171. El diario de Laura

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La tarde pasaba rápido. Ellos seguían hablando en la habitación. Jimi decidió ponerse creativo en la cocina. Quería ayudarle pero lamentablemente mis habilidades culinarias daban asco. Por suerte Will y Zac sí sabían cocinar. Así que fueron a ayudarle. Me quedé con Jason y Evan. Después de un rato, Jason dijo que necesitaba hacer una llamada así que se fue. Me quedé con Evan.

Si bien él y yo éramos amigos (al menos así lo consideraba), nunca habíamos tenido tiempo de hablar sólo él y yo. Así que lógicamente, terminamos hablando de Jimi.

— Tengo que admirtir una cosa— le dije—. Siempre he envidiado la relación que tienes con Jimi.
— Jimi es genial— dijo.
— Tú eres genial— dije—. Siempre pareces alguien muy libre, muy seguro...
— No en realidad— dijo—. Generalmente nunca estoy seguro de nada.
— Pero parece que sí— dije confusa.
— Las personas piensan que debo confiar mucho en mí mismo, cosa que a veces es verdad, pero al igual que todos, dudo en ciertos momentos. Sobre todo los que tienen que ver con Jimi.
— Pero él te ama— dije—. No deberías dudar al respecto.
— No dudo su amor. Acepto que antes solía hacerlo mucho. Lo veía y me preguntaba el porqué alguien como él quería estar conmigo. Pensaba que un día iba a dejarme y se iría. Últimamente esas cosas ya no me preocupan, sin embargo sé que siguen ahí.
— ¿Por qué crees que pasa eso?
— Jason dice que es por el tiempo— dijo Evan—. Aunque no entiendo a qué se refiere.

Lo pensé. De alguna manera entendía a qué se refería Jason, aunque también sabía que a ese sujeto le gustaba dejar a la interpretación sus consejos.

— Quizá él piensa que con el tiempo tus dudas se irán— dije.
— Quizá. Aunque creo que Jason se refería al tiempo que llevamos de relación. Es muy poco— dijo Evan pensativo.
— Pero eso no significa mucho— dije—. Dos personas pueden enamorarse en 7 días o simplemente no pueden hacerlo aunque pasaran 7 años juntos.
— Es cierto. Pero supongo que las relaciones largas son más estables porque hay certeza.
— ¿Certeza?
— Sí— dijo Evan—. Certeza de que ambos quieren lo mismo.

No sabía que Evan era alguien con tantas preocupaciones. Alguien con reflexiones tan profundas. Aunque mi abuela decía que cuando se ama se duda de todo.

— Pero Jimi y tú quieren lo mismo— dije—. Por eso tienen una relación.
— Sí. Pero siempre hay la posibilidad de que las cosas cambien. De que exista algo que haga que las personas piensen distinto. Como Luz. Ella era la chica más feliz y enamorada que conocía. Hasta que supo lo que George escondía. Era un malentendido, claro, pero fue lo suficientemente fuerte como para hacerla dudar, aún estando tan enamorada.
— Si la viste tan enamorada, ¿Por qué apoyarla a dejar algo que la hacía tan feliz?
— Porque creí que ella tenía razón. De hecho eso es lo que temo. Que Jimi se separe de mí por algo y que yo entienda el porqué lo hace. Que yo le dé la razón, tanto que aún cuando sé que soy egoísta piense que lo mejor es que esté lejos de mí. Me conozco bien. Tratándose de Jimi haría lo que fuera por él. Incluso dejarlo ir.
— ¿Tan fácilmente?— dije, preocupada—, ¿Sin dar pelea?
— No sería fácil. Probablemente sería insoportable. Pero no tanto como obligarlo a permanecer a mi lado.

Entendía eso. Dejar ir a alguien a quién amaba no significa que no lo amara. Significaba que el amor era tanto que no podría ver a su amado ser infeliz. Es más, ambos serían infelices así. No sólo pensaba en el amor del otro, si no que en el suyo propio también.

— Pero no hay nada que pueda inteponerse entre ustedes— dije—. No deberías pensar en cosas como esas. Son tristes. Deberías enfocarte en el presente.

Le sonreí. Él me observó. Se veía tranquilo.

Entonces recordé que quien no estaba enfocada en el presente era yo. Sí había algo que quería separarlos y se llamaba Derek.

— Tienes razón— dijo, pareciendo más seguro—, debo de preocuparme por el presente.
— Está bien— dije mientras tomaba sus manos en señal de apoyo—, te ayudaré si me necesitas.

Tomé una desición en ese momento. Iba a sacar al Zac que llevaba por dentro y haría mis propios planes.

Jimi apareció de repente. Nos observó.

— ¡Mi mejor amiga y mi novio!— dijo—, ¿Qué está pasando aquí?
— ¡No es lo que tú crees!— dije alterada.
— ¡Oh por dios!— dijo él—, ¿Entonces qué es?
— Espera un momento— dije—, ¿Qué pensabas que era?
— Un momento de sana amistad entre un chico y una chica— dijo.
— Entonces sí es lo que estabas pensando— dije.
— Jimi, deberías dejar de hacer pensar mal a las personas— dijo Zac, apareciendo de la nada—, me confundes.
— ¿Te confundo? ¿Cómo?— preguntó Jimi.

Zac se veía preparado para explicarle a Jimi algo que probablemente él no iba a entender cuando apareció Will. Se acercó a Zac.

— ¿Podemos hablar?— le preguntó.

Zac lo observó atentamente. Parecía ser algo serio. No entendía nada. Pensé por un momento que tal vez Will planeaba declararse, pero todo lucía más serio que eso.

— Sí— dijo Zac.

Ambos salieron del lugar. Jimi y Evan los miraron irse quizá tan confundidos como yo.
Me cuestionaron con la mirada. No supe contestarles.

— ¿Crees que todo está bien?— le preguntó Evan a Jimi.
— Will parecía muy serio— dije.
— Creo que ocurrió algo entre ellos— dijo Jimi—. Cuando estuvimos en la cocina no se hablaron para nada. Es más, Will parecía molesto.
— Creo que debería ir con ellos— dije preocupada.
— No parece una buena opción— dijo Evan—. Si algo pasa, lo mejor es que lo hablen.

Era lo mejor. Aunque me ponía nerviosa. No me gustaba para nada la idea de que Will y Zac estuvieran enojados. Sobre todo porque se suponía que debían gustarse.

— Por cierto, ya que estamos aclarando cosas— me dijo Evan—, yo tengo unas cuantas preguntas para ti.
— ¿Para mí?— dije.
— Sí— dijo Evan, bastante sonriente—. Quiero que seas sincera. Promete que contestarás con la verdad.
— ¿Qué pasa aquí?— dije mientras empezaba a sospechar que algo extraño pasaba.
— Promete que dirás la verdad— insistió—. No te preocupes, Jimi y yo sabemos guardar secretos.
— Te apoyaremos siempre— dijo Jimi.

Empecé a preocuparme. Había algo que tanto Evan como Jimi sabían.
Entonces me llegó la idea repentinamente: ¿Se habrían enterado de lo de Derek?

— No sé qué pasa aquí pero quiero saber— dije.

Ellos se miraron entre sí.

— Dime la verdad— dijo Evan—, ¿Te gusta Will?

Rumores De PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora