66. El diario de Jimi

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— Jimi, tengo que hablar contigo— me dijo Laura después de la escuela.

Me comencé a preguntar sobre qué podría querer. Ese día ella estaba muy extraña. Parecía confusa, distraída y rara. Al principio pensé que me parecía así porque se había cortado el cabello, pero realmente había algo raro con ella.

Me llevó al jardín en donde solíamos juntarnos en los recesos. Se detuvo y me miró.

— ¿Todo bien?— dije.
— Quiero preguntarte algo— dijo muy seria. Asentí y ella continuó—. ¿Te gusta Zac?
— ¿Qué?— dije rápidamente, muy sorprendido.
— Es decir, si te sientes atraído por él por que...— parecía muy confusa.
— ¿Parece que me gusta?— dije.
— ¿Te gusta? ¿De verdad te gusta?
— No quise decir eso— aclaré—, ¿Por qué esa pregunta tan repentina?

Comenzó a caminar de un lado para otro. Se detuvo y me miró.

— Soy tu amiga— dijo—. Y tú eres mi amigo. Te apreció mucho. Y generalmente si yo supiera que te gusta un chico, te alentaría a que tuvieras una relación con él pero... si se trata de Zac, yo... no podría hacerlo.

Me observó detenidamente. Me encontraba más confundido que de costumbre.

— ¿Eh?— dije.
— Si te gusta Zac, aunque quisiera apoyarte no lo haré porque... vas a pensar que soy una muy mala amiga pero... eso no significa que ya no te quiero, es sólo que...
— Espera un momento— interrumpí—. No sé qué está pasando pero definitivamente no me gusta Zac.
— ¿De verdad? ¿Ni un poco?

Lo pensé por un momento. Era mi amigo, me había ayudado más que nadie en la vida a excepción de mis padres y sin duda era la persona más genial que conocía. Pero de eso a amarlo había un camino muy largo. Al menos eso pensaba, ciertamente no me había puesto a pensar en él de esa forma.

— Creo que no— dije al fin.
— ¡Menos mal!— dijo, aliviada—. No quiero ser tu rival.
— ¿Rival?
— Sí.
— Eso significa que...
— Me gusta Zac.

Oh por dios. En retrospectiva, creo que era obvio. Definitivamente no era muy atento.

— ¡Eso es genial!— dije.
— ¡Lo sé! ¡Estoy tan contenta que me ha costado esconderlo!
— ¿Por qué querías esconderlo?
— Pensé que te gustaba. Y no quería decir nada hasta estar segura de tus sentimientos. Imaginé que si decías que él te gustaba yo tendría que apartarme pero... creo que me gusta más de lo que pensé. El sólo hecho de pensar en renunciar a él me puso muy triste.
— No tienes que hacer eso. Estoy bastante seguro de que no me gusta.
— Eso me alivia mucho.
— ¿En serio pensaste en renunciar a él si me gustaba?
— Bueno, era lo que cualquier amiga hubiera hecho.., en todo caso, tú lo conociste primero.
— ¡Eso es tan lindo! ¡Eres tan buena persona!
— Somos amigos— me sonrió.
— No te preocupes. Definitivamente tienes todo mi apoyo. Tú y Zac serían una buena pareja.
— ¿Lo crees?
— ¡Claro que sí!

Regresamos a casa juntos. Ella se la pasó hablando sobre Zac en todo el camino. Sí que le gustaba. Eso me emocionaba a mi también. Adoraba escuchar historias de amor. Y ahora Laura tenía su propia historia. Era tan hermoso...

— ¿Sabes si a él le gusta alguien?— me preguntó.
— No lo sé. Nunca habla de él conmigo.
— ¿Puedes preguntarle cuando lo veas?
— Eso sería raro. Pero lo haré. Tienes todo mi apoyo y te ayudaré en lo que sea.
— ¡Gracias Jimi!— me abrazó.

El amor, aunque fuera ajeno, me ponía feliz.

— ¿Crees que yo le guste?— dijo—. No es muy abierto en cuanto a sus sentimientos. A excepción de cuánto odia a Evan, no sabemos mucho sobre si le gustan ciertas cosas.
— Yo creo que le agradas. Tal vez no le gustes aún pero si te esfuerzas sé que vas a gustarle. Es una persona muy concentrada en la escuela, así que tal vez no tiene tiempo de pensar en otras cosas.
— Ya había pensado en eso. Pero me esforzaré. Voy a gustarle. Estoy muy motivada. Más ahora que tú estás de mi lado.

Seguimos hablando hasta que tuvimos que separarnos. Llegué a casa. Ese día Zac no fue a la escuela porque dijo que tuvo un asunto que resolver. Y Evan tampoco fue. Jason estuvo practicando con el equipo de basquetbol así que en el receso sólo fuimos Laura y yo.

Mamá me recibió en la puerta. Iba a visitar a mi abuelita.
Fui a mi habitación y estuve perdiendo el tiempo toda la tarde hasta que llamó Zac. Contesté.

— Hola— dije.
— ¿Qué tal todo? ¿Evan aprovechó mi ausencia para hacer de las suyas?
— Evan no vino hoy. No sé porqué.
— Menos mal. Y yo que estuve preocupado toda la mañana.
— ¿Resolviste tu asunto?
— Algo así. ¿Has hablado con Will últimamente?
— No. ¿Debería haberlo hecho?
— Claro que sí, tontito. Ayudaría también que lo visitaras de vez en cuando— dijo.
— No me gusta interrumpirlo. Parece ocupado. Y últimamente lo visitamos mucho. No es que no me guste verlo, es sólo que creo que le quitamos mucho tiempo.
— Desde luego que no. Y sinceramente pienso que estar con él es bueno para ti. Podrían hacerse más amigos incluso.
— Pensé que ya somos buenos amigos.
— Déjalo así, Jimi. Tengo que irme.
— Espera, quiero preguntarte algo— dije.
— ¿A mí? Claro. Adelante, alimenta tu intelecto.
— Va a sonar raro, y no es como si hubiera algún motivo en especial por el que pregunto pero... ¿Te gusta alguien?
— Marie Curie. Aunque ya está muerta.
— No, me refiero a ahora.
— ¿Ahora? Eso es difícil, hay muchos personajes de libros que me gustan...
— Esos no cuentan, no existen. Yo preguntaba por alguien que conozcas... no sé, algún amigo... o amiga... o conocida...
— ¿Gustar de agradar o gustar de gustar?
— Gustar de gustar— dije.
— No, nadie. Realmente no he tenido tiempo.
— Eso significa que no tienes novia, ¿Cierto?
— No. Estoy soltero, lo que es una gran ventaja. No me gustaría estar sufriendo por amor como ciertas personas... Y en todo caso, ¿A qué viene esa pregunta?
— No es nada en particular. Sólo quería saber.
— Bien. Debo irme.

Me colgó. Me apresuré a marcarle a Laura.

— ¡No le gusta nadie!— le dije.
— ¿En serio? ¡Menos mal! ¡Tengo oportunidad! ¡Gracias por preguntarle! Debió ser difícil.
— Lo fue. Más que nada fue extraño. Pero creo que tú podrías gustarle.

Seguimos hablando hasta que se hizo noche. Me gustaba ayudar con eso de que ella quería una relación aunque yo no fuera la persona más apropiada para aconsejarla. Me encontraba en un abismo grande en donde no sabía si salir o quedarme ahí.

Y realmente no quería pensar en eso. Prefería evadir el tema. Y a Evan. Era más fácil. Estaba muy confundido. Decidí concentrar mi atención en Laura mejor.

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