-¿Ryūichi eres un mafioso? -hablaba sólo-.
Tembloroso, cerró las carpetas, terminó de recoger todo y las puso en su sitio, cogió los inventarios y salió de allí, ya en su oficina, dejó todo en su escritorio y se fue al baño, abrió el grifo y se mojó la cara, se vio al espejo y se dio cuenta de que seguía temblando, hizo el ejercicio de relajación que le enseñó Asami y logró contener los temblores, secó su rostro y volvió a su sillón, estaba tan ensimismado que cuando su móvil sonó, le asustó y respondió ansioso.
-¡Ryūichi! ¿Cómo llegaron? -necesitaba saber que estaba bien-.
-Misaki, -notó la ansiedad en la voz- llegamos bien, estamos descansando un rato antes de ir con los demás, ¿te pasa algo?
-¡No! Sólo que te extraño, -no mentía- amor, por favor cuídate -no entendía por qué le decía eso-.
-Cariño, yo también te extraño -se contagió la ansiedad- y el que tiene que cuidarse eres tú.
-¡Ryūichi! Me molesta que no consideres importante tu salud -levantaba la voz- o seguridad.
-Ya, ya no te enojes, prometo tener cuidado, pero tú tienes que prometer lo mismo.
-Lo prometo, te amo.
-Y yo te amo Misaki, ahora tengo que colgar, Kirishima me avisa que debemos salir, te llamaré mañana, adiós cariño.
-Adiós amor -colgó-.
☆
Asami colgó la llamado, quedando más inquieto, ¿Por qué Misaki, pedía que se cuidase, con tanta insistencia? mientras caminaba hacia su reunión, sus manos sudaban, estaba nervioso y no entendía el por qué, Kirishima a su lado, notó que algo no iba bien.
-Señor, se encuentra bien.
-No lo sé Kirishima, creo que me estoy volviendo loco, -sobaba su pecho- presiento que algo va a pasar.
-Pediré a los muchachos que estén más atentos.
Sólo recibió un asentimiento de cabeza por parte de Asami, que tenía los ojos perdidos, estaba ido, procedió a enviar un mensaje a los guardaespaldas.
☆
Misaki se quedó un rato viendo la pantalla de su móvil, pensando en lo que descubrió recientemente, ¿qué haré si confirmo que todo es cierto? ¿Por qué no siento miedo, pero sí ansiedad? Su cabeza era un lío, sólo de algo estaba 100% seguro, amaba a Asami Ryūichi, al hombre, no al empresario, ni al multimillonario, ni al posible yakuza... amaba al hombre, ese que cuando lo abraza, le hace sentir cálido y seguro ¿está mal que le ame? Pensaba. Resignado, suspiró y dejó sus pensamientos de lado, ahora tenía que concentrarse en la investigación para buscar pruebas, cotejó los inventarios con los informes de las carpetas y después comparó las ventas, una sonrisa se dibujó en su rostro.
-A eso se refería, -hablada del tipo que oyó hablar por teléfono- no es dinero lo que robáis, sustraéis mercancías de las bodegas, pero ¿cómo? Y ¿cuántas personas hay involucradas?
Vio la hora, ya era hora de salir, envió un mensaje a Shinnosuke, ordenó su escritorio, cogió sus cosas y se fue, bajando, el ascensor se detuvo en su antigua planta, subieron varias personas, una de ellas era ese hombre, se saludaron de forma cordial y siguieron descendiendo, en la recepción del edificio se encontró a su amigo, éste hablaba por teléfono con una sonrisa boba en el rostro, dedujo que hablaba con Haruhiko y se acercó a molestarle.
-Hola bomboncito -hablaba más ronco- ¿ya nos vamos? -Tōdō lo fulminaba con la mirada-.
-¡No!... Es Misaki... -al parecer no le dejaban terminar de hablar- que es Misaki... -con los ojos suplicaba ayuda, pero Misaki se reía a su costa-.
-Me habías dicho que estabas solo, -siguió molestando- mejor ya cuelga para que vayamos a divertirnos.
-Haruhi... que no... -jaló a Misaki del brazo- Misaki, deja el juego y habla con Haruhiko.
-¡Jajaja! Relájate Haruhiko, -se apiadó de su amigo- sólo quise molestarles... que sí, sólo estamos nosotros... nadie se acercará a Shinnosuke, lo prometo... -soltó una risa, porque Haruhiko dio un suspiro de alivio, le quitó el móvil a su amigo y se alejó para hablar- ¿Haruhiko estás enamorado de Tōdō?... ¿y por qué no le has pedido que sea tu novio?... ¿En serio? -sonreía por la respuesta- cuenta con mi apoyo, siempre que no hagas sufrir a mi amigo... ok, te dejo con Shinnosuke, Adiós... -le entregó el móvil a su amigo-.
Dejó que su amigo terminase de hablar con Haruhiko, mientras él veía por los grandes ventanales del hall, afuera estaba otra vez ese hombre, hablaba por el móvil y al parecer estaba muy enojado, cuando colgó por un momento sus miradas se cruzaron, se sintió nervioso pero no apartó la vista, apretó su puño escondido en su bolsillo, lo vio alejarse, el toque en su hombro lo despertó de su trance.
-Ya, vámonos antes que me arrepienta -le hablaba resentido- ¿te sentiste bien, riéndote a mi costa?
-Un poco, pero vi la oportunidad, quería que por una vez, estuvieses en mi lugar.
Shinnosuke entendió a qué se refería y sólo rió por lo bajo, su amigo tenía razón, por lo general Misaki se ve envuelto en situaciones que a él le causan gracia, salieron del edificio y cogieron un taxi que los llevase a ese exclusivo casino. El lugar estaba en uno de los barrios más excluyentes de Tokio, en la entrada mostraron sus membresías y les dejaron pasar sin problemas, todo el lugar gritaba dinero, a las personas en su interior se les notaba que eran hombres y mujeres adinerados o niñatos, hijitos de papás, que no hacen nada más que divertirse y gastar dinero que no les ha costado ganarse.
-¿Qué hacemos? ¿Dónde vamos?
-Vamos al bar.
Se adentraron y buscaron el bar, durante el trayecto fueron víctimas de constantes invitaciones a beber, bailar o a "relajarse" en un privado, incluso recibieron comentarios subidos de tono, Tōdō usando sus conocimientos de defensa personal, tuvo que quitarle de encima a varios encimosos borrachos, que insistían en llevarse a Misaki para "divertirse" un rato, fue una travesía llegar a la barra.
-¡Argh! Qué asco, -el castaño simulaba un escalofrío- no tienen vergüenza.
-Menos mal que accedí a acompañarte, parecías una presa, huyendo de bestias hambrientas, incluso -le señalaba las mesas- algunos nos están observando, creo que esperan un descuido.
-Seremos nuestras sombras, no nos separaremos ni para ir al baño.
-¡Jajaja! Donde vayas causas revuelo.
-¿Eh? No digas tont...
-Buenas noches, ¿qué desean beber los señores? -una voz femenina interrumpió, su tono era coqueto-.
-Para mí un vodka cranberry -el castaño sonrió a la barwoman, era guapa y se notaba que usaba eso a su favor- y para mi amigo... -instó al pelinegro-.
-Yo quiero lo mismo, gracias.
Mientras les preparaban las bebidas, Misaki observaba a todos los bartender, camareros y camareras, se fijaba como se movían o interactuaban con los clientes, todos se veían correctos, amables, a excepción de la barwoman que les atendió, su actitud era seductora, sonreía y se acercaba demasiado a los clientes, sobre todo a los más bebidos y mostraba sus atributos, que se veían por los botones abiertos de su blusa, cuando les sirvió sus tragos, les guiñó un ojo, a la vez que les acarició la mano sutilmente con el meñique.
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Y... Por qué no?
FanfictionDicen que cuando nos enamoramos de una persona a primera vista, es porque esa persona fue nuestro amor en otra vida. Eso les pasa a Misaki y Asami... sólo les bastó cruzar miradas para reconocerse, soñarse, desearse, pero sobre todo AMARSE. Mi prime...