¿ES SU CORAZÓN?

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-Te lo advertí, -le habló a Asami y aguantaba la risa- no se parece a ti.

Los médicos presentes y las enfermeras, aguantaron estoicos las ganas de reír, ante todo eran unos profesionales, pero la cara de Asami, ante el comentario de Misaki, era una mezcla de confusión, incredulidad, desilusión y expectación.

-Yo creo que esto, -la doctora se apiadó del ojimiel y encendió el doppler- le ayudará a convencerse.

-¿Eso es...? -Asami, sintió un nudo en la garganta- ¿es su corazón?

El ruido de un corazoncito latiendo a toda marcha, se oía claro en esa habitación, Misaki lloraba al ver la reacción de Asami.

-El embrión está en perfecto estado, sus medidas van acorde a las casi siete semanas de gestación, -indicaba con su lápiz la pantalla- el canal neuronal está cerrado, de apoco comenzarán a verse sus miembros inferiores, supongo que querrás fotos -le habló al castaño- y video.

-Sí a todo, -contestó en automático, mientras sorbía por la nariz- en cada visita, querré lo mismo, quiero ir viendo todos los cambios de mi princesa.

-Insistes con que es una niña -la doctora le entregaba papel- ¿y sí es un niño?

-¡¡NO!! -respondieron Asami y Misaki-.

-¿Usted también Asami-san?

-Estamos seguros -Misaki limpiaba su vientre- que esta vez es niña.

-¿Esta vez? -interrogó la doctora, mientras imprimía las fotos de la ecografía-.

-Sí, porque tendremos una familia grande, -le guiñaba un ojo a Asami- con mascotas incluidas.

-¡Vaya! Veo que lo tenéis todo planeado, -Aoki-sensei sonreía divertida y le entregaba a Asami las fotos- espero ser tu médico en todos tus embarazos.

-Por supuesto, -intervino Asami sin despegar los ojos de las imágenes- Misaki y yo le tenemos mucha confianza.

-Gracias por la confianza, -la doctora cerraba su portátil- Misaki-kun, ahora que revisamos que tu princesa está bien, yo me retiro, nos vemos en la siguiente visita.

-Gracias sensei, -el castaño se inclinaba levemente- allí nos veremos.

-Asami-san, espero se recupere pronto, felicidades por su próxima paternidad, hasta pronto.

-Gracias doctora Aoki, nos vemos, adiós.

Los médicos y enfermeras abandonaron la habitación dejando a la parejita sola, Asami miraba encandilado las fotos que rato antes le entregó Aoki-sensei, a pesar de no ser más que manchas sin forma para algunos, para él es la prueba de que su pequeña es real, que su familia comenzaba a materializarse, lo que ahora siente es similar a lo que sintió y sigue sintiendo cuando ve a Misaki, está enamorado... loca y perdidamente enamorado, se soba el pecho, como intentando tranquilizar su corazón que late desbocado, carraspea para deshacer el nudo en la garganta y traga en seco, sólo reacciona porque el lado derecho de su cama se hunde, es su castaño que sin decir palabra se recuesta a su lado, abrazándole por el cuello y utilizaba su brazo como almohada.

-Te amo Misaki -besó la sien del castaño-.

-Y yo te amo Ryūichi ¿te he dicho que a tu lado me siento calentito?

Asami no respondió, sólo lo aferró más a su pecho, ese calorcito que dice Misaki, él lo descubrió el primer instante que lo vio. A pesar de que rato antes el castaño se quejaba de tener hambre, se durmió abrazado de Asami, el ojimiel trató de resistir su propio cansancio, pero terminó dormido igualmente, sin soltar a Misaki, ni las fotos de su pequeña princesa.

Mikhail y Feilong, después de hablar con Kirishima, que les aseguraba que Asami había despertado y estaba bien, se fueron a visitar a su amigo, en la puerta de la habitación, estaba Takai vigilante.

-¿Alguna novedad? -el chino preguntó-.

-Hace una hora más o menos, -Takai informaba- salieron los médicos y creo que se han dormido.

Mikhail asintió, abrió la puerta y se encontró con que había dos camas, supusieron que pidieron una para que el castaño descansara, pero éste dormía junto a Asami y llevaba ropa de hospital, se acercaron para cubrirles con una de las sábanas y vieron que Misaki además tenía pulsera del hospital.

-¿Se habrá puesto mal? -susurró Mikhail a Feilong, señalando la pulsera-.

-Sería lo más lógico, después de la pasada noche, -el chino tomó las fotos que tenía Asami en las manos y rio por lo bajo y susurró- los síntomas de Asami, sí eran de embarazo -le mostraba a Mikhail las fotos-.

-¿Qué? -el ruso no entiende- ¿Asami, es doncel?

-¡Jajaja! -Feilong se tapaba la boca para no despertar a los durmientes- Idiota... -seguía riendo y no podía hablar, tuvo que salir al pasillo y reír a gusto-.

Takai le miraba confundido, qué pudo haber pasado ahí dentro para que el chino se esté partiendo de risa, se preguntaba, Mikhail también salió y esperaba de brazos cruzados, que Feilong se calmase y le explicase todo.

-... -Feilong tomaba aire y se limpiaba las lágrimas con las manos, intentando calmarse- Mikhail ¿dónde has visto tú, a los patos, disparándole a las escopetas?

-Habla claro -el ruso se está enojando- ¿Asami, es doncel o no?

-¿EL GRAN JEFE? -gritó Takai-.

-¡JAJAJA! Par... -reía como desquiciado, agarrándose el estómago- par de... ¡Jajaja! Par de idiotas ¡Jajaja!

Mikhail y Takai se miraban confundidos, ambos piensan que el chino está loco, uno que el embarazo le alteró la psique y el otro cree que bebió demasiado.

-Ya, cálmate Feilong, -el ruso exasperado- todos nos están mirando, -refiriéndose a las enfermeras y algunos pacientes que les observaban- si no te callas, te van a correr del hospital.

-Que lo intenten -el chino se paró altivo, recuperando la compostura- y verán cómo les va.

-Ahora ¿te vas a explicar? -Mikhail le enseñaba las fotos que cogió- estas son imágenes de una ecografía y dijiste que los síntomas de Asami, sí eran de embarazo, entonces es lógica mi deducción, Asami es doncel y está embarazado.

Takai se golpeó la frente por la lógica idiota del ruso, acaso su cerebro aún está dormido, quien se puede imaginar al gran jefe de pasivo o a Misaki de activo, si ahí está claro quién es el que da y el que recibe.

-Definitivamente Mikhail, eres idiota -Feilong le quitaba las fotos y le señalaba el nombre del paciente-.

-¿Misaki está embarazado? -el ruso con cara de estúpido- pero Asami tiene síntomas.

-¿De verdad, no escuchaste nada de lo que nos explicó el ginecólogo? -Feilong se cruzaba de brazos, negaba con la cabeza y después se acariciaba el vientre- Perdona bebé por darte un padre idiota.

-No le digas esas cosas a mi hijo, -se agachaba y se acercaba al vientre del chino- no escuches a tu papi, tu padre es el más cool.

-Discrepo, -soltó Takai muy serio, luego de recuperarse de la impresión al enterarse que Feilong también está embarazado- si se pensó que el gran jefe podía estar embarazado, lo dudo.

-¡Jajaja! -el chino volvió a reír-.

-¡CALLAROS!

-Al que van a correr ahora es a ti, -Feilong le hacía burla poniendo su dedo índice en los labios del ruso- Mikhail, Asami tiene lo que se llama Síndrome de Couvade, padece algunos de los síntomas del embarazo de su pareja.

-No quisiese estar en su lugar, -el ruso se estremeció- lo he visto estas últimas semanas y no lo envidio.

-Te puedo asegurar que Asami, -el chino convencido- los padece con gusto.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora