Jimi era lindo. Tierno pero no débil. Solía dudar de todo y de todos, pero aunque existían veces en las que parecía que estaba a la defensiva, habían ocasiones en las que demostraba sus verdaderos sentimientos. Evan sabía eso.
Decir que no sabía quién era Jimi antes de que ambos pasaramos a las semifinales sería una mentira. Todo el mundo lo conocía. Lo odian, lo aman, lo envidian. Nunca antes había hablado con él porque los rumores me hacían dudar. Siempre supe que eran falsos pero como existían algunos que resultaban ser verdaderos decidí tomar mi distancia. Además con un rostro como el de Jimi que me hacía dudar sobre si me gustaban las chicas o no, mantenerme alejado parecía lo mejor.
Definitivamente no estaba equivocado. Los rumores eran falsos. No era muy normal en mí equivocarme. Pero a veces sucedía. Con Evan me pasó. A él ya lo conocía brevemente y e parecía un cretino antes de tratarlo más. Tenía figura perfecta, rostro perfecto, cabello sedoso y una gran bola de amigos aduladores. Siempre rodeado de chicas. Pero cuando lo conocí a profundidad supe que no era una mala persona. Sólo muy idiota. Demasiado idiota.
Aunque había algo de tristeza en su mirada. Como si algo le hubiera pasado hace mucho, tan malo que las heridas que le dejó nunca cicatrizaron. Sin embargo, cuando estaba al lado de Jimi lucía completamente feliz. No sabría decir si lo ama o no de verdad. Pero sí lo quería.
Y una parte de mí sentía celos. Jimi era un gran amigo. Lo sabía porque no tenía ni la menor idea de cómo le hizo pero cuando me di cuenta ya estaba burlándome de Evan en el receso mientras Jimi trataba de hacer que no nos peleáramos. Era por él, me llevó hasta el punto de tener alguien von quién pasar los recesos. Y verlos juntos era lindo pero tenía un poco de envidia. Se veían bien como pareja. Realmente no creía que Evan se mereciera a alguien tan extraordinario. Pero ciertamente no lo conocía tanto como para juzgarlo.
No quería que dañara a Jimi. No quería que nadie lo hiciera. Sabía que era sensible. Sabía que trataba de parecer que los rumores no le afectaban pero realmente lo hacían.
Y estaba ese otro sujeto, William. No creía que fuera una mala persona. Pero sabía que pensaba que Jimi era lindo. Obviamente ese pequeño tonto le hablaba como si fueran amigos porque tenía muy poca experiencia tratando de socializar. Pensaba que las intenciones de alguien podrían quedarse ahí, en un intento por volverse más cercanos. Pues no. Tampoco era como si pensara que automáticamente el doctor se iba a volver gay sólo por conocer a Jimi. Pero temía que el tiempo lo hiciera así...
Permanecer tiempo junto a alguien abriendo tus sentimientos sin tratar de proteger tu corazón era más peligroso que conducir un auto sin frenos. Cuando menos te dabas cuenta ya lo amabas. No importaba lo mal que te hacía sentir. Y no era tan fácil sacarlo de adentro. Yo no era del tipo de persona que interfería en la vida de alguien. Por lo regular sólo observaba y me reía de la desgracia ajena. Pero no podría hacer eso con Jimi. No quería que lo lastimaran. ¿Porqué?
Imaginé que era porque me recordaba a mí mismo hace unos años. Lo sabía bien.
Además me dijo aún sin conocerme y sin saber nada de mí que todo estaría bien. Muchos me lo habían dicho, incluídos mis padres pero nunca les creí. Sin embargo a Jimi era imposible no creerle. Porque cuando dijo que el pasado ya no importaba y que todo sería diferente, quise creerlo y quise hacerlo. Tal vez por eso había comenzado a reunirme con él en los recesos aún cuando Evan me parecía insoportable. Quería ser su amigo. Porque le tenía cariño.Imaginé que en ese momento sólo podía ver. Pero si tenía oportunidad, interferiría para hacerle la vida mejor a Jimi. Probablemente le dedicaría alguna que otra mirada fea al doctorcito ese. Diría que no quería que se decepcione cuando sepa que Jimi no lo ama, pero realmente no me agradana y quería que sufriera. Había algo en ese doctor que no me gustaba... es decir, ¿Qué clase de profesional era amigo de un adolescente?
— ¿Qué tanto piensas, Zac?— dijo Jimi, interrumpiendo mis pensamientos cuando estábamos en el jardín.
— Nada importante— dije—, sólo analizaba una situación.
— Oh...— dijo y observé su carita de niño pequeño.
— Vamos a estudiar— le sonreí—. Quiero aplastarte en las finales.
— Vamos— dijo feliz y tomó mi mano.Me dejé conducir por él hasta la biblioteca. Definitivamente le tenía mucho cariño. Así que lo protegería.
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Rumores De Pasillo
RomansJimi se declaró abiertamente gay en la escuela y empezaron a molestarlo por eso. Evan, un rubio popular que también lo molestaba, resultó sólo hacerlo porque los demás lo hacían... pero realmente guardaba un secreto: le agradaba Jimi. Mucho. Más de...