SHINNOSUKE Y HARUHIKO 1/2

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Shinnosuke estaba solo en el departamento, Misaki pasaría el fin de semana con Asami, habían llegado Mikhail y Feilong, para asistir a la fiesta de cumpleaños de Asami, aunque le hayan invitado para compartir, no aceptó, no quería ser el violinista. Esa mañana salió como siempre a realizar su rutina de ejercicios, estaba saliendo de la ducha cuando oyó el timbre, cogió una toalla para secarse y el sonido del timbre otra vez se hacía escuchar, se puso el albornoz al tiempo que el timbre sonaba insistentemente, se apuró y llegó a la puerta.

-¿Quién tiene tanta pri...  -dijo al abrir la puerta y se sorprende- ...sa? ¿Haruhiko?

-Hola Shinnosuke,  -se lanzó a besarle-  quería verte.

El menor, no tardó en responder el beso, Haruhiko había estado inspeccionando unas obras fuera de la ciudad, así que hace días que no se veían, Shinnosuke sintió las manos del mayor, abriendo el albornoz por la pate de arriba, para besarle el cuello, le quemaba cada beso, de lo que llevan de relación, ya habían tenido sus momentos de dejarse llevar y toquetearse mutuamente, varías veces habían acabado ambos con una molesta erección sin tratar, pero ninguno de los dos avanzaba al siguiente nivel, pero ahora cree no poder aguantar, su cuerpo le pide más.

Para Haruhiko las cosas no estaban mejor, esa mañana despertó temprano, ese fin de semana no tenía pendientes del trabajo, quería ver a Shinnosuke, así que se levantó, vistió cómodo y salió de su hogar para ir con el menor, por la hora pensó que lo encontraría en el parque, pero no estaba, subió al departamento y llamó incesantemente al timbre, cuando al fin le abrieron la puerta, su novio estaba enfundado en un albornoz, con el cabello mojado, se notaba que recién salía de la ducha, porque las gotas de agua aún le escurrían por el cuello, apenas saludó y se lanzó a besarle, lo necesitaba, le abrió la parte de arriba del albornoz para atacarle el cuello con besos y leves chupetones, cuando llegó a su oreja, le mordió el lóbulo.

-¡Ahhh! Haruhiko,  -el menor respiraba entrecortado-  de... de... deja que cierre la puerta.

-Disculpa,  -su respiración era errática y la voz muy ronca-  me dejé llevar.

-Está bien,  -tiró de Haruhiko y cerró la puerta-  sólo que no quiero dar un espectáculo  -desconociéndose ahora él se lanzaba a besar al mayor-.

Era un beso ansioso, el mayor atrajo el cuerpo de Shinnosuke y lo aprisionó de la cintura, profundizando el beso, se daban leves mordidas, el menor trataba de ahogar sus gemidos, pero estos salían sin permiso, ahora entendía a su amigo, si con este beso gemía audiblemente no quiere ni pensar en lo que hará cuando suban el nivel ¡por Dios! que vergonzoso, pensaba. Fue sacado de sus pensamientos porque esta vez Haruhiko le deslizó el albornoz, quedando con el torso descubierto y le atacó los pezones, uno con la boca y el otro con los dedos.

-¡Dios!  -le gustó lo que hacía su novio-.

Haruhiko al oír los gemidos del menor, no podía parar, deseaba subir de nivel y esperaba que su novio quisiese lo mismo.

-Shinnosuke  -respiraba entrecortado-  ¿quieres que pare?

-No, por favor,  -jadeaba-  no pares.

Agradecido, el mayor volvió a besarle, le tomó de los muslos y le hizo enrollar las piernas a su cintura, siguieron besándose mientras Haruhiko se encaminaba hasta el salón, se sentó en uno de los sofás con el menor sobre él, en esa posición tenía mejor acceso a los pezones, los cuales volvió a besar, lamer y morder. Shinnosuke se dejó llevar por sus deseos, lo que le hacía su novio, lo estaba encendiendo, comenzó a despojar de su camiseta al mayor, quedando ambos con el torso descubierto, le besó el cuello y comenzó a bajar por su pecho, de vez en cuando dejaba un chupetón, Haruhiko le detuvo y lo recostó en el sofá, le abrió el albornoz, dejando a la vista la erección del menor, que avergonzado se cubrió con las manos.

-No hagas eso,  -le cogió las manos-  quiero verte, conocerte, descubrirte.

-Haruhiko.

El menor dejó de cubrir sus partes y dejó que Haruhiko le hiciese todo lo que quisiese.

Haruhiko inició un camino de besos desde el cuello hasta la pelvis de Shinnosuke, mordió los muslos internos, sacándole incitadores gemidos a su novio, vio el miembro del menor, erecto y soltando gotas de líquido pre seminal, masajeó con sus dedos la punta y luego se los llevó a la boca.

-Sabes delicioso.

-Esto es vergonzoso  -se cubría el rostro con un cojín-.

-Si te cubres no verás lo que te haré  -le dio una lamida desde la base hasta el glande-  a partir de ahora.

-¡Ahhh! -resonó por el salón-.

Haruhiko se dedicó a darle placer con su boca, lo sentía jadear, quiso avanzar más y acercó sus dedos a la entrada del menor, la saliva y el líquido seminal, escurrían, humedeciendo el lugar, durante la felación acarició con un dedo y lo introdujo lentamente, inició a moverlo al rato probó con un segundo falange, Shinnosuke soltó un gemido y movió levemente su cadera, señal que le gustaba lo que él mayor le estaba haciendo, Haruhiko hizo movimientos de tijera, para dilatar la zona, cuando fue más fácil mover los dedos, simuló embestidas, buscando el sitio que le haría explotar, metía y sacaba los dedos, hasta que el menor se arqueó.

-Lo encontré -volvió a meterse el miembro del menor a la boca y aumentó el movimiento a la vez de las embestidas con su mano-.

-No si... ¡ahh! No sigas, me vendré.

Ni caso a la petición de Shinnosuke, Haruhiko continuó hasta que el menor se corrió en medio de gemidos y jadeos, levantó el rostro y le vio respirando agitado, con perlas de sudor por el cuerpo, el rostro sonrojado y los ojos cerrados.

El menor una vez logró recuperar su respiración, abrió los ojos y la imagen de Haruhiko, orgulloso de su hazaña, le prendió el cuerpo, se incorporó y se lanzó sobre él, tirándole al sofá, comenzó a quitarle el pantalón y la ropa interior, al ver la erección del mayor, tragó en seco, pero no se detuvo, inició un beso y empezó a bajar por el cuello, le hizo un chupetón en la clavícula y siguió bajando por el torso, al llegar a la entrepierna, cogió el miembro de Haruhiko y lo apretó levemente, lo masajeaba de arriba abajo y hacía círculos en el glande, el líquido seminal hizo el trabajo más fácil, más suave, bajó el rostro y tímidamente pasó su lengua, el gemido ronco del mayor le hizo estremecer, quería más, volvió a lamer la punta y poco a poco fue extendiendo las lamidas hasta la base y volvía al glande, tomó aire y se introdujo el miembro a la boca, trató de meterlo todo, pero las arcadas no se lo dejaban fácil, con lo que podía comenzó a mover su cabeza adelante y atrás, primero lento, después su propio instinto le hizo aumentar los movimientos de la felación, a los minutos las manos de Haruhiko sobre su cabeza y moviendo las caderas para incrementar las penetraciones, le indicaban que el mayor se vendría, siguió hasta que sintió como el falo del mayor explotaba en su boca, succionó una última vez y lo dejó ir, tragó todo ante la mirada atenta de Haruhiko.

-Haru, quiero que me hagas tuyo.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora