LO TENGO TODO

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... y la peor de todas las recomendaciones, nada de sexo durante 6 semanas  -lo último, lo dijo muy inconforme y secundado por el ojimiel-.

-¡Ja! -Aoki-sensei, no pudo evitar la risa, con este par, nunca se aburre-  veo que tienen todo muy claro, os felicito, vuestra pequeña es preciosa, una mezcla perfecta de ambos ¿queréis quedaros más tiempo con ella o llamo a una enfermera para que la bañe y ponga algo de ropa?

Asami miró a su princesa, que dormía plácidamente, luego a Misaki que le sonreía.

-Nos quedaremos con ella más tiempo,  -Asami respondió-  ahora duerme y no quiero molestarla.

-Será como vosotros deseéis, yo me retiro para daros intimidad, como nueva familia querréis estar solos, luego seréis llevados a la habitación, dónde podréis recibir visitas,  -señalaba un botón rojo, al costado de la cama-  no dudéis en pedir ayuda.

-Gracias  -respondieron los nuevos padres-.

Una vez solos, los recién estrenados padres, se miraron y ambos sonreían como estúpidos, Asami, acomodó bien la toalla que cubría a su pequeña sobre su pecho y se acercó al castaño.

-¿Cómo te sientes?  -se recostó a un costado y con su brazo libre abrazó al castaño-  ¿te duele mucho? ¿necesitas algo?

-¡Jajaja! -Misaki reía por tantas preguntas-  deja que te responda a alguna de tus preguntas,  -se acomodó en el costado del pecho de Asami, viendo a su pequeña dormir-  estoy perfectamente,  -quitó el gorrito que llevaba Sayumi y acarició su cabecita-  sí, me duelen las caderas, tanto, como la primera vez que hicimos el amor ¿recuerdas que no podía caminar?  -soltó una risa, porque Asami lo había estrechado más-  pero veo a mi princesa y ha valido la pena y respondiendo a tu última pregunta, no necesito nada, lo tengo todo.

-Gracias cariño,  -Asami besa los cabellos castaños-  contigo y mi princesa, también siento que tengo todo. ¿Has visto lo cómoda que se ve durmiendo? -quitaba la toalla que cubría a Sayumi, quien dormía plácidamente sobre su pecho-.

-Sí, es imposible dejar de verla,  -Misaki le tocó la punta de la nariz a su hija-  se siente protegida, así como yo me siento cada vez que me abrazas y siento tu calorcito, nuestra pequeña  -el castaño hace un puchero-  me ha quitado mi lugar favorito.

-Tendrás que aprender a compartir, así como yo...  -levanta la cabeza para ver a Sayumi, con el dedo índice le acaricia los mofletes-  sólo lo hago contigo princesa y en un futuro con tus hermanos, pero  -acaricia los cabellos de Misaki-  tú eres mío gatito, sólo y siempre mío.

-Completamente tuyo Ryūichi,  -el castaño se acomodó mejor sobre el pecho del ojimiel y pasó su brazo para abrazar a su pequeña-  y tú mío.

No fueron conscientes del tiempo transcurrido, la nueva familia se había mantenido abrazada por casi 2 horas, la entrada de una enfermera, les hizo reaccionar.

-Buenos días Misaki-kun, Asami-sama,  -traía algo parecido a un cuenco gigante, como a una copa-  vengo para ayudar a la madre y como sugerencia de Aoki-sensei, proponeros ayudar a dar el primer baño de la pequeña Sayumi  -señalaba lo que traía consigo-.

-¿Podemos?  -el ojimiel mira con desconfianza "la bañera", Misaki había comprado una-  insisto, eso es muy pequeño.

-Amor,  -Misaki, se sienta en la cama, cubre a Sayumi con la toalla e intenta ponerse de pie-  ya te lo dije, esa es la mejor bañera, asemeja el útero y ayuda a combatir los cólicos y gases.

Asami no dijo nada, cogió a su pequeña y se puso de pie, mientras la enfermera se acercaba a Misaki y le auxiliaba para llegar al baño, a los minutos salían, el castaño recién duchado, con pijama y caminando a paso de tortuga, ayudado por la mujer.

La enfermera, dejó al castaño sentado en la cama y se fue a preparar el primer baño de Sayumi, puso la bañera, dentro del jacuzzi y la llenó de agua.

-Cuando queráis  -señaló la bañera-.

Misaki se recargó del brazo de Asami y juntos se acercaron al jacuzzi, el ojimiel aun dudando, con extremo cuidado acomodó a Sayumi en la bañera, quien apenas se removió, así en posición fetal, la pequeña sólo juntó sus manitas y se las acercó a la boca.

Misaki se recargó del brazo de Asami y juntos se acercaron al jacuzzi, el ojimiel aun dudando, con extremo cuidado acomodó a Sayumi en la bañera, quien apenas se removió, así en posición fetal, la pequeña sólo juntó sus manitas y se las acercó a l...

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-Es cómo verla en las ecografías,  -Asami ya estaba más animado-  le agrada.

-Te lo dije  -Misaki como bien pudo se acercó más a la bañera y le habló a la enfermera-  ¿podemos bañarla nosotros?

-Por supuesto,  -la enfermera les alcanzó una esponja natural y gel-  yo, sólo intervendré si lo necesitáis.

Asami acercó un banquillo para que Misaki se sentase y estuviese más cómodo y juntos iniciaron la tarea de dar el primer baño de Sayumi, el ojimiel al tener más movilidad, movía a la pequeña y el castaño, con extremo cuidado pasaba la esponja por cada rincón del aún diminuto cuerpo.

-En la maleta,  -Misaki le habla a Asami-  puse una toalla mullida, por favor, me la alcanzas.

Obediente el ojimiel, hizo lo que el castaño le pidió.

-Veo que has empacado su ropa  -refiriéndose a las prendas de Sayumi-  en paquetes individuales.

-Sí, cada paquete tiene lo necesario,  -el castaño respondió sin dejar de atender a su pequeña-  coge uno, para vestirla luego.

Asintiendo, Asami cogió la toalla, uno de los paquetes y volvió con Misaki, que ya estaba terminando, le entregó el paquete y él, con algo de nervios, sacó a Sayumi de la bañera, la envolvió en la esponjosa toalla y se la acercó al pecho, para darle calor, ya que la pequeña apenas la sacaron del agua, había roto en llanto, como buen padre sobreprotector, supuso que fue por frío y al parecer no se había equivocado, ya que su hija se tranquilizaba y acomodaba.

-Puede ponerla en ese cambiador,  -la enfermera le señalaba el lugar, mientras ayudaba a Misaki-  está acondicionado para que la bebé no pase frío.

El ojimiel llevó su preciada carga, hasta donde le habían indicado, tras él, llegó el castaño, quien abría el paquete y dejaba ver, que efectivamente, contenía todo lo necesario para vestir a Sayumi, sincronizados, Asami secaba a la pequeña y Misaki con habilidad ponía un pañal, para luego vestirla... la enfermera les observaba con gracia, a pesar de ser primerizos, ambos padres se movían con mucha naturalidad, cuando vio que ya estaban listos, se atrevió a interrumpir.

-Iré por la silla de ruedas,  -lo dice, saliendo de la habitación-  les llevaré a vuestra habitación.

Asami y Misaki, sólo asintieron, ambos estaban muy embobados, viendo a su hija.

-Lista cariño,  -Asami levantó a Sayumi, por sobre su cabeza y luego se la acercaba para besarle una de las mejillas-  estás guapísima.

-Tu papi tiene razón,  -Misaki acomoda el gorrito de su hija y aprovecha para besarle la frente-  estás guapísima y lista para conocer al resto de la familia.

-Estoy seguro que tu abuelo  -Asami soltó una risa-  está a punto de torturar a alguien allá afuera.

Ambos rieron por ese comentario, imaginando a Kirishima, impaciente por verles... más precisos, queriendo conocer a su nieta.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora