-Haru, quiero que me hagas tuyo.
-Estás seguro, -la petición del menor, era lo que él mismo deseaba- no creo que pueda detenerme si seguimos.
-Sí, quiero seguir, -se puso de pie y le extendió la mano- vamos a mi habitación.
Haruhiko le siguió, una vez en la habitación, iniciaron a besarse otra vez, besándose buscaron llegar a la cama, al llegar sin despegarse ni un milímetro, el mayor comenzó a recostar a Shinnosuke sobre la cama y él se acomodó a su lado, acariciándole la espalda, la cintura hasta que llegó a los glúteos y apretó.
-¡Ahhh! no pares, -el menor hablaba sobre el beso- por favor.
-Ya es imposible -Haruhiko le mordió el cuello- que pare.
Siguió dando mordidas en el cuello al menor, al tiempo que buscaba su entrada, necesitaba prepararlo, esta vez no iba a embestirlo con sus dedos, ahora llegarían hasta el final, así que debía asegurarse de que no sintiese demasiadas molestias, nuevamente comenzó con un dedo, que metía y sacaba, a los minutos un segundo dedo se unía, hizo lo mismo adentraba y sacaba las falanges, cuando sus dedos entraban con facilidad, hizo movimientos de tijera para dilatar la zona, cuando lo creyó oportuno, metió un tercer dedo y simuló embestidas, el sonido era húmedo, el menor bajo su cuerpo gemía sin parar, a los minutos ya no podía aguantar más, necesitaba sumergirse en Shinnosuke y hacerlo suyo, pero hubo un detalle que no consideraron.
-¡Mierda! -maldijo Haruhiko-.
-¿Qué pasa? -Shinnosuke, no entiende nada-.
-No tengo condones.
El menor se lo quedó mirando, una parte de él quiere que continúe, pero la otra le recuerda que no sabe si es un doncel o no, así que podría haber riesgo de embarazo, frustrado golpeó la cama, de golpe se levantó.
-¿Dónde vas? -le sostuvo de la mano-.
-Misaki, -respiraba agitado y el mayor le mira con duda- Misaki debe tener, ahora vuelvo.
Corrió a la habitación del castaño y rebuscó en el baño, no había nada, resignado se retiraba del lugar, pero se devolvió y buscó en las mesitas de noche.
-¡Bien! -exclamó contento, cuando encontró una caja-.
Agarró la caja completa, ya luego se la repondría a su amigo y corrió a su habitación, desde la puerta le lanzó la caja a Haruhiko, éste la recibió e inmediatamente sacó un condón, lo estaba abriendo cuando el menor le habló.
-Espero no haya más interrupciones.
-Ni yo -se ponía el preservativo-.
Empujó a Shinnosuke sobre la cama, le cogió las piernas y las llevó a sus hombros, el menor levantó las caderas, como ofreciéndose, vio como Haruhiko sujetaba su erección con una mano y con la otra le sostenía la cintura, comenzó a introducir la punta, traspasó los anillos de la entrada del menor, se detuvo al ver el rostro contraído de su novio, esperó a que se relajase y metió un poco más.
-¡Argh! Duele.
-Relájate, -se inclinó para besarle, buscando distraerle- si no lo haces te dolerá más.
-Deja que me acostumbre -respiraba agitado-.
Volvieron a besarse y Shinnosuke fue cediendo, el mayor salió y volvió a entrar, con un último empujón ya estaba todo adentro.
-Shinnosuke, me aprietas delicioso.
-Me siento húmedo y lleno.
-Y lo estás, -rio sutilmente- también estás caliente, necesito moverme ¿puedo?
-Sí, por favor.
Haruhiko comenzó un vaivén lento, que de apoco se hizo más rápido y luego era brutal, Shinnosuke no sabía de donde agarrarse, con cada embestida, su cuerpo se desplazaba hacia arriba, optó por cogerse de los brazos del mayor y aguantar gustoso, porque lo que estaba sintiendo en esos momentos era lo más.
-¡HARUHIKO! -gritó- esto es fabuloso, no pares, ya me vengo.
-Aguanta un poco más, -aceleró las estocadas- ya estoy a punto.
El mayor continuó, sentía como Shinnosuke le apretaba, acelerando su orgasmo, se hundió profundo al tiempo que el menor se venía y le apresada el miembro en sus entrañas, ya no demoró su propio placer y se dejó ir, se quedó sumergido hasta que recuperaron el control de sus respiraciones.
-Ahora entiendo a Misaki -reía divertido-.
-¿Qué pasa con Misaki?
-Hacer el amor, te hace gritar, no lo puedes evitar -rio juguetón- y mi amigo grita mucho, ya sabes lo que eso significa.
-¡Jajaja! Con que esas tenemos, ¿quieres hacer una competición?
-Al menos puedo intentarlo, soy muy competitivo, pero primero, tenemos que desayunar, tanto ejercicio me dio hambre.
-¿Vamos fuera o pedimos? -se incorporó y salió despacio del interior de Shinnosuke-.
El menor contuvo la respiración cuando Haruhiko sacó su miembro, aún sentía los estragos del orgasmo, cerró los ojos y apretó los labios y luego exhaló el aire contenido y se incorporó, para levantarse de la cama, pero al poner los pies en el suelo, un ramalazo de dolor en las caderas le hizo caer de nuevo a la cama.
-¡Joder! Ahora estoy pagando -en medio de su dolor reía- por todas las veces que me he burlado de Misaki.
-¿Te duele mucho? -el mayor se alarmó-.
-Tranquilo, supongo que es normal, pero necesitaré un par de minutos.
Haruhiko, se quedó a su lado y le masajeaba la espalda baja, el estómago de ambos reclamó, rieron y el menor logró incorporarse, fueron a la cocina, no tuvieron que salir, ni pedir nada, el castaño le había dejado comida a su amigo, suficiente para el fin de semana, así que sólo calentaron y disfrutaron los deliciosos platillos.
Ese día no salieron del departamento, se pusieron al día, hicieron el amor incontables veces, Shinnosuke a pesar del dolor inicial, no se resistió a disfrutar de las sensaciones que le provocaba Haruhiko... y el mayor extasiado, se dejó llevar por el deseo y el amor que sentía por Shinnosuke, en medio del último orgasmo, dejaron salir lo que llevaban dentro.
-¡Ahhh! Te amo Haru.
-Te amo Shinnosuke.
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Y... Por qué no?
FanfictionDicen que cuando nos enamoramos de una persona a primera vista, es porque esa persona fue nuestro amor en otra vida. Eso les pasa a Misaki y Asami... sólo les bastó cruzar miradas para reconocerse, soñarse, desearse, pero sobre todo AMARSE. Mi prime...