¡ESA ES MI SEÑAL!

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Takahiro junto a su esposa, llegaban al hospital, Misaki le había llamado para decirle que Asami estaba internado, sin muchos detalles y que él, le estaba cuidando, pero que había algo muy importante que tenía para decirle. El Takahashi mayor luego de saludar a Takai, ingresó a la habitación, se encontró a una enferma, poniéndole el tensiómetro a su hermanito, quien estaba con pijama del hospital, en cama y a su cuñado, recostado en otra cama, conectado a una vía intravenosa y se le veía el vendaje de su abdomen, temiendo lo peor se acercó.

-¿Qué tienen mi hermano y mi cuñado? -se dirigía a la enfermera-.

-Nii-chan -Misaki se movió-.

-No se mueva,  -la enfermera le sostuvo el brazo-  trate de mantenerse en silencio y calmado.

Takahiro le hizo señas a su hermano que esperase, ocultaba su nerviosismo, pero deseaba estar al lado de su hermano, cuando el aparato emitió los pitidos, vio cómo Asami esperaba ansioso los resultados.

-La tensión y las pulsaciones, están normal,  -la enfermera apuntaba en la tablilla-  veo que ha seguido las indicaciones del médico, su ginecóloga apuntó una observación ¿se ha tomado los suplementos?

-Desde ayer no,  -el castaño se mordió el labio, le espera una reprimenda-  no los tengo aquí.

-¿Pero pudiste pedírselos al médico?  -Asami un poco enfadado-  o sea, a los demás nos exiges que tenemos que cuidarnos y tú no sigues tus propios consejos.

-Asami, tiene razón  -Takahiro le mira muy serio-  y ¿Para qué son esos suplementos?

-Por favor, no os enfadéis,  -Misaki se siente culpable por estar dando problemas-  sólo que con todo lo ocurrido, se me olvidó.

-Yo me retiro,  -la enfermera huyó del campo de batalla-  le avisaré al médico para que me dé las recetas, en un rato le traigo sus suplementos.

-Gracias  -el castaño inclinó su cabeza-.

-Misaki  -Takahiro respiró profundo para relajarse y sostuvo la mano de Manami-  ¿qué tienes, es grave?

-Buenas tardes Takahiro, Manami  -Asami saludaba-  por favor, tomad asiento.

-Perdona mis modales,  -Takahiro le dirigió la palabra a su cuñado y se inclinó a modo de saludo-  pero llegar y encontrarme con todo esto, me asusté.

-Nii-chan,  -Misaki se levantaba de la cama y se acercaba a Asami-  no te preocupes, ya estamos bien.

-¿Cómo que ya estamos bien? Si entro aquí y me encuentro a ambos en cama, mi cuñado, al parecer herido y mi hermano enfermo, que necesita tomar unos suplementos.

-Hay algo que tenemos para contarte,  -el ojimiel habla primero-  es una buena noticia, por lo menos  -tomó la mano de Misaki y la besó-  para nosotros.

-Os escucho.

-Nii-chan, lo que dije antes es verdad, estamos bien, es cierto que ves a Ryūichi más complicado, pero gran parte de su estado es por mí.

-Anoche, después de la fiesta, fui asaltado  -Asami y Misaki, quedaron de contarle una verdad a medias a Takahiro-  y me hirieron, gracias a los guardaespaldas, no pasó más allá de unos golpes y una herida por arma blanca en el costado.

-¿Y por qué Misaki dice, que estás así por él? -el mayor de los Takahashi se alarmó-  ¿quisieron hacerle daño a mi hermano?

-No nii-chan, yo estaba en la camioneta, cuando pasó todo eso,  -no se sentía bien mintiendo a su hermano, pero era necesario-  me enteré por los guardaespaldas, si dije que Ryūichi está más complicado  -sin soltar la mano de Asami, le sonrió-  es porque, él lleva varias semanas padeciendo el Síndrome de Couvade y se encontraba deb...

-No entiendo  -Takahiro confundido, interrumpió-  ¿qué es ese síndrome?

-Cariño,  -intervino Manami y le sonreía-  Misaki y Asami-san, están embrazados.

-... -sólo un suspiro y después un golpe-.

-¡Nii-chan!

-¡¡Takahiro!!

Manami, como bien pudo, sostuvo a su marido y evitó que se golpease la cabeza.

No fue necesario llamar a nadie, la enfermera, que rato antes atendió a Misaki, entraba con los suplementos del castaño.

-¿Qué le ha pasado al señor? -le entregaba las pastillas al castaño-.

-Se ha desmayado de la impresión,  -Manami le abanicaba a Takahiro con las manos-  alcancé a evitar que se golpease la cabeza.

-Iré a por alcohol  -la enfermera se retiraba corriendo-.

-Nii-chan  -el castaño se acercaba a su hermano- ¿estará bien?  -le hablaba a su cuñada-  creo que no le gustó la noticia.

-No digas eso,  -Manami le sobaba el brazo- te aseguro que está feliz, todos lo somos, sólo es la impresión, aunque él no lo diga, tú siempre serás su hermanito, el pequeño Misaki de 8 años, que crio como a un hijo.

-Nee-chan,  -el castaño lloraba-  lo que hizo Takahiro por mi, siempre, siempre se lo agradeceré, nunca podré pagárselo.

La llegada de la enfermera, interrumpió la plática, acercó a la nariz de Takahiro, una bola de algodón, empapada de alcohol y esperó a que reaccionase.

-¡Misaki! -Takahiro se fue sobre su hermano y le cogía de los brazos, mientras lloraba- ¿es cierto?

-Sí nii-chan, Ryūi... -un efusivo abrazo lo interrumpió-.

Asami y Manami, veían a los hermanos, que lloraban abrazados.

-Tendré un sobrino, -el mayor limpiaba las lágrimas de su hermanito-  tendrás una familia ¡esa es mi señal!

-¿Qué señal? -Misaki sorbía por la nariz y se acariciaba el vientre- y que sepas, es una princesa, Sayumi.

-No te apresures,  -Takahiro sonreía-  recuerda que con Mahiro, todos decíamos que sería una niña.

-Estamos seguros,  -miró a Asami-  será una hermosa princesa y ¿qué es esa señal, de la que hablas?

-Manami y yo estuvimos hablando de la posibilidad de volver a Tokio,  -se levantó y ayudó a Misaki, luego cogió la mano de su esposa-  nuestras familias están aquí y por mi antigüedad en la empresa, ya puedo solicitar el traslado, tu noticia es la señal, quiero estar cerca de ti, de mi "sobrina", iniciaré los trámites.

-¿Es eso cierto o sólo lo haces por mi embarazo? -el castaño es incrédulo-  nii-chan, no quiero que te tomes molestias.

-No Misaki,  -Manami le acaricia las mejillas al castaño-  Takahiro lo lleva pensando hace meses, sólo que no tomaba la decisión.

-Cariño  -intervino Asami, su castaño está dubitativo-  ¿no te gusta la idea?

-¿Eh? No, no es eso,  -se fue al lado de Asami- sólo que no quiero que se tomen molestias, por mí.

-Estar cerca de mi hermanito, no es una molestia, tú sabes que me fui a Osaka porque significaba una oportunidad en mi trabajo, pero ahora quiero volver, quiero ver crecer a mi sobrina, quiero malcriarla, como no hice contigo.

-Nii-chan -Misaki volvía a llorar-.

-Takahiro,  -el ojimiel intervino-  si quieres puedes trabajar en alguna de mis empresas.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora