La ceremonia, se llevó a cabo en una pequeña cala, con el atardecer sobre el inmenso y hermoso mar de fondo, todo era tal como Misaki lo había imaginado, nada ostentoso, se acomodaron sillas blancas a cada lado de un pasillo tapizado con una alfombra de material natural y rústico, que llegaba frente a un arco donde esperaba el oficiante de la ceremonia, los invitados, incluidos los guardaespaldas, a petición de los novios, todos vestían colores neutros o pulcramente de blanco, nadie iba de estricta etiqueta, la mayoría prefirió no llevar calzado. Su traje y el de Asami, era de tres piezas, pantalón, camisa y chaleco, nada de corbata, ni moño, ni pajarita, en color blanco y beige para el ojimiel y blanco y gris claro para él, Kaoruko hizo un gran trabajo en cuanto a los trajecitos de los más pequeños, Mahiro y Wang llevaban bermuda, camisa y chaleco de lino, todo en color arena, adornado de una pajarita dorada y verde, respectivamente y Sayumi lucía un sencillo, pero precioso vestido blanco puro, sin atavíos innecesarios, sólo una diadema decorada con diminutas rosas blancas y rosas adornaba su cabecita, la pequeña todo el tiempo que duró la ceremonia se mantuvo despierta y en brazos de Manami, que estaba sentada en primera fila.
En el altar, del lado de Misaki estaban Shinnosuke y Kaoruko esperándole y del otro lado, acompañado de Kirishima y Mikhail, Asami, que miraba insistentemente al inicio del pasillo improvisado, cuando apareció el castaño, su corazón que había logrado apaciguar, latió desbocado, no de mala manera, pero con Misaki descubrió muchas emociones y verle le provoca ese distintivo calorcito en el pecho que sólo aparece con su presencia, las comisuras de sus labios se levantaron al momento, esos pocos metros le supieron kilómetros, estuvo a nada de salir corriendo a su encuentro, sólo se contuvo por el ruso que lo sujetó del hombro.
–Tranquilo campeón, -susurró Mikhail- disfruta del momento.
Sólo asintió y se quedó quieto, disfrutando del momento, más exactos, deleitándose con la imagen de su precioso gatito, que avanzaba radiante hacia él.
Misaki, del brazo de Takahiro, avanzaba decisivo hacia donde le esperaba el ojimiel y cada paso hacia el altar, era un recuerdo de sus días con Asami, ambos no dejaban de mirarse y no pudo evitar morderse el labio al detallar al que será en breve su marido, quien al no llevar chaqueta, sus musculosos brazos eran muy visibles a pesar de la camisa y deseaba correr a refugiarse en ellos, la voz de su hermanos lo retrajo de sus pensamientos.
ESTÁS LEYENDO
Y... Por qué no?
FanfictionDicen que cuando nos enamoramos de una persona a primera vista, es porque esa persona fue nuestro amor en otra vida. Eso les pasa a Misaki y Asami... sólo les bastó cruzar miradas para reconocerse, soñarse, desearse, pero sobre todo AMARSE. Mi prime...