Por más que fingía no darme cuenta, simplemente no resultaba. Seguía pensando que Evan era el que mantenía esta relación. No me agradaba esa sensación. Porque parecía que yo no daba nada de mi parte.
Por eso un sábado, mientras estaba con Zac ayudandólo a hacer unos carteles, pensé en preguntarle. Pero él debía estar muy ocupado como para ocuparse de mis problemas.
— Jimi, tú eres como un libro abierto— me dijo él, repentinamente—. Puedo saber qué te pasa sólo con mirarte. Ahora pareces triste.
— No lo estoy— dije—, sólo estoy preocupado. Un poco.
— ¿Qué hizo Evan esta vez?
— Él no hizo nada— dije—. Soy yo. Realmente no ha pasado nada es sólo que últimamente creo que... he dado por hecho mi relación.
— ¿Eso está mal?— dijo él.
— No, es sólo que... todo parece ir demasiado bien.
— ¿Qué significa eso? ¿Querías problemas?
— ¡Para nada!— dije rápidamente—, es sólo que he estado pensando que Evan parece esforzarse más en nosotros que yo.
— A mí me parece que no es así— dijo él—. Pienso que él sólo hace lo que normalmente haría. No creo que internamente su objetivo sea esforzarse más que tú. Siempre he creído que al menos en cuanto a su relación ambos actuan muy naturalmente.Lo observé atentamente.
— ¿Naturalmente?— pregunté.
— Sí— dijo él sin dejar de hacer lo que hacía—. Últimamente me he dedicado a observar a las personas para ver si las entiendo mejor. Sobre todo a ustedes dos. Admito que aún no logro comprender mucho de lo que pasa, pero me he dado cuenta de varias cosas.
— ¿Qué cosas?
— Que no necesitan decir nada cuando están juntos. Cuando se miran parece que conversan. Cuando están lejos el uno del otro, lentamente y sin darse cuenta se van acercando hasta encontrarse. Hay veces en las que estamos todos juntos pero ustedes empiezan a hablar y sonreirse como si no existiera nada más en el universo. Como si nada más importara. ¿Sabes cuál es mi parte favorita? Cuando hay mucha gente y no pueden acercarse como generalmente lo harían. Entonces se acercan de una manera tenue, pero aunque se supone que deberían estar separados, siempre quedan lo suficientemente cerca como para que sus hombros se toquen. Adoro ver eso. Porque parece que no lo saben, pero inconcientemente ahí están, juntos como debe ser.
— Eres muy observador— dije maravillado.
— No exactamente. Tardé en darme cuenta de eso. Porque como dije, es muy natural. Como si desde siempre ustedes dos hubieran estado destinados a encontrarse. No creo en esas cosas que dicen que el destino existe, pero últimamente creo que podrían ser posibles.
— ¿En verdad lo crees?
— Cuando te veo lo creo— dijo—. De hecho, no sólo porque creo que tu relación con Evan es mágica, si no porque creo que simplemente haberme encontrado contigo no fue una casualidad.
— Yo siempre he creído que el mundo es mágico. Así que creo que conocerte no es una casualidad. Creo que algo hizo que aparecieras en mi vida. No sé qué sea. Pero me siento afortunado.
— El sentimiento es mutuo— dijo Zac. Parecía contento. Me agradaba verlo así—. Aunque la lógica me dice que la magia no existe.
— ¿Alguna vez has presenciado algo que sabes exactamente qué es pero que no puedes creer que esté pasando justo en ese momento, justo en ese lugar, justo frente a ti?Él me observó. Parecía pensativo.
— Es magia— dije—. Así de simple.
— No creo que algo así me haya pasado algún día.
— Pero pasará. Así que cuando te pase, trata de tener los ojos bien abiertos.Estaba en eso cuando llegó Jason.
— Parece que necesitan ayuda— dijo.
Se sentó junto a nosotros y empezó a ayudarnos.
— Siento la atmósfera muy tranquila— dijo él—. Como si el aura de maldad que generalmente nos rodea se hubiera ido.
— Hoy me siento bien— dijo Zac—, debe ser por eso.
— ¿Y eso porqué?— dijo Jason.
— Porque la vida es mágica— dijo Zac—. Aún no veo la magia pero parece que existe.
— Zac, estás empezando a asustarme— se quejó Jason.
— ¿Tú porqué pareces tan infeliz?— le preguntó Zac.
— Porque me pasan cosas que no entiendo— dijo Jason.
— Quizá nosotros podemos ayudarte— dije.
— Aprecio la ayuda pero esto es algo que tengo que solucionar yo solo. De otra forma no tendría sentido.
— ¿Cómo sabes que es algo que debes solucionar tú solo?— pregunté.
— Porque la respuesta a mis problemas la sé perfectamente pero aún no me decido a aceptarla o rechazarla.
— ¿Es difícil decidirse?— pregunté.
— Bastante.Ese día estábamos en la casa de Zac, en su habitación. Sobre su cama había puesto todos los materiales que usaríamos. Yo los observé. Faltaban algunos. Les dije que iría a buscarlos a la sala de la casa de Zac, en donde Laura y Evan estaban trabajando en una presentación. Salí del lugar y bajé las escaleras. Me encontré con ellos.
— Hola— le dije.
— Jimi, ven a ver esto— dijo Laura.
— ¿Terminaron la presentación?— pregunté.
— Sí— dijo Evan—. Laura es genial en estas cosas.Me senté junto a ellos. Quería ver lo que habían hecho pero por alguna razón no dejaba de pensar en Jason.
— ¿Éstas bien?— me preguntó— Evan.
— Sí— dije—, aunque me preocupa Jason.
— ¿Jason?— dijo Laura—, ¿Qué tiene él?
— Se ve preocupado— dije.
— Lo está— agregó Evan—. No tiene mucho desde que su relación con Stella terminó. Además, ella se quedó con muchas cosas de él. Cosas importantes.
— Entonces es hora de que hagamos algo por él— dijo Laura—. Vayamos por sus cosas.Observamos a Laura sorprendidos.
— ¿Ahora?— dijo Evan.
— Sí— dijo Laura—. Ya terminamos lo que teníamos que hacer. Nos iremos sin avisar. Además, supongo que sabes en donde vive ella, ¿No, Evan?
— Sí— dijo Evan—, pero Stella da mucho miedo cuando está enojada.
— Eso no importa— dijo Laura—. Jason es nuestro amigo. Siempre nos está ayudando. Es momento de que le regresemos un poco de lo mucho que hace por nosotros.
— Es cierto— dijo Evan motivado por las palabras de Laura—, nuestro momento ha llegado.
— Hay que hacerlo— dijo ella, determinada.Laura tomó su bolso. Se levantaron.
— ¿En verdad vamos a hacerlo?— pregunté.
— Jimi, Jason nos necesita— dijo ella.
— Hay que hacerlo— dijo Evan.Sólo una mirada de Evan bastó para que me decidiera.
Así, los tres salimos de ahí.— Esperen un momento— dijo Laura—, ¿La casa de ella queda muy lejos?
— Un poco— dijo Evan.
— Entonces necesitamos transporte— dijo ella—. Y yo sé quién tiene un auto.
![](https://img.wattpad.com/cover/73002937-288-k987318.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Rumores De Pasillo
RomansaJimi se declaró abiertamente gay en la escuela y empezaron a molestarlo por eso. Evan, un rubio popular que también lo molestaba, resultó sólo hacerlo porque los demás lo hacían... pero realmente guardaba un secreto: le agradaba Jimi. Mucho. Más de...