Llegamos. El aire fresco me sentó genial. Evan salió rápidamente y comenzó a correr por el lugar.
— ¿Qué demonios está haciendo Evan?— preguntó Zac.
— No lo sé— dije.
— Al parecer la naturaleza lo emociona— dijo Will.Laura salió del auto. Se unió a Evan.
— ¡Amo los árboles!— dijo ella, feliz.
— ¡Yo amo el olor a tierra mojada!— dijo Evan.George y la profesora se acercaron a nosotros.
— ¿De dónde sacan energía esos dos?— preguntó George—, se nota que no vinieron conduciendo.
— Te dije que yo podía conducir si tú no querías— dijo la profesora.
— Tú conduces horrible— le dijo George—. Si quisiera temer por mi vida bien pude decirle a Zac que conduciera.
— ¡Oye!— se quejó Zac.
— Conduzco mejor que tú— dijo ella.
— Claro que no— dijo George.Empezaron a gritarse cosas.
— Estoy empezando a ver las fallas en mi plan— dijo Zac.
— Pero esto se puede arreglar— dijo Will.
— ¿De qué forma?— pregunté.
— No lo sé— dijo Will—. Pensé que ustedes pensarían algo.
— Por suerte— dijo Zac con su clásica sonrisa—, yo pensé que algo como esto pasaría. Así que preparé una estrategia por si pasaba.
— ¡Zac, eres un genio!— dije.
— Lo sé— dijo él.
— ¿Y qué harás?— le preguntó Will.
— Trabajo de equipo— dijo Zac—, un genuino trabajo de equipo.
— ¿Significa que necesitarás de nuestra ayuda como en el último plan?— pregunté.
— Algo así— dijo él—. Pero en este caso será literalmente.
— ¿Qué significa eso?— pregunté.Entonces Zac nos reunió a todos. Nos juntamos.
— Les contaré nuestra misión— dijo Zac—. Tenemos hasta la puesta del sol para montar el campamento, hacer una fogata y asegurarnos de que no haya ningún peligro cerca de nosotros. ¿Alguna pregunta hasta ahora?
Todos negamos con la cabeza.
— Bien— dijo él—. Lo haremos por equipos. George, Jason y la profesora armarán las casas de campaña. Evan, Will y Jimi harán la fogata. Laura y yo recorreremos la zona para asegurarnos de que no exista ningún problema o peligro cerca. ¿Alguna pregunta hasta ahora?
Todos levantaron la mano menos yo.
— No— dijo Zac—, no voy a cambiar los equipos.
— ¡No es justo!— se quejó la profesora—, ¡Todo esto es una conspiración!
— Por favor Lucille— le dijo George—, vamos a armar unas casitas, no vamos a casarnos... aunque si quieres...
— ¡Claro que no!— dijo ella.
— ¿Por qué?— le preguntó George—, ¿Le temes al éxito?
— ¿Cuál éxito?— preguntó Zac.
— ¡Yo tengo una propuesta!— dijo Laura emocionada.
— Bien, dime— le dijo Zac.
— Quiero quedarme a hacer la fogata— dijo ella—. Siempre he querido hacer una. En mi lugar llévate a Will.
— Pero Will sabe hacer fogatas— dijo Zac.
— Evan también— dijo ella—. Jimi y yo lo ayudaremos. Estaremos bien.
— No lo sé. Depende de Will ahora.Miramos a Will. Él estaba muy calmado. Si no lo conociera bien diría que hasta parecía asustado.
— Will dice que sí— dijo Jason.
— ¿Ahora también lees mentes?— le respondió Zac.
— Sí— dijo Jason—, ¿Quieres que te pruebe que no miento?
— Claro— dijo Zac.
— Evan está pensando en reclamarte porque te irás a pasear mientras le dejas el trabajo pesado a los demás— dijo Jason.
— ¡Es cierto!— dijo Evan.
— No me iré a pasear— dijo Zac—. Revisaré la zona. Eso es importante.
— ¿Por qué tienes que ser tú?— preguntó George.
— Porque la conozco bien— dijo Zac.
— Jamás habías venido aquí antes— dije.
— Sí, pero revisé tantas veces el mapa que siento que he estado aquí muchas veces— dijo él—. Continuando con lo que decía, no cambiaré equipos ni cambiaré tareas, a excepción de Laura y Will, que intercambiarán lugares para que Laura pueda cumplir su sueño de encender una fogata, y para que Will no vaya a incendiar el campamento por accidente. ¿Alguna pregunta hasta aquí?Todos negaron con la cabeza.
— Bien— dijo Zac—. Hay que hacerlo.
Nos acercamos a los autos. Sacamos las cosas. Zac nos llevaría al lugar en donde haríamos el campamento. Después de caminar un rato, llegamos. Era junto al lago. Me sorprendió ver lo hermoso que era todo.
— Admito que esta vista es preciosa— dijo la profesora.
— Lo sé— dijo Zac—, así que no me demande.
— ¿Por qué te demandaría?— preguntó ella.
— Eh... olvídelo— dijo él.Nos dividimos para nuestras tareas. Me acerqué a Laura y a Evan.
— Yo quiero nadar— dijo Evan.
— Yo quiero lanzarte al mar pero hoy no haremos lo que deseamos— le dijo Zac—. Tenemos tareas por cumplir.
— El mar me gusta— dijo Evan.
— Si esta lleno de tiburones probablemente no te va a gustar— dijo Zac.
— Presiento que quieres que los tiburones me maten— dijo Evan—, pero no, me amas demasiado como para que yo sospeche eso.
— Zac, deja de perder el tiempo y ve a revisar— le dijo Laura.
— Ya voy, no me presiones— dijo él—. Will, hay que irnos.Will, que parecía estar pensado en algo, se acercó a Zac.
— No se preocupen— dijo Laura—, tómense todo el tiempo que quieran. Estaremos bien.
— Lo sé pero...— dijo Zac dudoso—, creo que debería quedarme... además, prometí cuidar a Jimi...
— Estoy bien— dije.
— Claro que estás bien— me dijo Zac—. Tú no me preocupas. Me preocupa Evan.
— ¿Yo?— preguntó él—, ¿Qué podría pasarme a mí?
— No es lo que pueda pasarte— dijo Zac—. Es lo que puedas hacer.
— Cuidaré a Jimi— dijo Jason—. Y vigilaré que Evan no haga tonterías.
— ¿Qué tonterías podría hacer yo?— preguntó Evan.
— Ya se me ocurrieron unas cincuenta— dijo Zac—. No, definitivamente debo quedarme.
— Estaremos bien— dije—, confía en nosotros.
— Además— dijo Jason—, dos adultos se quedarán con nosotros.Zac miró a George y a la profesora.
— Sí, me quedo— concluyó él.
— ¡Ya vete!— le gritó Laura.Todos la observamos.
— Perdón, me alteré— se disculpó avergonzada.
— Estaremos bien— concluyó Jason.
— Bien— dijo Zac, que parecía confundido—. Pero volveré pronto.Observó a Will.
— Vámonos— le dijo mientras se echaba a andar por un caminito.
Will, lentamente, lo siguió. Me pareció extraño.
— ¿Soy yo o Will se está portando extraño?— pregunté.
— Yo lo veo igual que siempre— dijo la profesora.
— Sí— dijo George—. Pero tú no puedes ver cuando las personas cambian.
— ¿Qué significa eso?— dijo ella molesta.
— ¡Sí!— gritó Laura feliz—, ¡Por fin! ¡Espero que mi sacrificio valga la pena!Todos la observamos.
— ¿Otra vez te alteraste?— le preguntó Evan.
— Sí— dijo Laura—, pero esta vez creo que sí tendré motivos para hacerlo.
— ¿Por qué?— pregunté.
— Porque este es un lugar hermoso— dijo Jason—. Perfecto para que todas las inquietudes sean solucionadas.Lo observé. No supe deducir de qué hablaba. O de quién.
Pero me emocionaba estar ahí.
Los observé y supe que no era el único. Todos parecían emocionados.
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Rumores De Pasillo
RomanceJimi se declaró abiertamente gay en la escuela y empezaron a molestarlo por eso. Evan, un rubio popular que también lo molestaba, resultó sólo hacerlo porque los demás lo hacían... pero realmente guardaba un secreto: le agradaba Jimi. Mucho. Más de...