NEGOCIACIÓN

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... tengo una familia.

-Me alegra que nos considere su familia,  -Takahiro habla muy emocionado-  porque mi familia y yo, también lo sentimos parte, sobre todo Mahiro.

Kirishima asiente al Takahashi mayor, sigue con su nieta en brazos, observándola con adoración.

Asami se acercó al lado de Misaki y le abrazó.

-Yo también tendré que irme con cuidado,  -el ojimiel le habla al oído al castaño-  madre e hija, expertas en manipulación.

-¡Ryūichi!  -Misaki hace un puchero-  sólo fue para ayudar a mi princesa.

-Te amo  -Asami le muerde el labio inferior-  gatito manipulador y gracias por todo.

-A ti amor,  -el castaño se refugió en el pecho de Asami-  gracias por hacerme tan feliz, te amo Ryūichi.

La parejita se mantuvo abrazada, disfrutando de la cercanía y el calorcito, sólo se separaron, porque Misaki, se quejó.

-¡Ay!  -masajeaba su pecho y bajo el brazo-  siento algo extraño, cómo cosquilleo o leves pinchazos.

-¿Cosquilleo, pinchazos?  -el ojimiel le mira confundido-  ¿llamo a la doctora?

-No es necesario cuñado  -intervino Takahiro-  ¿cuándo fue la última vez que Sayumi se alimentó?

-Poco más de 2 horas,  -Asami, mira su móvil-  fue antes que vosotros llegaseis ¿Por qué?

-Esas molestias que sientes,  -Takahiro se dirige a Misaki-  es porque está bajando la leche, mi sobrina no demorará en reclamar por comida.

-... -Misaki pone cara complicada y señala el pijama, que se nota humedecido-  ¿y si me sigue rechazando?

Kirishima se acercó y con cuidado puso a Sayumi en los brazos de Misaki, la pequeña comenzó a restregarse y a abrir la boca, buscando el pecho de su madre. El castaño, apresurado, se abrió un par de botones del pijama, para descubrir su pecho, quedó sorprendido al ver que la leche goteaba de sus pezones, acomodó a su hija, quien no demoró en prenderse y comenzar a succionar desesperada.

-¡Ey! Tranquila,  -el castaño hace una mueca graciosa, al sentir la succión-  no seas glotona.

El ruido que hace Sayumi al amamantarse, sacó risas en los presentes.

-Eres una tragona,  -Asami acaricia el moflete rellenito de Sayumi-  tienes que respirar.

-Gracias nii-chan,  -sin dejar de alimentar a su pequeña-  hace un momento me ganó la ansiedad.

-Es normal hermanito,  -soltó una risa-  Manami y yo, pasamos por lo mismo, agradezco que mi suegra estuviese para aconsejarnos.

Durante media hora, Sayumi se alimentó, hasta quedar saciada, esta vez, Takahiro le sacó los gases y le cambió el pañal, después la durmió y acomodó en la cuna, para luego retirarse, estaba agotado y Manami, no había parado de llamarle, para saber cómo se encontraban Misaki y Sayumi, Kirishima también se retiró, tenía pendientes en la oficina, ambos se fueron dejando a la parejita.

Asami se recostó al lado de Misaki y lo acomodó sobre su pecho, le besó la coronilla y se mantuvo inhalando la fragancia que desprenden sus castaños cabellos.

-Ryūichi, tienes que descansar,  -el castaño acaricia el pectoral de Asami-  tú también debes estar agotado.

-Ya lo haré más tarde,  -acaricia la mano de Misaki y nota la alianza, vio su propia mano con el anillo y sonrió, atrajo más el cuerpo del castaño, hacia su pecho- ahora quiero estar así contigo, debo confesar que temo estar soñando y luego despertar solo, como ant... ¡Auch!  -Misaki le había mordido un pectoral-  ¿y esto, a qué se debe?

Y... Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora