EL YAKUZA ASAMI RYŪICHI

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Otra semana comenzaba, Misaki estaba en su oficina más muerto que vivo, el sábado después de cenar, se quedaron hasta tarde conversando, ya de madrugada, junto a Asami, se despidieron de Mikhail y Feilong, deseándoles buen viaje y se fueron a la cama, cómo le prometió Asami, no le dio descanso, advirtiéndole que su habitación estaba insonorizada, hicieron el amor incontables veces, no hubo rincón del cuarto que no utilizasen para satisfacer sus cuerpos y cuando se vieron solos, Asami lo arrastró fuera e hicieron lo mismo, por todo el departamento, casi muere de la vergüenza cuando su novio lo tomó en la terraza, agradecía que estuviesen en el último piso, pero igualmente ahogaba sus gritos y gemidos, mordiendo el cuello o pecho de su novio, ya entrada la tarde, se le agotó la pila al ojimiel y le dio un respiro, quien con suma delicadeza lo cargó y lo llevó hasta la bañera, entre caricias, besos y te amo, se bañaron y luego descansaron unas horas, antes de salir otra vez para llevarle a su departamento, no le permitió bajar, estaba seguro que si subían a su hogar no se aguantarían y terminarían enredados, otra vez... así que ahí estaba, agotado pero feliz, leía unos informes cuando Kirishima entró.

-Misaki, desde esta mañana te veo decaído ¿estás enfermo?

-No, sólo estoy un poco  -no iba a decirle que tuvo tanto sexo con Asami y que por eso no había dormido-  cansado.

-Te entiendo, los amigos del jefe, son agotadores.

-¡Jajaja! -reía por la seriedad de Kirishima-  la velada resultó agradable, hasta me ayudaron en la preparación de la cena, incluido Asami-sama.

-¡Vaya! Y ¿cómo conseguiste eso? Por lo general, cuando el trío se junta, todo es; discusiones y peleas estúpidas, parecen adolescentes.

-Nada especial, sólo los invité a ayudarme y ellos aceptaron.

Kirishima le miraba, aunque serio, se sentía orgulloso, estaba seguro que su ángel, con su aura de bondad, consiguió algo de paz entre el trío de amigos.

-Eres un buen remedio, ya hasta estoy pensando en llevarte conmigo cada vez que nos toque reunirnos con ellos.

-¿Qué dice? -negaba con la cabeza, sin dejar de reír- no creo que sea tan terrible, aún así prefiero quedarme aquí.

-Sí, es lo mejor,  -sonríe sutilmente-  cambiando de tema, venía a avisarte que hoy no nos esperes, en lo que queda de día acompañaré al jefe a unas reuniones y una cena de negocios.

-Está bien,  -recordó lo que dijo Asami, estaría ocupado esta semana-  no creo que haya contratiempos en vuestras ausencias.

-No debería, pero igualmente me avisas al móvil, si hubiese alguno.

-Marche tranquilo  -le regala una sonrisa-  y que todo les vaya bien.

-Gracias ¡hasta mañana!

-¡Hasta mañana!

Una vez que Kirishima salió de su oficina, le envió un mensaje a su novio deseándole que todo fuese bien en sus reuniones, recibió una respuesta corta, pero que le basta, más que cualquier otra cosa... Siguió con su trabajo, cada que revisaba los informes hechos por la misma persona y del mismo negocio, específicamente del bar de uno de los casinos, algo no cuadraba, no es que los números o cálculos estuviesen mal, era algo más, decidido a seguir indagando, cada día dedicaba unas horas a repasar específicamente esos informes, los analizaba con lupa, estaba seguro de encontrar el motivo de su inquietud, pero también tenía otras carpetas que checar, así que dejaba aparcada su investigación hasta el otro día, donde nuevamente les destinaba algunas horas de su jornada y lo más "terrible" de todo, era que diariamente llegaban carpetas, a ese paso, se haría viejo. ¿Cuántos negocios tenía su novio?

                    ☆

Asami estaba en su oficina, pensaba en Misaki y el fin de semana que pasaron, recuerda todo lo que hicieron y una sonrisa se le dibuja en el rostro, su castaño logra en él, sentimientos, reacciones y acciones que jamás imaginó, a veces con sólo verle sonreír se siente desarmado, haría cualquier cosa por verle siempre feliz, otras, con un pequeño gesto que haga Misaki, le enciende hasta calcinarle, cómo cuando llega a la oficina y éste le saluda educadamente con una reverencia, en esos momentos desea someterle y escuchar esos deliciosos gemidos que salen de su boca cada vez que hacen el amor, pero se contiene y le sigue el juego respondiendo el saludo, como a un empleado más y disfruta como su castaño reacciona apretando los puños y tragando en seco, ante lo excitado que se pone. Lo tiene decidido hablará con Misaki acerca de su otra vida, luego del viaje a Osaka, le contará su secreto, no ve necesidad en dilatarlo más tiempo, su castaño tiene el derecho de saberlo, cómo pretende tener un futuro con él, si no es sincero, pero le duele el pecho de imaginar su rechazo o sus hermosos ojos viéndole con miedo y no se ve capaz de retenerlo a la fuerza... a él no, una notificación en su móvil lo saca de su trinitaria, es un mensaje de su castaño, deseándole buen día y suerte en sus reuniones, suspira pesadamente y le responde con un Te amo, una frase corta que su corazón, sí, su corazón, le ordenó a sus dedos escribir, vio la hora, ya era tiempo de salir, tenía asuntos fuera y no volvería hasta mañana, cogió sus cosas y salió para buscar a sus asistente e irse.

                 ☆

La hora de comer llegó, el castaño bajaba para reunirse con Shinnosuke, según el mensaje que le mandó no tardaba en llegar, se quedó en la recepción del edificio esperando, estaba sentado al lado de una columna y sin querer oyó una conversación que alguien tenía por teléfono.

-Tienes que llamar para que se lleven la mercancía... sí, ya los informes están maquillados... no, nadie se dará cuenta... estoy seguro, ya lo hubiesen notado hace meses, además no estamos robando dinero... que hagas lo que te he dicho -comenzaba a enfadarse- y no te olvides de seguir haciendo tu trabajo cariño, con tus encantos es más fácil engañar a esos riquillos... recuerda, todo tiene que estar fuera antes del viernes... que no sigas, nadie lo notará, igualmente, el yakuza Asami Ryūichi, no se hará pobre por esto... ya, ya, cálmate... adiós.

El castaño está de piedra, casi no respira para no delatar su presencia, oyó los pasos alejarse y soltó el aire contenido, sopesaba todo lo que escuchó, él está en lo correcto, esos informes están mal.

-¿Qué hago ahora? -hablaba para sí mismo-  porque estaba claro que hablaba de uno de los negocios de Ryūi...

Calló de repente, al recordar lo que el hombre ese dijo "el yakuza Asami Ryūichi", será que esa persona lo dijo de forma despectiva o ¿por conocimiento?, decidió ignorar ese detalle, por el momento, seguiría investigando, tenía que encontrar el qué de lo que están robando, porque había alguien más involucrado y juntar pruebas, ya con todo, se lo presentaría a Kirishima, estaba tan ensimismado que cuando su amigo le habló, dio un brinco de lo más cómico, ocasionando risas y burlas por parte de Shinnosuke. Recomponiéndose y ocultando su preocupante hallazgo, se fue con su amigo a comer, tal vez tomar algo de aire y hablar de otras cosas, lograba distraerle un poco, antes de volver a su investigación.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora