¿VAIS EN SERIO?

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A pesar de su carácter entrometido, a Feilong no le salían las palabras, parecía haber sufrido un ataque de mutismo y sólo abre la boca, pero las frases no salen, el primero en reaccionar es Mikhail, aunque está seguro que ha de tener una cara de estúpido.

-¿Vosotros... dos... juntos?

Asami bajó a Misaki, que estaba rojo como un tomate y se posicionó tras éste, le abrazó por la cintura y apoyó su mentón en la cabeza castaña, miró a sus amigos y sonrió burlón, por la expresión de sus caras.

-Sí, no pensábamos decir nada, por lo menos hasta después de haber hablado con el hermano mayor de Misaki, sois los segundos en saberlo.

-¿QUÉ? -el chino gritó- ¿tú conocerás a la familia de Misaki? O sea, ¿lo vuestro no es reciente?

-¿Y quién más lo sabe? -el ruso, aún no se lo cree- ¿Kirishima?

-¡NO! -respondieron Asami y Misaki-.

-Sólo mi amigo  -el castaño respondía-  Shinnosuke.

-No me han respondido  -Feilong recuperado del shock inicial, ahora quiere detalles-.

-No señor Feilong, lo nuestro, no es tan reciente, de novios ya casi cumplimos 2 meses y de conocernos un poco más.

-Quiero detalles, -mira a Asami, que sólo rueda los ojos y a Misaki que no deja de estar sonrojado y sonríe-  y dime Feilong o Fei, eres la pareja de mi amigo, no seas formal.

-A mí dime Mikhail, Fei tiene razón, eres la pareja de Asami, ¿para qué tanto formalismo?

-Feilong, no empieces con el interrogatorio,  -Asami gruñe-  asustarás a Misaki.

-Pero quiero saber todo, ¿dónde? ¿cómo? ¿cuándo se conocieron? ¿Por qué se lo tenían tan callado? Y ¿es cierto que conocerás a su familia?...

Misaki lo miraba con los ojos bien abiertos, Feilong no respiraba de tanta pregunta que lanzaba, le hacía gracia, parecía un reportero de farándula.

-¡Jajaja! Señor Fei... -se corrigió por la mirada que le dedicó el chino-  Feilong, en lo que terminamos de preparar el postre,  -con su carácter amable de siempre, le dedica una sonrisa-  trataré de responder a tus preguntas ¿te parece?

-Me parece perfecto  -le agrada el carácter del castaño, le calma- ¿necesitas ayuda, con otra cosa?

-Por ahora no,  -volvía a lavar sus manos, para luego comenzar a unir ingredientes con ellas-  cuando la masa esté reposando en el frigorífico, me puedes ayudar con el merengue.

En lo que Misaki amasaba, Feilong lanzaba preguntas que Asami o el mismo castaño respondían, de vez en cuando Mikhail también preguntaba, decir que estaban sorprendidos era poco, ahora entendían los cambios de su amigo, coincidían con las fechas que se conocieron, jamás imaginaron ver al cabronazo de Asami enamorado, estaban contentos por él, pero los dos pensaban lo mismo ¿qué pasará cuando Misaki se entere de su otra vida?... Sin darse cuenta estaban dando los últimos detalles al Pie, el chino se sintió orgulloso de su aportación, pensó que sería más difícil, pero con la ayuda y paciencia para enseñar de Misaki, le resultó satisfactorio y también las últimas preguntas del interrogatorio, eran respondidas.

-Estuvieron un mes,  -Mikhail preguntaba curioso-  trabajando ocho horas diarias y más, en el mismo edificio ¿y no se vieron? ¿De qué hablabais cuando estabais juntos?

-Yo,  -Misaki, otra vez sonrojado, recordando lo que hacían cuando estaban juntos-  no podía comentar con nadie acerca de los proyectos, está en las cláusulas de confidencialidad que firmé, sólo de forma general, comentaba que tenía mucho trabajo, el día de la junta, me llevé la sorpresa de encontrarme con todos allí y enterarme de que mi novio, es mi jefe.

-Y yo, me la pasaba ocupado, que cuando podíamos vernos, lo último que quería, era hablar de trabajo.

-¿Y es cierto que conocerás a la familia de Misaki? -el chino dudoso-.

-Por supuesto,  -Asami es contundente en su respuesta-  el próximo fin de semana nos vamos a Osaka, allí les conoceré.

-¡Wow! ¿vais en serio?

-Sí.

-Quisiese estar presente  -el ruso se ríe-  cuando se lo contéis a Kirishima, hasta pagaría por ello.

-No digas estupideces  -aunque no lo demuestre, a Asami le preocupa la reacción de su asistente-.

-Con lo sobreprotector que se muestra con Misaki, estoy seguro que mínimo te amenaza con castrarte, si le haces sufrir.

El castaño sólo oye la plática, está muy feliz de la manera en que se han dado las cosas, espera que con su hermano sea igual, pero los comentarios de Mikhail, están comenzando a asustarle, a Kirishima lo ve como a un padre y no le gustaría que se enojase por tener una relación con Asami.

-No te preocupes,  -Asami notó su estado de ánimo, le hablaba en el oído mientras le besaba el cuello-  Mikhail exagera.

-Sí, tal vez estás en lo cierto,  -hacía un puchero, que lo hacía ver adorable-  pero no me gustaría que Kirishima-san, se enoje conmigo o piense que estoy contigo por interés.

-Misaki, si él piensa eso de ti,  -le mordía el labio para deshacer el puchero-  quiere decir que no te conoce, además estoy seguro que con el que estará enojado, será conmigo, contigo jamás.

-Pero eres su jefe,  -soltaba una risa y le abrazaba, refugiándose en el pecho de Asami, le encanta sentirse protegido-  no creo que se atreva a reclamarte nada.

-Como si eso le importase  -no lo soltaba-  cuando se trata de ti.

Mikhail y Feilong les observaban en silencio, compartiendo miradas cómplices, ese par se desconectó de la realidad, se olvidaron que ellos también estaban presente, los entendían, estaban enamorados, se les notaba en la forma que se miraban... pero esa manía de fastidiar a su amigo, les superaba.

-Ya Asami, deja a Misaki,  -el chino rompiendo la burbuja-  todavía falta preparar la cena.

-Que molesto eres.

-Sí, sí, lo que tú digas,  -se dirigía al castaño- Misaki, ¿qué hacemos ahora?

Misaki abandonó los brazos de Asami y se dispuso a impartir órdenes, tal como un chef a sus ayudantes, a Feilong y Mikhail les dio la tarea de lavar y picar las verduras, luego de una breve demostración ambos entendieron como debían hacer los cortes, lo hacían de forma torpe al principio, pero con los minutos tuvieron más confianza, como vio que Asami tenía más experiencia, le asignó cortar las distintas carnes y él, cortó el pescado y limpió algunos mariscos, menos mal que la isla de la cocina era enorme, así todo tenían espacio suficiente para cumplir su cometido. Pasaron una tarde muy agradable, estaban relajados de vez en cuando se reían por los comentarios que se lanzaban el trío de amigos o por como Feilong y Mikhail arrugaban la nariz por ver la carne y el pescado, en algún momento Asami abrió una botella de vino y Feilong puso música Chill out... y ahí estaban disfrutando sus copas, escuchando música y terminando sus tareas, la cocina, poco a poco, comenzó a llenarse de deliciosos aromas que habrían el apetito, en lo que Misaki y Asami acababan las preparaciones, la otra pareja ponía la mesa, a los minutos ya estaban sentados disfrutando los alimentos.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora