al llegar a los jardines, el castaño fue detenido por alguien que le tomó del brazo.

-Misaki ¿cierto?

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora