— ¿Por qué debería de hacerlo?— dijo, no me miró, fingió que acomodaba unas cosas en su escritorio.
— Por favor, no soy idiota. Sé lo que planea. Y de ninguna forma se va a poder.
— No sé de qué hablas— agregó.
— A comparación con Jimi, no soy tan iluso. Sé que le gusta. Y es una lástima que usted no se haya dado cuenta de que nunca jamás podrá ser correspondido por él. Jimi ya tiene a alguien. Está demasiado ocupado pensando en la otra persona que difícilmente nota lo que pasa a su alrededor.
— Y esa otra persona eres tú, ¿Cierto?— agregó él.
— No. Es alguien más.
— Yo no te agrado. Y verdaderamente eres tú el que siente eso por Jimi. Obviamente te sientes amenazado por mí...
— Como ya dije— lo interrumpí—, no soy yo. Y es cierto, no me agradas. Admito que la persona con la que sale Jimi tampoco me agrada pero al menos él lo ama y eso es suficiente. Si estoy diciendo esto, aún con la posibilidad de ser mal interpretado, es porque no me gustaría que interfirieras en su vida. Él no es como otras personas.
— No encuentro razones, aún suponiendo que seas un buen amigo, para que tú tengas algún derecho en interferir en la vida de Jimi. Él es muy capaz de tomar sus propias decisiones por sí mismo.
— ¿Eso significa que tengo razón? ¿Estás admitiendo que Jimi te gusta? No tienes por qué seguir mintiendo. Puedo verlo.
— Ésto no es asunto tuyo. No tienes nada que ver.
— Él es mi amigo. Y la persona con la que sale también. Y tú desde luego que no lo eres— dije molesto.
— Pero no depende de ti. Si Jimi dice que por alguna razón quiere estar conmigo así te guste o no tendrás que aceptarlo— dijo muy tranquilo.
— Pero eso no pasará. Lo conozco. No muy bien, pero sé diferenciar cuando ama a alguien. Y la forma en la que te trata no es comparable a la forma en la que incluso mira a Evan. Así que te pido de la manera más atenta que no lo molestes.
— ¿Y si no quiero?
— Estás en todo tu derecho de querer insistir. Pero no va a salir bien. No para ti. Pero si te gusta sufrir, no puedo detenerte. Sin embargo harías las cosas más sencillas para él si no te entrometieras.
— ¿Ésto es una amenaza?
— No. Es más bien un consejo— me levanté y me dirigí a la puerta, tomé el pomo y giré para verlo—, pero si quieres tomarlo como una amenaza, está bien para mí.Abrí y salí. Jimi debió escuchar el sonido de la puerta porque inmediatamente fue a encontrarse conmigo.
El doctor también salió y no parecía enojado. Al menos en ese aspecto sí era discreto. Jimi se despidió con la mano.— Piensa en lo que dije— afirmé antes de salir al pasillo en voz alta para que el doctor me escuchara pero no me giré para ve su cara.
Jimi me miró confundido.
— ¿Sobre qué?— preguntó.
— Nada importante. ¿Vamos por un helado?
— ¡Sí!— dijo feliz.Salimos. Jimi me habló animadamente en el camino pero no le puse mucha atención, me quedé concentrado pensando en lo que acababa de pasar. Algo me decía que me había ganado un poderoso enemigo. Genial, otra persona que también me odiaba. Y para colmo ni siquiera era para mi propio beneficio. Evan me debía una. Ya me las pagaría. Eso me hizo dar cuenta que me había vuelto menos egoísta.
Mi teléfono sonó. Lo tomé.— Zachary— dijo mamá—, ¿Cómo estás?
— Bastante bien. Ya te dije que no tienes que hablar del diario
— Me preocupas. ¿Tu padre ya ha hablado contigo hoy?
— No. Le dije que no debía hacerlo siempre y él sí tomó mi consejo.
— Vuelve a casa. Conmigo. O con tu padre.
— Me niego— dije antes de colgar.Caminé por la calle. Jimi me miraba preocupado. Odiaba cuando me miraban así. Como si yo estuviera herido.
— No pasa nada— le dije—. Discuto mucho con mi familia. Mis padres se divorciaron y se la pasan peleando.
— Lo siento— dijo él angustiado.
— No lo sientas. Sólo tengo que soportarlo un año más y luego seré libre. Hay que ir por ese helado.
— Claro. Por cierto, casi lo olvido, la recepcionista me dio su número de teléfono para que te lo tengas. Dice que le llames algún día.
— No creo que vaya a suceder nunca— dije, aparentemente habló con ella mientras yo estaba adentro—. Pero conservaré el número, por si acaso.Luego de que caminar hasta su casa y perder muchos minutos de mi vida esperando que Jimi eligiera un sabor de helado, lo dejé para que se fuera a estudiar. Se veía feliz. Al menos uno de los dos lo estaba. Eso bastaba por ahora.
No pude dejar de pensar en el siguiente paso del doctor. Porque faltaba su contra-ataque. Tenía que estar preparado. Observé el papelito con el número. Al parecer, la recepcionista podría servirme mucho.-------------------------------------
Gracias por leer :)

ESTÁS LEYENDO
Rumores De Pasillo
RomanceJimi se declaró abiertamente gay en la escuela y empezaron a molestarlo por eso. Evan, un rubio popular que también lo molestaba, resultó sólo hacerlo porque los demás lo hacían... pero realmente guardaba un secreto: le agradaba Jimi. Mucho. Más de...