-Te lo dije -el pelinegro le hablaba en el oído- y eso que aún no saben nada.
El castaño soltó el aire, frustrado, siguió caminando hasta la camioneta y Asami le salió al encuentro.
-Misaki, cariño -lo levantaba y lo mantenía abrazado- ¿por qué demoraron tanto? ¿está todo bien?
-Sí amor, -disfruta del contacto- todo bien, sabes que la primera visita es más larga.
-Lo siento Asami-san, -el pelinegro se excusó- creo que me excedí con las preguntas para la doctora.
-¿Y cómo les fue? -Asami bajaba al castaño, no sin antes besarle- buenas noticias.
-Buenísimas -respondió el pelinegro-.
-Me alegro, nos vamos, -Asami coge la mano de Misaki- ya es tarde y tengo hambre.
Shinnosuke ocultó su risa, le hizo una seña a Misaki de suerte, éste sólo sonrió.
-Hijo, para la próxima -Kirishima se acomodaba las gafas- responde tu móvil o manda un mensaje, nos tenías preocupados.
-Está bien, sólo que no me di cuenta del tiempo.
-¿Shinnosuke, vas al departamento? -el asistente se subía a la camioneta- si es así, yo te llevo.
-Sí, gracias, -se acercaba al castaño- ya mañana me cuentas, adiós, -se dirigía a los demás- ¡hasta mañana!
-¡¡Hasta mañana!! -respondieron los demás-.
Kirishima se fue con Shinnosuke, Asami subió con Misaki a la otra camioneta, en cuanto se sentó, el castaño comenzó a cabecear, el sueño le ganaba, el mayor lo acomodó y dejó que durmiese.
-Hola mami -la pequeña extendía los brazos, para que le cargasen-.
-Sayumi -el castaño la cargaba y besaba la mejilla regordeta de la pequeña- ¿estoy soñando, cierto?
-Algo así mami, no tengo mucho tiempo, sólo vine para pedirte que aún no le cuentes a papá de mí.
-¿Otra vez el tiempo? -acerca a la pequeña a su cuerpo- tu papi, él estará feliz, le hace mucha ilusión.
-Papi está en peligro -la pequeña se aferra a Misaki-.
-¿Está enfermo? -el castaño besa los cabellos de la niña- por eso sus síntomas.
-No mami, escucha, hay un hombre malo que quiere hacerle daño, ya te dije, lo que le pasa a papá es para protegerle.
-Mi vida ¿Cómo sabes eso?
-Sólo lo sé mami, por favor, no le cuentes nada a papá, no todavía, -coge las mejillas del castaño con sus manitas y le mira seria- él y todos tenéis que estar alerta.
Misaki, ve en la mirada de su hija, conocimiento, determinación y fiereza, le recuerda la mirada de Asami.
-Está bien -besa la frente de Sayumi- ¿cuándo podré hacerlo?
-Tú sabrás cuando, -le pone la mano en el corazón y sonríe- ahora me tengo que ir, se me acabó el tiempo.
-Pero, yo quiero segu... ¿Sayumi? -la niña se desvaneció, como niebla- ¡Sayumi!
Misaki despertó angustiado, ese sueño fue tan real, miró su alrededor y estaba solo en la cama de Asami.
-¿Y ahora, que hago? -se sentaba en la cama y ponía sus codos apoyados en las rodillas, mientras que sacudía sus cabellos con sus manos- ¿le hago caso a ese sueño? ¿Te hago caso Sayumi? -ponía las manos en su vientre-.
... él y todos tenéis que estar alerta.
Resonó en sus oídos.
-Tienes razón hija, -no dejaba de acariciar su vientre- si papá y todos se enteran, bajarán la guardia y sólo se preocuparán de nosotros, con la fiesta cerca, tenemos que estar alerta, más que nunca.
Asami luego que el castaño se durmiese, se dedicó a velar su sueño, cuando llegaron al departamento lo cargó hasta la habitación y lo dejó dormir, parecía estar muy cansado, mientras él se fue a dar un baño, cuando salió, le vio sentado en la cama y al parecer algo murmuraba, tan concentrado estaba que no le oyó acercarse.
-¿Con quién hablas?
-¡Ryūichi! -le saltó encima- con nadie, sólo decía que tengo hambre.
El mayor lo sostuvo y caminó con él abrazado.
-Yo también tengo hambre -besaba fugazmente al castaño- ¿quedó algo de gofres o tortitas del desayuno?
-... -el castaño sólo sonrió- dejé algunos, también hay pastel en el frigorífico.
-No me insistirás que coma nutritivo -le alzaba una ceja- ¿qué ha cambiado?
-Nada, -recordó la mirada de su niña- sólo quiero que comas, pero recuerda que me prometiste ir al médico después de la fiesta.
-Sí, lo prometí, -sin soltarle, salió de la habitación- ahora que pase la fiesta, estaré con menos estrés, te lo aseguro.
Llegaron a la cocina y el castaño buscó los dulces para Asami, quien se instaló lejos de dónde Misaki preparaba lo que normalmente come, cenaron solos, Mikhail y Feilong, habían salido, cada uno en una esquina de la isla de la cocina.
-Parecemos de esos matrimonios -Asami señalaba la distancia entre ellos- que no se hablan.
-¡Jajaja! Nos falta el mayordomo, para que nos haga de intermediario.
Ambos rieron y siguieron comiendo, al terminar ordenaron y se fueron a la cama, esa noche se amaron tranquila y deliciosamente, no había urgencia, disfrutaron el tenerse, de las sensaciones ocasionadas por los besos, las caricias y palabras dedicadas.
Ya el día de la fiesta había llegado, Misaki y Shinnosuke, estaban en su departamento, cambiándose para asistir a la celebración.
-Aun no entiendo ¿Por qué no le has dicho nada a Asami-san? -el pelinegro se ajustaba el lazo del esmoquin, pero no podía- por favor, ayúdame, no puedo con esto -se señalaba el cuello-.
Misaki le hacía el nudo y se lo ajustaba al cuello.
-Ya está, -le repasaba el hombro, como sacándole el polvo- Haruhiko, tendrá que quitarte las moscas de encima.
-¿Y tú no te has visto? -el pelinegro le levantaba los pulgares- si antes, por donde anduvieses causabas revuelo, ahora Asami-san tendrá que cubrirte la cabeza con una bolsa de papel, -reía ruidosamente- sólo le hará unos agujeros para los ojos y la boca, el embarazo te sienta bien, pero muy bien -se cruzaba de brazos- y no me has respondido, ¿por qué no le has dicho a Asami-san, que serán padres?
-¡Shhh! -le pedía silencio- Takai te puede oír, ya te dije, lo haré pronto.
-¿Pero por qué?
-Shinnosuke, -el castaño se puso serio y se acarició el vientre- tal vez pienses que estoy loco, pero Sayumi, me pidió que no lo hiciese aún.
-¿Sayumi?
-Mi princesa, -se señaló el vientre- ella, me ha visitado en sueños y me lo ha pedido.
-Misaki, sólo son sueños.
-Es más que eso, Sayumi me advirtió que Ryūichi, está en peligro y que tenemos que estar alerta.
-Me estas asustando, -el pelinegro lo coge de los hombros- sabes que a veces los sueños son una interpretación que hace nuestro cerebro, respecto a la realidad que vivimos, nuestros deseos o miedos y también de nuestro inconsciente.
-Por eso, porque tengo miedo, -soltó unas lágrimas- tú, mejor que nadie, sabe lo que está pasando y cuando he soñado con Sayumi, incluso antes de saber que estaba embarazado, ella me advierte de un hombre malo.
-Ya, tranquilo, -le extiende un pañuelo- no te alteres, yo estaré a tu lado -quiso aligerar el momento- ¿así que tendré una sobrina?
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Y... Por qué no?
FanfictionDicen que cuando nos enamoramos de una persona a primera vista, es porque esa persona fue nuestro amor en otra vida. Eso les pasa a Misaki y Asami... sólo les bastó cruzar miradas para reconocerse, soñarse, desearse, pero sobre todo AMARSE. Mi prime...