PASTELA

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... o una sonrisa de Barbie pintada en el rostro, hasta me estás asustando.

-Qué malo eres,  -a pesar del reproche no dejaba de sonreír-  sólo estoy feliz.

-Eso lo veo, pero quiero saber el motivo  -le mira detenidamente, alza una ceja y luego sonríe-  ¿Haruhiko y tú h...?

Varios mensajes a su móvil le interrumpieron, se asustó porque ese tono era de Feilong, inmediatamente pensó en el bebé, lo cogió rápidamente, al rato suspiró y respondió.

-¿Quién era?  -Shinnosuke que le vio ansioso primero y luego calmado, se extrañó-.

-Fei, me dice que para esta noche hará un convite para Ryūichi,  -ríe-  como ahora come dulces, le pedirá una torta y todo, Haruhiko y tú estáis invitados.

-Gracias, le preguntaré a Haruhiko si está libre  -saca su móvil y envía un mensaje-.

-Tienen que llegar directo al departamento, luego te mando la dirección, Mikhail y Fei, estarán de anfitriones, yo llegaré luego con Ryūichi.

-¿Es sorpresa?

-Sí, dice Mikhail que es la  primera vez que está en Japón, los otros años, siempre estaba de viaje.

-Ahora tiene motivos y eso es un buen aliciente para quedarse en Japón.

-Tienes razón  -ahora es él quien sonríe como estúpido-  y retomando el tema... ¡Venga ya!

Otra vez el sonido de un mensaje, pero esta vez el de Shinnosuke.

-¡Jajaja! Cuenta con Haruhiko.

-Ok, te haré la pregunta ya, porque capaz y ahora llegue Takai, ¿Haruhiko y tú, os habéis acostado, cierto?

-¿Qué? -se puso nervioso- ¿por qué lo piensas?

-¡Tōdō! -el tono del castaño era severo-  eres mi hermano y te conozco ¿cuándo y cómo fue? Y ¿por qué no me lo habías dicho?

-¿Cómo iba a contártelo? No es como que llegase y te dijese, Misaki, te informo que Haruhiko y yo hicimos el amor y estuvo delicioso aunque al principio estábamos nerviosos, pero luego nos desatamos y terminamos haciéndolo hasta en la ducha... -Shinnosuke hablaba sin parar- pues no, son temas que no sé cómo sacar.

-¡Jajaja! Así mismo,  -no paraba de reír-  ahora me falta saber ¿cuándo?

-¡Misaki! -le regaña-  no te rías,  -terminó riendo también-  fue el fin de semana que llegaron Mikhail y Feilong, estábamos solos en el departamento y una cosa llevó a la otra.

-Los felicito, espero hayáis usado protección,  -se lo decía con los brazos cruzados y en un tono muy serio-  tú no te has hecho la prueba y no estás seguro si puedes o no embarazarte.

-Sí, usamos,  -se mordió el dedo-  Misaki ¿tú me acompañarías a hacerme esa prueba?

-Por supuesto ¿ya tienes cita?  -recibió una negativa-  si quieres te doy el dato de la doctora Aoki, ella me hace los controles, es muy buena, te explica y aclara cualquier duda.

-Está bien, quiero ir pronto,  -levantaba y bajaba la rodilla-  tal vez me esté adelantando, pero veo un futuro con Haruhiko.

-Ya está, mañana a las cinco de la tarde tenemos cita,  -guardaba su móvil-  te harán un chequeo completo y me alegro que sientas eso por alguien.

-¿Duele? -Misaki le miraba con cara de, ¡en serio!-  no me mires así, quiero saberlo, yo casi no investigué sobre ese tema de los donceles, sólo lo que oía de boca de otras personas.

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora