LE ROMPISTE EL CORAZÓN

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... con esto que acabamos de hacer, no nos hemos puesto al día.

Asami rio abiertamente y sin salir del interior del castaño, caminó hasta su habitación, sacó un poco su miembro y volvió a entrar de una sola estocada, dando a entender que él ya estaba listo para la siguiente ronda.

Lo que quedó de tarde y parte de la noche, se dedicaron a satisfacer su deseo, sólo se detuvieron para cenar y asi recuperar fuerzas, seguido continuaron haciendo el amor, Misaki estaba desenfrenado, sin vergüenza pidió que el mayor lo follase en el balcón y luego lo llevó a su despacho, lo sentó en su sillón, para después sentarse a horcajadas sobre él y auto penetrarse, intentando domar al semental que tenía entre las piernas y que se movía como loco, dándole duras estocadas. Asami estaba perdido, se dejó guiar como una veleta por su castaño, luego de recorrer cada rincón del departamento, terminaron acostados en uno de los sofás con Misaki bajo su cuerpo a punto de culminar por enésima vez.

-¡¡AHHH!! -se oyó en el salón y luego sólo la respiración agitada de dos personas-.

-Necesito hidratarme,  -el castaño habló después de unos minutos, su voz sonaba áspera-  me he venido tantas veces que estoy seguro que he de parecer una momia.

-Amo tus ocurrencias -Asami se incorpora y sale del interior del castaño, ocasionándole un estremecimiento- ¿qué ocurre, te duele?

-No, sólo que me has dejado tan lleno, que al sacar tu miembro, siento como escurre.

-Ya lo veo,  -dice mirando la entrada del castaño-  espero que eso ayude a que quedes en estado,  -le acarició el vientre-  porque lo seguiré haciendo todas las veces que sea necesario.

-Si no sale un bebé,  -suelta una risa-  lo más seguro es que salga un queso, con tanta leche.

-¡Jajaja! -le da un beso esquimal y luego besa su frente-  te amo Misaki.

-Yo también te amo Ryūichi -por la posición, le besa el mentón-.

Así desnudos, se incorporaron y fueron a la cocina, Misaki sirvió té para ambos, al terminar, Asami cargó al castaño y se lo llevó hasta el baño, después de un relajante baño, se metieron a la cama a descansar unas horas. A punto de amanecer Misaki se levantó para buscar su ropa, la cual estaba regada por el recibidor y el ascensor, vio su camiseta hecha jirones, se puso el pantalón y fue a la habitación, Asami ya estaba saliendo del baño e iba a su armario para vestirse, se quedó viendo al castaño que no llevaba la parte superior de su ropa y recordó lo que pasó con ella, sacó una de sus camisas y se la extendió.

-Gracias,  -se la pone y se mira al espejo-  parece que llevase un vestido.

-Sólo será por un rato,  -recordó cuando lo encontró el día de la graduación y casi tienen sexo en uno de los privados-  aunque me gusta verte con mi camisa, pero sin nada debajo.

-Pero así... -se quitaba el pantalón-  no puedo presentarme para ir a trabajar.

-Si no sales de mi oficina,  -abraza la cintura del castaño-  puedo hacer una excepción.

-Lo que dices es tentador,   -sube sus manos hasta el cuello de Asami, entierra sus dedos en los cabellos oscuros-   pero luego se me acumula el trabajo, mejor llévame a casa para cambiarme

-Eres tremendo,  -le da una nalgada-  te gusta jugar conmigo.

No recibe respuesta, Misaki sólo se soba la nalga, se muerde el labio y sonríe de lado, mientras vuelve a ponerse el pantalón. Al rato salieron del departamento, en el parking los esperaba Takai junto a otros guardaespaldas, subieron a la camioneta y salieron en dirección al hogar del castaño, al llegar vieron que Shinnosuke venía del parque.

-Buenos días Shinnosuke -saludaron Asami y Takai-.

-Hola amigo -el castaño le saludó-.

-Buenos días a todos,  -saludó Shinnosuke-  Misaki, Usami-sama te mandó saludos,  -se lo quedó viendo y sonrió-  creo que ayer le rompiste el corazón al viejito.

-Ya vas a empezar,  -Misaki le regaña-  te encanta verme enfadado, a veces eres insoportable,  -se adelanta a la entrada del edificio-  no sé, cómo es que te aguanta Haruhiko.

-Porque me quiere  -le dice cerquita, cuando le alcanzó-.

-¿Qué, te lo dijo? -una sonrisa se asomó en el rostro del castaño, al ver una confirmación de su amigo- ¿cuándo?

-Antes del viaje y yo le correspondí.

-Te lo tenías bien callado.

Siguieron hablando, mientras entraban al lobby del edificio y pedían el ascensor.

Asami y Takai, los seguían, viendo como ese par pasaba de cordiales a discutir y luego secretearse mientras ríen, quien sabe de qué, Asami recuerda que su relación con sus amigos es similar, sólo que los suyos son mil veces más molestos que Shinnosuke, en el ascensor preguntó por algo que le ronda desde que saludaron al pelinegro.

-¿Por qué Misaki, le rompió el corazón a un viejito?

Takai y Shinnosuke, no pudieron ocultar la risa y Misaki los fulminaba con la mirada.

-Son tonterías que se inventan este par  -Misaki señala a sus dis que amigos-.

-No son tonterías,  -interviene Shinnosuke-  ayer te vio cuando corrías hasta Asami-san y se le vio dolido,  -aunque era cierto, él no lo sabía, sólo lo dice para molestar a su amigo-  le rompiste el corazón y hoy no apareció.

-No inventes,  -Misaki recordó la mirada ansiosa de ese hombre y le dio grima-  tal vez se aburrió de este parque y ahora va a otro  -ojalá y no vuelva, pensaba-.

Asami los escuchaba atento, sintió un jalón en el estómago cuando pensó en Himura y la posibilidad de que se haya acercado a Misaki, pero ellos hablaban de un viejito.

-¿Y qué hacía ese viejito? -cuestionó Asami- ¿desde cuándo lo conocen?

-Señor,  -intervino Takai, las preguntas de su jefe son de preocupación-  ese abuelo sólo estaba en el parque, sentado en una banca, dando de comer a las palomas, lo observé desde que apareció, siempre solo y nunca cruzamos palabras con él, bueno una vez Misaki le ayudó a recoger su bastón.

-¿Estás seguro? ¿nunca se acercó?

-Nunca, tal parece que tenía problemas de movimiento, llevaba bastón.

-¿Pero alguna vez lo vieron, llegar o irse?

-Cariño, no te preocupes,  -Misaki se extrañó de tanta pregunta-  es sólo un viejito que viene al parque a darle de comer a las palomas.

-Jefe, ese anciano siempre estaba en el parque,antes que nosotros y se iba luego, supongo.

-¿Qué pasa cariño? Me estás asustando.

-Nada,  -le besa la coronilla, trata de controlar sus nervios-  sólo curiosidad, quería saber a quién le has roto el corazón.

Otra vez Takai y Shinnosuke rieron, está vez fue más audible, ocasionando que Asami les acompañase y que Misaki soltase un gruñido de frustración e inevitablemente, los demás volvieron a reír, cuando salieron del ascensor, el castaño se les adelantó y casi corriendo se metió al departamento y luego se encerró en su habitación. A los minutos salía, ya vestido, se dirigió a la cocina y en silencio preparó el desayuno.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora