PIN PON

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... tienes los hombros rojos por el sol.

Sin importar su desnudez, Asami se paseó por la terraza hasta la casa, volvió a salir con unas toallas, una se la puso al castaño sobre los hombros y con la otra le secaba el cabello.

-Yo con esta,  -refiriéndose a la toalla que tenía sobre los hombros-  puedo secarme, tú usa la otra.

-Yo estoy bien,  -seguía secando el cabello del castaño-  pediré que traigan una loción after sun.

-¿Para qué? ¡auch!  -Asami le descubrió y tocó los hombros-.

-Para eso,  -volvía a cubrirle con la toalla-  tienes la piel muy sensible y el sol te ha quemado.

-Gracias Ryūichi  -le besa cortamente-  y si no es abusar, puede ser algo natural con aloe vera,  -hace un puchero-  los productos con muchos ingredientes químicos y perfumes artificiales, me provocan irritación en la piel.

-Lo que quieras  -busca el móvil, para enviar un mensaje-  ¿alguna marca en especial?

-Me conformo con cualquiera que sea natural, ya cuando vuelva a casa, encargaré en el herbolario de siempre.

-Ahora entiendo porque siempre cargas con tu neceser,  -rió divertido-  creí que era una manía o un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).

-No es gracioso,  -muy en serio no se le podía tomar, porque aguantaba la risa-  desde pequeño, mi piel sufre de sensibilidad a los productos comerciales, por eso los mando a preparar a un herbolario, exponerme al sol, sin aplicar cremas,  -se señala los hombros-  me quema, literalmente o al frío extremo, mis mejillas se ponen como las de Pin Pon.

-¿Cuál Pin Pon? -Asami no entiende la referencia-.

-El muñeco, con cuerpo de cartón,  -se muerde la lengua para no reírse-  ese que se lava la carita con agua y con ¡Jajaja! -rompe en risas-  con... con jabón.

-Me acabas de decir, que no es gracioso  -se contagia de la risa del castaño-  y ahora te estás burlando de mí.

-Lo... ¡Jajaja! Lo siento,  -trata de componerse-  pero me acordé de mi hermano, cuando era pequeño, él me decía lo mismo cuando yo me negaba a que me aplicase las cremas para proteger mi rostro.

-Te amo Misaki,  -le peina los cabellos con las manos-  seas ese muñeco llamado Pin Pon o un obsesivo compulsivo, te amo.

-Y yo te amo Ryūichi -le mira con total devoción-.

Ruidos dentro de casa, sobresaltaron a Misaki, quien se cubrió con la toalla y miraba alerta.

-Traen la comida  -Asami se ponía de pie y cubría su desnudez, enrollando una toalla a su cintura-  y tal vez, ya hayan conseguido la loción, iré a ver.

Misaki asintió y le vió entrar a la casa, al rato salía con un bote de after sun, vaya, que son eficientes, pensaba, el mayor se sentó a su lado y le quitó la toalla para colocar el producto sobre los hombros, torso y espalda, el alivio fue inmediato, la loción parecía que venía del frigorífico, le refrescó la piel, Asami le aplicaba la loción con suaves masajes y él sólo se dejó consentir. Después de comer, el mayor se instaló en la mesa de la terraza y comenzó a trabajar, el castaño le ayudó con algunas cosas del trabajo y lo que quedó de día disfrutaron de la piscina un par de horas y en medio de besos y risas, por algunas posturas un poco incómodas y otras imposibles, hicieron el amor muchas veces, mientras las películas se reproducían en la pantalla gigante del salón, hasta las palomitas que había conseguido Asami, acabaron esparcidas por el suelo, sofá y entre sus cuerpos, entrada la noche les llevaron la cena, pero Misaki se había dormido, agotado, acurrucado como un gatito, bien apegado al cuerpo de su novio, el mayor no le despertó, delicadamente le cargó y llevó a la cama para descansar mejor, se acostó a su lado y también se durmió.

                      ☆

En el departamento, para ser más exactos donde viven los muchachos, un nervioso Haruhiko tocaba el timbre, mientras viajaba desde Rusia, había llamado a Shinnosuke para verse, pero éste se negó a salir fuera, lo invitó a su casa, ya le explicaría todo, así que ahí estaba, con las manos sudadas por los nervios, esperando a que le abriesen la puerta, el ruido lo hizo contener la respiración, pero al ver al menor, más específicamente su rostro con un morado, se le olvidaron los nervios y se fue sobre Shinnosuke.

-¿Estás bien? -lo abrazó con desesperación- ¿qué te pasó? ¿ya te vio un médico?

-Sí, estoy bien -apenas podía hablar, porque Haruhiko no le soltaba- sólo son unos golpes, nada grave y ahora, mientras cenamos te cuento todo.

-Disculpa,  -Haruhiko deshizo el abrazo-  ni siquiera te saludé, pero me asusté... Buenas noches Shinnosuke  -besó la comisura de sus labios-.

-Buenas noches Haruhiko, bienvenido -le invitó a pasar- ¿deseas un té o café?

-No gracias, así estoy bien.

Shinnosuke lo guió a la sala y se sentaron en el mismo sofá, los dos guardaban silencio, el primero en romperlo fue Haruhiko.

-Misaki ¿te dejó solo? -su rostro era de extrañeza, conocía el carácter del castaño-  eso es raro en él.

-Después de desayunar, se fue con Asami-san,  -por los nervios, no se dio cuenta que estaba revelando la identidad del novio de Misaki-  pasarán el fin de semana juntos.

-¿QUÉ? -no cabía en su asombro-  ¿Misaki y Asami? ¿Están juntos?

-¡Mierda! -soltó un culpable Tōdō, mientras se masajeaba la frente-  perdona mi léxico, me emocioné hablando.

-¡Jajaja! -le causó gracia al mayor-  no te preocupes, pero ¿es cierto, ellos están juntos?

-Ya qué,  -hacía un gesto levantando los hombros-  ya se me escapó, sí, están juntos hace meses, son novios y van en serio.

-¡Vaya! pero cuando los vi en la junta, ¿no se comportaban como tal?

-Eso es porque, ese día nos enteramos que Asami-san, era nuestro jefe  -suelta una risa-  y Misaki en horario de trabajo es sólo un empleado de Asami-sama.

-¿No entiendo? -su cara era un poema- ¿y de qué hablaban esos dos, cuando se veían?

-¡Jajaja! -recordó el estado de su amigo, cuando parecía Bambi-  hablar, más bien poco,  -carraspeó-  acompáñame al comedor, lo que pedí debe estar al llegar, mientras comemos hablamos de todo.

Obediente, Haruhiko le siguió al comedor, antes de llegar, el timbre sonó, así que el menor fue a abrir, traían la cena, se instalaron a la mesa y mientras comían, Shinnosuke le contó todo a un sorprendido Haruhiko, ahora entendía el cambio de Misaki y también el de Asami Ryūichi, no es que fuesen íntimos, pero estudiaron juntos y siempre ha sido serio, orgulloso y en las últimas reuniones y en el viaje, lo ha notado distinto, se le ha suavizado la mirada y hasta cierto punto, el carácter, bueno conociendo al castaño, éste obra milagros.

-¿Asami ha conocido a Takahiro? ¡Vaya! Sí que van en serio.

-Sí, pero Misaki no quiere hacer pública su relación.

-¿Por qué no?

-Cuando se enteró de quien es realmente Asami-san y el interés público que caería sobre él, decidió que no quería ser acosado, ni que molesten a su familia o amigos, llevarán una relación privada, sólo lo saben; la familia de Misaki, los amigos de Asami-san, Kirishima-san y yo... ¡ah! Y ahora tú,  -juntaba las manos a forma de súplica-  por favor, por favor, no digas nada.

-Tranquilo, no diré nada,  -acomodaba sus gafas-  ahora dime, ¿por qué tienes esos golpes? ¿sufriste un atraco?

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora